SWEET TRANSIT – Análisis

SWEET TRANSIT – Análisis

Un tránsito agridulce

Sweet Transit es un constructor de ciudades que nos invita a gestionar todos los aspectos de una colonia en la que los trenes son la pieza fundamental para alcanzar el éxito


Crear una colonia, desarrollarla y hacerla crecer, conforma la base de cualquier videojuego de gestión que se precie. Muchos logran dicho objetivo con sistemas simples, entretenidos, donde podemos percibir el progreso con cada una de las acciones realizadas. Títulos en que gestionar no se siente tedioso e innecesariamente complicado, sino que oficia como un incentivo para seguir ampliando ese asentamiento al que tanto cariño hemos tomado. Sin embargo, al tratarse de un tema tan recurrente, cada nueva propuesta que llega para ampliar el catálogo del género está intrínsecamente obligada a buscar variantes a fin de añadir un diferenciador y, paralelamente, mantener el factor de entretenimiento intacto. En el caso de Sweet Transit, son los trenes.

El título desarrollado por Ernestas Norvaišas permaneció en acceso anticipado desde julio de 2022 y si bien muchas cosas cambiaron para mejor desde entonces, otras tantas denotan algo de falta de pulido. Sweet Transit sostiene la jugabilidad sobre dos pilares. Por un lado, nos invita a crear una ciudad y gestionar todos los aspectos de la misma y, por el otro, a trazar eficientes líneas ferroviarias para transportar pasajeros y diversas mercancías. Si bien el foco está colocado sobre los ferrocarriles, la construcción de ciudades es igualmente importante, debido a que tendremos que dedicar tiempo a construir casas, estructuras de producción y, por supuesto, satisfacer las necesidades de los colonos.

Sweet Transit prescinde de cualquier elemento narrativo, invitándonos a pasar directamente a la acción. Para ello podemos escoger uno de los 12 escenarios predefinidos, donde el objetivo consistirá en alcanzar la máxima puntuación posible definida por un rango de estrellas, o volcarnos hacia el modo sandbox donde tendremos libertad para hacer lo que queramos. A medida que el tiempo pase se desbloquearán nuevos trenes y edificios, cuya construcción debemos hacer con las palabras ‘planificación’ y ‘eficiencia’ en mente. Sin lugar a dudas, algo que atenta contra la libertad creativa y que nos obligará a reiniciar la partida más de una vez.

Sweet Transit Análisis

En términos de gestión, los colonos que pueblan las ciudades se clasifican en tres estratos sociales: Jornaleros, Técnicos y Expertos. Cada uno puede trabajar en cierto tipo de edificios. Por ejemplo, los primeros sólo pueden realizar labores básicas en plantaciones, producción o transporte, mientras que un técnico puede trabajar en una fábrica y, un experto, en edificios que demanden de mano de obra especializada. El problema es que cada grupo, tiene necesidades diferentes. Por lo tanto, para mantenerlos felices estaremos obligados a planear enormes cadenas de producción, a fin de proporcionarles todo lo que necesiten y evitar que abandonen la ciudad.

Los edificios de producción, deben estar cerca de las casas de los trabajadores o de una estación de trenes para poder funcionar. No obstante, si las viviendas están muy cerca de las fábricas, el encanto de la zona disminuye, provocando la disconformidad de los habitantes que no dudarán en marcharse. Esto nos obliga a crear pequeños poblados separados, evitando que las cosas se solapen. Es como si el juego nos penalizara por construir todo en un mismo lugar. Afortunadamente, las cadenas de producción son sencillas de montar y con unos pocos ‘clicks’ es posible hacerlas funcionar. La complejidad de Sweet Transit reside en los trenes. Porque todo lo mencionado debe estar unido a una línea ferroviaria. Pero es gracias a esta mecánica que el juego logra brillar.

El sistema de vías, itinerarios y centros de distribución, están creados específicamente para que podamos hacer lo que queramos. Al construir las vías, podemos marcar el sentido en que queremos que viajen los trenes, poner puntos para que se detengan si hay otro vehículo cerca, haciendo que no queden estancados o tengan tiempos muertos. También es necesario establecer los itinerarios para definir el recorrido y qué hacer en cada estación o centro de distribución, como repartir los bienes y un largo etcétera. Esto, obviamente, si lo hacemos bien. Y por dicho motivo recomiendo encarecidamente jugar todos los tutoriales. En especial los de planificación de vías y alguno (o todos) los escenarios. Estos son puzzles con el sistema de vías, que nos harán aprender a utilizarlos de manera más óptima.

Si bien el juego ofrece un amplio abanico de opciones en términos de gestión, los menús que acompañan cada acción son muy poco intuitivos. Resulta bastante frustrante el hecho de que el menú de construcción no muestre todo lo que podemos construir, sino que cambia dependiendo de la zona. Entonces, cuando desbloqueamos nuevos edificios, estamos obligados a pasear por todo el mapa para -literalmente- descubrir dónde podemos construirlo. Peor aún, tampoco se nos explica en detalle cómo funcionan ciertas estructuras. Por ejemplo, los centros de distribución reparten alimentos a los mercados de forma automática dentro de un rango determinado, pero no se indica cuál es ese alcance. Tampoco podemos establecer manualmente que el centro reparta a ciertos puntos específicos, ya que solo se puede indicar un lugar.

Sweet Transit Review

Como resultado de todo ello, Sweet Transit resulta entretenido, ofreciendo lo básico de un constructor de ciudades, pero complejizando la propuesta, en el buen sentido, con el sistema de vías. De hecho, todo lo inherente a la gestión de los trenes es, por lejos, es lo mejor del juego. Por contraparte, los menús cambiantes y los edificios que no dejan en claro su funcionamiento, denotan una falta de pulido. Algo que atenta contra la diversión, convirtiéndose en un disparador para la frustración. Especialmente, cuando el juego demanda de una minuciosa planificación y eficiencia. Si el trabajo de Ernestas Norvaišas solo consistiera en administrar trenes, estaríamos ante una propuesta más sencilla, pero posiblemente, con un mejor acabado. Aún así, no está mal, pero ahora mismo lo mejor será esperar a que lleguen algunas actualizaciones antes de tomar este tren.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Gastón Perez Plada

Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.


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