Frictional Games es uno de los estudios más populares dentro del género del terror, gracias a una serie de videojuegos cuya forma de manejar el horror resulta ser muy particular. El estudio europeo se caracteriza por presentar una modalidad de juego muy característica en sus títulos, la cual funcionó maravillosamente bien. Especialmente gracias al auge de los creadores de contenido (principalmente youtubers) lograron una campaña de marketing asombrosa. Sin embargo, todo esto se sustenta en la calidad de sus juegos. En las mecánicas que plantearon en aquel entonces y que siguen sosteniéndose hoy en día pese al tiempo transcurrido. Por dicho motivo que Amnesia: The Bunker se siente como un desarrollo que tiene todo aquello que ya es marca registrada de la casa.
Amnesia: The Bunker, el nuevo trabajo de Frictional Games, trae de regreso todo aquello que tanto sabemos apreciar los fanáticos del horror. Se trata de una experiencia de terror en estado puro que utiliza lo mejor de sus antecesores, pero adicionando algunas ideas que lo hacen aún más atractivo. Y lo más importante, demostrando que entregas más concisas de corte antológico pueden hacerse un lugar entre los favoritos del público, si sabe explotar sus fortalezas.
La historia de Amnesia: The Bunker transcurre a mediados del año 1916, durante la Primera Guerra Mundial. El juego nos pone en la piel Henri Clément, un soldado del ejército francés que huye del ejército alemán, buscando refugio en fangosas trincheras. Luego de ser emboscados por un pelotón de soldados enemigos, conoceremos a Augustin Lambert, un viejo amigo que salva nuestra vida y nos ordena dirigirnos a un punto de reunión. Pero esto es la guerra, por lo que un lugar seguro suena a fantasía. Entonces, mientras avanzamos hacia el frente, una explosión nos deja inconscientes. Aturdidos y desorientados, despertamos en la sala médica de un búnker pero, más temprano que tarde, notaremos que algo siniestro ocurre en ese lugar.
El bunker se percibe tan aterrador como el exterior, con la única diferencia de que no hay bombas explotando a nuestro alrededor. Por el contrario, podremos ver rastros de sangre y cadáveres brutalizados que decoran un ambiente que denota un aura bastante pesimista. Sin embargo, el horroroso paisaje que se extiende ante nuestros ojos queda relegado a un segundo plano cuando nos enteramos de lo que allí sucede. Resulta que la entrada de esta estructura de hierro y hormigón fue dinamitada, pero no para evitar que escapemos o por miedo a que accedan los enemigos. El motivo de ello es contener a una terrible criatura; una monstruosidad que se baña con la sangre de los soldados y que acecha en las sombras.
Es así como se nos plantea el objetivo principal: Buscar la manera de escapar de allí por los medios que sean necesarios, recolectando información y suministros para despejar la única salida del bunker. La búsqueda y acopio de recursos también será necesaria para fabricar objetos útiles que nos faciliten el avance y permitan defendernos. Por lo tanto, será obligatorio explorar las salas de la instalación. Es increíble como algo tan simple puede generar momentos desesperantes pero a la vez dar lugar al descubrimiento y la fascinación de transitar por antiguos túneles que se remontan al Regnum Romanum.
Los medios que utilicemos para sobrevivir y escapar dependen enteramente de nosotros. Y es que en Amnesia: The Bunker no hay un orden predefinido en el que deben completarse los objetivos. Tampoco podemos confiarnos de la ubicación o codificación de ciertos elementos del mapa porque su aparición entre una partida y otra es completamente aleatoria. Dicha característica busca dotar al título de cierto nivel de rejugabilidad y despistarnos, en caso de que decidamos iniciar una nueva partida. Pero, sinceramente, no se siente como un verdadero incentivo para retornar a esta pesadilla una vez concluida. Esto se debe en mayor medida a su desenlace, que no está a la altura del resto de la aventura.
La salida se encuentra cerca, pero llegar a ella será un verdadero desafío porque estamos ante una experiencia no lineal. ¿Qué significa esto? El bunker en sí está habilitado desde un inicio casi en su totalidad, pero lo que se descubra en el proceso de exploración incentiva el backtracking, al estilo de un metroidvania. Recoger un objeto o descubrir la clave del candado nos llevará a revisitar zonas previamente exploradas para obtener nuevos recursos o información. Por este motivo, el búnker aparenta ser más grande de lo que realmente es, sumado a lo laberíntico de su diseño.
Para lograr mantenernos con vida será primordial encontrar el punto medio entre gestionar bien los recursos y hacer el mínimo ruido posible. Una tarea que resulta más difícil de lo que suena, porque la oscuridad es absoluta. Aparte tendremos que estar muy atentos a cada paso porque las trampas explosivas o incendiarias abundan. Y todo sonido estridente atraerá a la bestia, por lo que si no nos mató la explosión, posiblemente lo hagan sus garras. Para manejarnos por el refugio disponemos de una linterna de dinamo que se activa recargándose manualmente. Acción que, bajo dichas circunstancias, provoca un ruido equivalente a arrancar una motosierra. También antorchas, bengalas y la posibilidad de recoger combustible para alimentar un grupo electrógeno que suministrará energía a casi todo el complejo.
Desde luego, la duración del generador es limitada y conviene reservar su uso para momentos clave. Podemos sincronizar un cronómetro con el encendido del generador para calcular cuánto tiempo de luz nos queda. No existe sensación más estresante que ver que solo disponemos de unos pocos segundos para que se desactive y aún quede un tramo largo por recorrer. En ese momento las distancias medidas en metros pasan automáticamente a convertirse en kilómetros. Es ahí donde quedaremos completamente vulnerables, dominados por el miedo en caso de oír pasos y nerviosos de sentir el gruñido de la criatura a nuestras espaldas. El horror se vuelve desesperante, al igual que las persecuciones.
A diferencia de las entregas anteriores de la saga, aquí contamos con la posibilidad de defendernos. A nuestra disposición tenemos armas con las cuales, de no haber otra alternativa, podremos plantar cara al monstruo. De todos modos, da igual con que le tiremos puesto que es indestructible. Dispararle o lanzarle granadas solo incapacitarán temporalmente a nuestro implacable persecutor por unos pocos, pero muy valiosos, segundos. También podemos hacer que retroceda o que incluso se retire. Hay que tener siempre en cuenta que, si bien el bunker parece enorme, se conforma de pasillos angostos, un techo poco elevado. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos tanto al salir corriendo despavoridos como al utilizar armas explosivas.
Amnesia: The Bunker logra transmitir el miedo en forma de sugestión psicológica, poniéndonos los pelos de punta con una atmósfera muy tensa, gracias a una iluminación y apartado sonoro sobresaliente. La sensación de vulnerabilidad es incesante. Saber que no estamos a salvo en ningún lugar, porque la criatura puede aparecer en cualquier momento a través de huecos o recovecos, es más que suficiente para mantenernos al borde del asiento todo el tiempo. El comportamiento del monstruo no está predefinido por lo que su aparición siempre es motivo de ‘sorpresa’. Encima, su comportamiento se adapta a nuestras técnicas de supervivencia, por lo que difícilmente el mismo truco pueda funcionar más de una o dos veces.
El argumento lo iremos descubriendo gracias a los pensamientos de Henri y las notas repartidas por todo el bunker, que se acumularán en un diario. El texto en pantalla es vital para tener una idea de que es lo que ocurrió allí y como conseguir la manera de desbloquear determinada puerta o candado. Estas notas consiguen mantener la atención de principio a fin gracias a un texto conciso y bien redactado. Parece una de esas cosas en los que nadie se fija, pero, siendo francos, no son pocas las personas que al dar inicio a un juego quieren ir de principio a fin sin interrupciones de por medio. En este caso no se presenta dicha molestia ya que son extremadamente útiles para resolver puzzles y develar detalles de la trama.
Amnesia: The Bunker es la cuarta entrega de la saga y se convirtió en mi favorita de Frictional Games encabezando la lista junto con SOMA. Es el título que más novedades trajo consigo y logra sostenerse muy bien gracias a sus mecánicas durante las ocho horas que dura la aventura. La experiencia es lo más similar a Alien: Isolation que probé en este último tiempo, llegando a la conclusión de que el estudio demuestra que sabe muy bien que recursos emplear para generar miedo. Incluso nos ofrece herramientas para no solo limitarnos a correr y escondernos donde podamos. Es un juego que aprovechan la incertidumbre al máximo y el manejo de la iluminación, la atmósfera y efectos de sonido lo convierten en una experiencia aterradoramente satisfactoria.
Sobre Darío Gadea
Sniper de pura cepa. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave. Cuando no esta leyendo algo perturbador esta jugando a Age of Empires II
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