STEAMWORLD BUILD – Análisis

STEAMWORLD BUILD – Análisis

Accesible, refinado y divertido

El universo SteamWorld se expande con SteamWorld Build, un título que aborda la construcción de ciudades de forma muy accesible y añadiendo mecánicas que sientan muy bien al género


La franquicia SteamWorld tiene un encanto peculiar pero, cuando pensamos en ella, es difícil poder encasillarla dentro de un género. Es una saga que, al igual que lo hace un trotamundos, deja lo que podría considerarse como un entorno conocido para mudarse hacia nuevos horizontes. A esta altura, dicho nombre ha sido asociado a juegos tipo metroidvania espeleológicos con elementos roguelike, combate táctico por turnos, e incluso RPG. Pero por si todo esto no fuera suficiente, el espectro se amplía con SteamWorld Build, la quinta entrega de la saga. Se trata de un constructor de ciudades con elementos de exploración, sumamente accesible y divertido donde -casi- todo funciona particularmente bien.

Una particularidad de SteamWorld Build es que en lugar de arrojarnos a un desierto para construir de la nada un próspero pueblo minero, nos va llevando de la mano con una historia que, poco a poco, introduce las diferentes mecánicas de la propuesta. Todo comienza con el viaje de Jack y Alice Clutchsprocket, un abuelo y su nieta, quienes son guiados por un antiguo robot a una zona donde se esconde una antigua tecnología. Técnicamente son las piezas de un cohete que les permitirá abandonar el moribundo planeta en que habitan y encontrar un nuevo hogar entre las estrellas. 

La premisa es adecuada y funciona bien dando pie a los sucesivos objetivos que tendremos que cumplir. No obstante, la narrativa en general se siente demasiado infantil y predecible. Parece como si fuera un capítulo de un programa como Dora la Exploradora o algo similar. Los diálogos son muy básicos y algo sosos, e incluso los giros de tuerca con que se intenta adornarla carecen de peso. De cualquier modo, es posible que dicha percepción cambie, dependiendo de la edad de quién juega. Aún así, no es el fuerte de la propuesta y todo queda relegado a momentos específicos, ya que es una mera excusa para guiarnos en este viaje. Una excusa que, si bien puede que no sea la mejor, cumple con su cometido.

SteamWorld Build Review

Encontrar las piezas de la nave será nuestro objetivo principal y, la expansión de la ciudad, el medio para lograrlo. Esta es una diferencia importante respecto a otros juegos del género. Tomemos como ejemplo juegos donde hay que construir un zoológico o un parque. Normalmente el sentido es divertirnos y obtener ganancias. En el otro extremo, tenemos propuestas como el maravilloso Frostpunk, donde las mecánicas giran en torno a la supervivencia en un entorno postapocalíptico. Sin embargo, en SteamWorld Build todo se siente diferente porque hay una meta muy específica. Un principio y un final. Y aunque al principio no estemos completamente seguros de que es lo que debamos hacer, a las pocas horas el ‘rompecabezas’ comienza a encajar de forma natural, pieza a pieza.

Al ser un juego de simulación de construcción de ciudades, la mayoría de las mecánicas son las típicas que podemos encontrar en cualquier exponente del género. De todos modos, quién no tenga experiencia previa, encontrará aquí una propuesta amigable y fácil de comprender. Los primeros pasos consisten en construir suficientes viviendas y la infraestructura necesaria para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. Esto incluye granjas de cactus que producen agua, aserraderos con los que obtener madera y hornos para convertirla en carbón. También será necesario inaugurar algunas tiendas de suministros y de piezas de recambio para los robots.

SteamWorld Build Análisis

Con el tiempo, los trabajadores podrán ascender a ingenieros aunque esto conlleva que la rueda de productividad se vuelva más amplia, debiendo obtener nuevos recursos y edificando nuevas estructuras. La ‘zanahoria en el palo’ se manifiesta a través de una barra de ‘experiencia’ que nos permitirá alcanzar hitos. Estos son como mini objetivos que desbloquearán diferentes edificios y clases de habitantes. Lo realmente interesante es que están concatenados con la historia y la progresión, por lo que todo avanza uniformemente y a nuestro ritmo. Es decir, al llegar a un hito, la trama progresa y paralelamente accedemos a tecnologías más avanzadas que nos permitirán progresar. La estructura jugable se mantiene dentro de este ciclo, el cual se expande constantemente, hasta alcanzar su punto final: conseguir las 6 partes necesarias para armar la nave. Y posiblemente la pregunta llegada este punto es ¿Cómo se consiguen?

SteamWorld Build está estructurado en dos partes. Por un lado, tenemos el asentamiento en la parte superior y, por el otro, la mina que es donde llevaremos a cabo las labores de excavación. Esta se encuentra bajo la ciudad y es la fuente de obtención de todos aquellos metales y materiales raros que permiten expandirnos, avanzar y generar riqueza. Las fuerzas de trabajo para ambos lados están en cierto modo separadas, aunque dependen unas de otras.

Todo el apartado de la mina y la forma en que se gestiona recuerda a Dungeon Keeper, aunque salvando las grandes distancias que separan a cada título. La idea es construir áreas para reclutar a los diferentes tipos de trabajadores, cuyas funciones son muy específicas y concretas. Por ejemplo, los ingenieros pueden excavar, mientras que los prospectores están a cargo de minar recursos. A medida que alcancemos hitos accederemos a nuevas clases como los constructores y los vigilantes que serán indispensables para poner alto a los peligros que moran en las profundidades.

Al excavar tendremos que tener cuidado de los derrumbes, los cuales se pueden prevenir creando pilares de soporte. Sin embargo, lo más importante será estar preparados para defendernos de los enemigos que eventualmente intentarán poner un alto a nuestras excavaciones, especialmente cuando intentemos obtener alguna de las piezas del cohete. En dichas instancias, el juego parece transformarse en una suerte de tower defense, donde oleadas de criaturas comenzarán a aparecer desde puntos específicos con un único objetivo: destruir todo a su paso. Difícilmente sentiremos que estas situaciones pueden acarrear un peligro real y establecer una defensa óptima no requiere de una gran planificación. Con tan solo un puñado de unidades de ataque y un par de torres bien colocadas tendremos todo bajo control.

La forma en que SteamWorld Build interconecta la superficie y el subsuelo se siente muy orgánica. Van de la mano y se equilibran entre sí. Además, aporta un aliciente ya que mientras esperamos a que la industria produzca los recursos que nos permitirán alcanzar los tan ansiados hitos, podemos pasar a la mina y continuar con la exploración. Esta mecánica hace que el juego destaque entre sus pares, y el tiempo parece volar en las 12 horas que puede tomar finalizar la campaña. Eso sí, esto no significa que no haya nada más para hacer. El factor rejugabilidad se hace presente ya que contamos con 5 escenarios diferentes que, al ser completados, nos darán acceso a edificios especiales. 

Visualmente hablando, SteamWorld Build logra captar a la perfección la estética de la franquicia SteamWorld. Se mantiene fiel a sus orígenes, pero al mismo tiempo se siente como un juego totalmente nuevo y original. El steampunk mezclado con una suerte de temática tipo ‘western’ sigue sintiéndose única y refrescante, lo cual es curioso ya que no es el primer juego de la serie en presentarla. Pero aún así, nada parece reciclado. La banda sonora, bastante tranquila y relajada, se complementa muy bien con los típicos efectos de sonido robóticos. Nada es especialmente sobresaliente en este sentido, aunque cumple bien.

SteamWorld Build es una propuesta accesible y redonda. Un constructor de ciudades sin demasiada complejidad en el que cualquier jugador -con o sin experiencia- puede pasarlo sumamente bien. Sin lugar a dudas, su punto más flaco es la historia y la forma en que está contada. Pero al margen de ello, la forma en que la narrativa se interconecta con las mecánicas de construcción y exploración, y a su vez, como ambos aspectos del título conviven en armonía, convierten a la propuesta en una bastante singular dentro del género. Aquellos que busquen algo nuevo dentro de la franquicia, difícilmente se sentirán decepcionados y, para quienes no la conozcan, puede ser una interesante puerta de entrada.


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Sobre Franco Borgogna

Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.


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