A comienzos de 2023 tuve la oportunidad de acceder a una versión anticipada de Wandering Sword, de la cual compartí unas primeras impresiones. En su momento, quedé bastante impresionado con lo que pude ver y también ansioso de poder jugarlo al completo. Pues bien, ese día ha llegado y he de decir que ha superado mis expectativas por todo lo alto, reafirmando que el trabajo de The Swordman Studio es mucho más interesante de lo que me pareció en primera instancia. Es un RPG que se siente único con respecto a su ambientación y mecánicas, pero lo suficientemente familiar en el género como para poder seguirle el ritmo sin mucho esfuerzo. Y si bien presenta algunos detalles, no ofuscan en lo más mínimo su disfrute.
La historia de Wandering Sword se sitúa en un legendario mundo de artes marciales, habitado por disciplinados guerreros, veneradas sectas y fuerzas que intentan mantener el poder en un delicado equilibrio. Como jugadores asumimos el papel de Yuwen Yi, un joven espadachín que se convierte en la víctima de los caprichos del destino al verse envuelto en un enfrentamiento entre facciones rivales. El típico caso de estar en el lugar y momento equivocado que, para peor, lo terminan convirtiendo en el testigo de la muerte de sus compañeros. Dichos sucesos llevarán al protagonista por la senda del artista marcial, teniendo en mente dos objetivos bien claros: la venganza y el hacerse más fuerte para que tal tragedia no vuelva a repetirse.
Pero el camino del héroe es duro, lleno de desafíos y obstáculos, y nadie se convierte en un maestro de las artes marciales de la noche a la mañana. Para lograr dicho cometido, tendremos que entrenar y subir de nivel, usualmente un elemento básico del género: la progresión. La diferencia es que Wandering Sword lo trata de un modo un tanto diferente. Primero que nada, los puntos de experiencia y niveles convencionales no existen. Es decir, están pero en forma de ‘puntos marciales’ que se consiguen en combate o leyendo libros escritos por otros maestros o estudiantes del pugilismo.
Estos puntos se puede emplear para mejorar las técnicas de las diferentes escuelas de combate, las cuales están divididas en: puños o garras, a lo más clásico del kung-fu; espadas de una mano, que suelen ser ícono de este tipo de historias; armas ocultas, compuestas por kunais y objetos arrojadizos; sables, pesados y poderosos; y bastones, que brillan en cuanto a versatilidad. Al inicio podemos escoger la rama por la que queramos comenzar, aunque eventualmente podremos hacer uso de todas. En lo personal, jugué toda la partida a puño, puro y duro.
Ahora, uno podría pensar que convertirse en un artista marcial competente pasa por conseguir puntos necesarios y mejorar las habilidades. La respuesta es si, pero no. Me explico: la mayoría de estas técnicas son codiciadas y guardadas celosamente por las sectas o maestros que las desarrollaron. Por lo tanto, no es tan fácil conseguirlas sin poner algo de esfuerzo por nuestra parte. Pero tranquilos, algunas de ellas serán enseñadas al protagonista mediante la historia, por lo que no estaremos «desnudo» y contaremos con algo con lo que defendernos.
He de decir que el sistema es muy curioso, ya que para que los personajes quieran enseñarnos sus técnicas tendremos que mejorar nuestra relación con ellos. La afinidad de toda la vida. Para eso será necesario entregarle regalos y cumplir con determinados encargos (al menos para algunos de ellos, no todos). Entonces, para saber si un NPC puede enseñarnos algo, basta con hablar con ellos y fijarnos en dos cosas: que tengan un libro de alguna técnica en su inventario (el cual podemos obtenerlo con un enfrentamiento amistoso pasada cierta afinidad), o que cuenten con la opción de «consultar».
La función de «consultar» es sumamente útil porque enseña todas las técnicas que conoce ese personaje en cuestión y el nivel de afinidad que será necesario conseguir para que nos imparta sus conocimientos. Esta mecánica se me hizo muy creativa puesto que potencia la interacción, haciendo que quisiera hablar todo NPC que conocí en la aventura en pos de ver si podría sonsacarles alguna enseñanza o, en su defecto, comprar o venderles algún objeto. Resta mencionar que la diferencia entre aprender una habilidad mediante la afinidad o a través de un libro, es que estos últimos también pueden utilizarlos nuestros compañeros de grupo.
Aprender técnicas no es todo para lo que sirve la afinidad. Es un sistema muy importante ya que es el que va a tener un impacto sustancial a la hora de reclutar compañeros. Y vaya que hay varios. Nuevamente, para saber si alguien está dispuesto a acompañarnos, basta con hablarle y ver si podemos invitarlo. Esto en la mayoría de los casos, ya que algunos personajes se unen por su cuenta. Obviamente, se debe disponer de la cordialidad suficiente para que acepten la invitación. Pero lo mejor de todo esto, es que los acompañantes tienen sus propios estilos o armas de preferencia y, por ende, también pueden enseñarnos sus movimientos, lo cual es genial.
Otro de los sistemas que tiene un gran impacto en términos de progresión es el de la acupuntura de meridianos. A medida que aprendemos movimientos, recibiremos puntos cuya función es la de mejorar diferentes parámetros. Es decir, aumentar la fuerza, vitalidad, o velocidad de recarga del Qì, lo cual es muy importante en el combate. Cada uno de los parámetros está asociado a un meridiano, los cuales marcan las áreas en las que nuestro héroe es más poderoso.
Otro aspecto muy importante dentro de Wandering Sword son las peleas ¿O pensaban que me había olvidaba de ello? El combate es por turnos, con un estilo táctico que me encanta, donde una barra de carga indica el momento de actuar de cada personaje. Por lo tanto, más velocidad en la carga de Qì implica que podremos actuar más rápidamente (se entiende porqué es un parámetro importante). Si se acepta el consejo, recomiendo darle mucha importancia, incluso por encima de la fuerza y la salud.
Los combates en sí me parecieron muy divertidos, ya que además de ser visualmente llamativos, su suma la cantidad de personajes que vemos en pantalla. Hay batallas que están llenas de NPC por doquier, tanto aliados como enemigos, y la variedad de técnicas y armas los convierten en un festival de ataques. Además, las peleas tienen un punto de complejidad derivado del movimiento que se vuelve bastante importante. No es lo mismo atacar a alguien por el frente que por el flanco ya que se inflige más daño. Y aún mucho más si el golpe llega por la espalda. Pero ojo que las mismas reglas valen para nosotros, por lo que hay que tener cuidado del posicionamiento enemigo. Es bastante curioso ya que los sprites siempre miran hacia la izquierda o la derecha, haciendo que tomar ventaja de las posiciones sea más apreciable en lo que respecta a lo visual.
Otra cosa respecto al combate (lo cual mencioné en mi preview) son los dos «modos» que ofrece el juego: por turnos o libre. Si optamos por el sistema de turnos, cuando la barra de Qì de un personaje está llena, éste actúa mientras los demás esperan. Esto resulta ideal en aquellas batallas complicadas donde se debe pensar tranquilamente y con un enfoque táctico. Por su parte, en el modo libre, el tiempo de acción será continuo. Es decir, cada uno de los personajes seguirá cargando el Qì pudiendo atacar cuando se llene, fomentando de este modo batallas más dinámicas y activas. Como tradicionalista del género, opté por el primer sistema, porque -no voy a mentir- la modalidad libre no me terminó de convencer. De todos modos, invito a que lo prueben y opten por aquel que mejor se ajuste a su estilo.
Pero no todo son enfrentamientos en el camino de Wandering Sword, sino que también podremos explorar las tierras ancestrales que nos rodean. Los paisajes son variados, pudiendo visitar pueblos acogedores o valles místicos, hasta enormes y bellas ciudades. Y por supuesto, las fortalezas de las distintas sectas. Todo está impregnado por un impecable estilo pixel art en 2.5D acompañado por una banda sonora muy oriental. Un combo que convierten al título en todo un deleite audiovisual, y que resulta uno de los aspectos más cautivadores del juego.
La exploración en Wandering Sword es bastante simple. Podemos ir de aquí para allá e interactuar con las personas para conseguir las misiones secundarias que enriquecerán nuestro viaje. A modo de consejo, les recomiendo que no dejen nada para más tarde, porque algunas de estas tareas se pierden al avanzar la historia principal. Ahora, algo que no puedo dejar de mencionar es que durante las pantallas de carga, a veces, el personaje va montado a caballo. Y ¿saben que? Nunca encontré el condenado caballo ¡¿dónde está el caballo?!. Y sí que lo necesité, porque el mapa del mundo es enorme e ir de un lado para el otro demanda bastante tiempo. En fin, al menos es un buen ejercicio para nuestro personaje. Supongo.
Les aseguro que el mundo no solo es grande, sino enorme. Está lleno de tantos lugares a los que ir que algunos no los llegué a visitar. Y esto más que nada por la distancia y mis pocas ganas de caminar (¡Si tan solo tuviera el caballo!). Además hay lindos detalles que hacen que todo se sienta vivo, como los NPC que viajan entre ciudades, moviéndose de un lugar a otro constantemente. Pero si deambular por ahí, peleando y hablando con gente no es suficiente, también hay muchas actividades secundarias. Por ejemplo, se puede forjar equipamiento, cocinar o pescar, entre otros tantos añadidos que dan a la propuesta un poco de variedad.
Al final del día, Wandering Sword se siente muy robusto, interesante y singular, con una historia impregnada de varios cliché típicos del género wuxia, pero que se deja disfrutar. El final es conmovedor y me gustó el hecho de no se sienta interminable, a diferencia de los manhua o cómics de este estilo que he tenido la oportunidad de leer. Es un relato sentimental que toca temas como el honor y las traiciones, a través de personajes que se sienten legendarios dentro de un universo acorde. Y si bien tiene algunos detalles, sus mecánicas y temática lo hacen sentir único. Me encantaría ver más títulos de este estilo, ya que creo que es una mezcla magnífica. De más está decir que lo recomiendo, especialmente a quienes busquen algo novedoso pero que a la vez se sienta clásico, como a los fanáticos del RPG en general. Difícilmente se sentirán decepcionados.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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