A VOID HOPE – Análisis

A VOID HOPE – Análisis

No quiero salvar al mundo, quiero salvarte a ti

A Void Hope es una enigmática aventura narrativa, técnicamente impecable que, si bien adolece de algunos planteos presentes en su esquema jugable, a su modo se deja disfrutar


Los recuerdos pueden ser algo hermoso, pero ¿Qué sucedería si de un momento a otro se evaporaran en el éter y olvidáramos a nuestros seres queridos? ¿Significaría entonces que nunca los conocimos?. Esto es lo que, a su modo, Elden Pixels pretende plantear a través de una experiencia corta pero justa, que presenta algunos interesantes detalles que la hacen destacar de los anteriores lanzamientos del estudio. A Void Hope es un videojuego que reúne varias características que lo convierten en una modesta propuesta de plataformas con pinceladas de metroidvania y resolución de puzzles. Una aventura narrativa que, en tan sólo un par de horas, buscará sumergirnos en un universo al borde del colapso done un misterioso virus devora la memoria de cualquiera que se vea expuesto a él.

La aventura gira entorno a Gilda y Keeran, una pareja que se ve forzada a distanciarse de la ciudad para evitar el potencial contagio de un virus que está convirtiendo a todas las personas en una mísera cáscara vacía, sin sentimientos ni recuerdos. Básicamente en seres sin alma denominados como huecos. A medida que exploramos la ciudad, podremos alternar entre ambos personajes para completar una determinada cantidad de objetivos a fin de desbloquear recuerdos y conseguir la cura para la peligrosa enfermedad.

Para recorrer los niveles tendremos que hacer uso de cajas que posicionaremos en lugares que nos permitan alcanzar puntos elevados, activar botones para abrir puertas o llamar ascensores. También será necesario para destruir paneles y llegar a computadoras que podemos ‘hackear’ mediante un sencillo minijuego similar al clásico Snake. Si, ese en el que debemos evitar tocar las paredes o a nosotros mismos, alcanzando puntos que aumentan el tamaño de la serpiente.

A Void Hope Análisis

El mundo de A Void Hope se divide en escenarios y, una vez llegamos a la salida, se abrirá un mapa desde donde podremos elegir el siguiente destino. Es menester aclarar que las zonas pueden ser abandonadas aún sin haber completado todas las tareas listadas, las cuales pueden ser consultadas en cualquier momento. Por lo tanto, tendremos que recorrer las mismas ubicaciones varias veces, especialmente porque para acceder a ciertas partes del nivel necesitaremos de herramientas puntuales que podemos encontrar en otros lugares. Eso sí, dependerá de nuestra memoria recordar dónde se deben emplear una vez obtenidas.

Si bien puede percibirse como una dinámica interesante, lo cierto es que se siente como un ligero lastre que vuelve densa a la aventura. El caso es que se abusa en cierto modo del ‘backtracking‘ y esto particularmente se nota porque se trata de un título extremadamente corto. Tan sólo dos o tres horas intensas son suficientes para completarlo. Tener que recorrer zonas una y otra vez es entretenido, pero por un rato. Los atajos, bajando por sogas, o los viajes en teleférico ayudan mucho, pero no quitan que se vuelva repetitivo recorrer tantas veces los mismo escenarios en tan poco tiempo.

A Void Hope Review

Por el camino nos toparemos con ciertos enemigos que se activan aleatoriamente en cada escenario. Estos no están colocados de forma predefinida, sino que se trata de ciudadanos que perecen ante el peligroso virus. Algunos pierden sus facultades convirtiéndose en una suerte de hombres sombra, mientras que otros mutarán en una especie de bestia cuadrúpeda muy veloz o en un fastidioso enemigo alado. Sea cual sea el caso, se transformaran en nuestro perseguidor. Y bastará con que nos toquen una vez para enviarnos al último punto de control, aquí representado en lámparas.

Más temprano que tarde podremos hacer uso de una pistola de bengalas. Técnicamente es la única forma de defendernos. Este arma también servirá para destruir paneles eléctricos y otros artefactos del entorno que desactivarán el cierre de compuertas. Por supuesto, también será útil para hacerle frente a las criaturas que nos acechen. La contra es que dichos enemigos son indestructibles, por lo que un disparo sólo los dejará aturdidos por unos pocos segundos.

Otro elemento que forma parte de la jugabilidad de A Void Hope es el plataformeo. Es un componente que siempre está presente, aunque en ningún momento se siente indispensable, ya sea para evitar a un enemigo o alcanzar un objetivo. De hecho, se siente como una mecánica que no está aplicada al detalle, donde los saltos deban ser cuidadosamente medidos. Es un aspecto correcto pero que no tiene un peso considerable en durante la partida. Aún así, esto hace que la obra sea más disfrutable de jugar con joystick y, por suerte, los controles responden muy bien.

Técnicamente, Elden Pixels decidió apostar por un apartado gráfico de 16 bits. En este sentido, el estudio logró un acabado fabuloso, muy cuidado y detallado, que no deja indiferente a nadie. Sobre todo, por la variedad de escenarios que podemos ver, como muelles, bosques, laboratorios o el interior de numerosas edificaciones. No tienen ningún reparo en explayar tonos cálidos y fríos en la transición de una pantalla a otra, con un claro contraste de tonos que evidencia la penumbra que ofrece la noche. Satisfactoriamente el nivel de detalle hace que las plataformas sobre las cuales podemos desplazarnos sean evidentes sin exagerar en su pronunciación. A su vez, las animaciones de los ciudadanos desperdigados por el entorno dan algo de vida al entorno.

Musicalmente es un deleite. La banda sonora a cargo de Waveshaper, un experimentado músico sueco especializado en composiciones retro para filmes y videojuegos, envuelve con sintetizadores, ‘beats‘ y teclados, ofreciendo un aura de misteriosa incertidumbre. Las armonías logran transmitir desasosiego a base de notas particulares que conforman un ritmo ameno, muy memorable. Un apartado que claramente resalta por estar a cargo de manos cuidadosas que saben muy bien lo que hacen. El soundtrack está compuesto de 13 pistas, una mejor que la otra. Temas como ‘Perspective‘ o ‘Determination‘ podrían ubicarse cómodamente entre los clips promocionales de la ‘New Retro Wave‘.  Sin lugar a dudas, uno de los puntos más fuertes del título.

Finalmente, un aspecto que no puede pasarse por alto son ciertos detalles, como la notoria la influencia cinematográfica en el título. Quizás la mayor parte del tiempo pase desapercibido, pero el ojo atento encontrará en A Void Hope varias referencias al séptimo arte. En varios puntos de la ciudad pueden verse posters de cintas de culto, consagradas a día de hoy. Esto también se hace presente en la variedad de entornos, muy propia de aventuras del mundo del celuloide o de series actuales inspiradas en los ’80. ¿Alguien dijo Stranger Things?. 

A Void Hope es una aventura interesante, que nos lleva a explorar maravillosos y encantadores escenarios que alardean de un trabajo notable, tanto en dirección artística como en su impecable apartado pixel art. Todo esto se sostiene sobre un apartado sonoro lleno de las melodías excelentes que, sin demasiado esfuerzo, se quedarán grabadas en nuestra memoria. No obstante, pese a que el título de Elden Pixels tiene una personalidad muy marcada, la experiencia en sí misma deja una sensación mixta puesto que se pudo ahondar más en ciertos aspectos. Por ejemplo, ahondar más en los personajes, presentar un sistema de combate más elaborado y una mejor implementación de backtracking. Pese a ello, la carga emocional de la historia lo convierte en una propuesta que, a su modo, se deja disfrutar.


FICHA TÉCNICA:

Compartir artículo:

Cebanos un Matecito

Sobre Darío Gadea

Sniper de pura cepa. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave. Cuando no esta leyendo algo perturbador esta jugando a Age of Empires II


Artículos más recientes

Buscar