El Steam Next Fest es un evento fantástico que nos permite dar un vistazo a aquellos juegos que pacientemente aguardan a por su compra en nuestras listas de deseados. Lo interesante es que, a veces, las demostraciones ofrecen un panorama bastante amplio de como será el título en cuestión, sin dejar margen a la sorpresa. No obstante, existen casos radicalmente diferentes donde lo que podemos ver es tan sólo la punta del iceberg, y Ultros es uno de ellos. El trabajo de Hadoque logró superar las expectativas que tenía al respecto. Esto se debe a una jugabilidad entretenida, una ambientación psicodélica y colorida, además de un conjunto de mecánicas creativas, ligadas a los efectos de un bucle temporal. Definitivamente un metroidvania muy atípico y diferente a lo que podemos encontrar en el amplio catálogo que el género tiene para ofrecer.
En Ultros exploramos el ‘sarcófago’, una gigantesca estructura espacial también conocida como el ‘útero’, el cual alberga una durmiente entidad de nombre homónimo. Como jugadores tomamos el papel de un personaje que despierta sin memoria ni recuerdos, por lo que toca descubrir nuestro rol en la historia a medida avancemos. En el trayecto iremos conociendo a los diferentes habitantes de este peculiar mundo, con los que podemos conversar y descubrir detalles acerca de la trama. El trasfondo se amplía con ‘recuerdos’ escondidos por los corredores, que nos brindarán información tanto acerca de la estructura como de los NPC.
A decir verdad, la historia es de corte místico, como si fuera un delirio alucinógeno espiritual. Sin embargo, por raro lo que voy a decir, creo que le sienta de maravilla gracias al ambiente enigmático que irradia. Es un juego con múltiples finales, donde la narrativa y la forma en que está planteada da pie a que uno pueda sacar sus propias conclusiones y debatir con otras personas que jugaron al título acerca de que entendió cada uno. En lo personal me gustó, especialmente por la participación de Gärdner, a quién considero el mejor personaje de toda la aventura. Y la verdad es que no tengo la bola de cristal ni tampoco intención de hacer spoilers, pero coincidirán conmigo en cuanto lo conozcan.
Más allá de la historia, el arte de Ultros es bellísimo. Con sus colores tan vibrantes y llamativos nos pinta un paisaje de ciencia ficción, con terrenos que parecen vivos, tecnología olvidada, y habitaciones que parecen arrancadas de una nave espacial. Y no solo los entornos son bonitos, sino también los diseños de los personajes, tanto humanoides como los de enemigos que -en su mayoría- se asemejan a insectos, como así también los pocos pero importantes jefes. A todo esto se suman una fantástica banda sonora que cuenta con una gran cantidad de canciones donde predominan clarinetes, violines y guitarras, entre otros. El ambiente que se crea entre ambos apartados es maravilloso y contribuyen a enriquecer muchísimo la experiencia.
La jugabilidad es muy engañosa puesto que oculta una profundidad y creatividad muy notable que se descubre a medida avanza el juego. Nuestro personaje cuenta con un árbol de habilidades muy clásico, pero para poder hacer uso del mismo debe que alimentarse y nutrirse. Los nutrientes se obtienen de plantas o restos de enemigos y caen en cuatro categorías, de las cuales dependen los movimientos o talentos pasivos que podemos desbloquear. Básicamente, si la habilidad demanda un nutriente rojo y azul, debemos comer algo que nos otorgue eso. Muy simple, pero muy efectivo.
Ahora, el aspecto que hace de Ultros un metroidvania diferente es que cuenta con una mecánica de bucle temporal. Básicamente se trata de un sistema que nos obliga a reiniciar la partida al llegar a ciertos puntos del juego. Esto implica perder todas las habilidades y recursos, como si de un roguelite se tratase, y puede parecer un tanto desesperanzador. Sin embargo, el juego ofrece un sistema para solventar esto dando la posibilidad de ‘fijar’ habilidades para no perderlas en el siguiente ciclo. El detalle es que, para ello, antes tendremos que conseguir algunos objetos específicos. Esto implica explorar cada rincón del gigantesco mapa, puesto que muchos están muy bien escondidos.
En cuanto al combate, no presenta gran desafío, ni cuando enfrentamos a enemigos normales o a alguno de los jefes. Pese a ello, es muy divertido gracias a que promueve la variedad de combos. Y es que atacar a los enemigos con el mismo ataque, una y otra vez, resulta perjudicial debido a que la comida que sueltan las criaturas estará maltrecha, por lo que brindará menos nutrientes al consumirla. Pero he aquí otra vuelta de tuerca que introduce el juego: Combatir es opcional. Es decir, no siempre, aunque sí en la mayoría de los casos, debido a que también podemos domar a un enemigo dándole de comer. Resulta gracioso el detalle de que cada criatura tiene sus gustos alimenticios particulares.
Domar a los enemigos en Ultros tiene un propósito, y es que ayudan a crear parcelas donde plantar. Podría decirse que es un metroidvania que esconde tras de si un ‘simulador de granjas’, se los aseguro. A lo largo del juego podemos recoger semillas para cultivar en ubicaciones específicas, aunque luego también en los terrenos que las criaturas preparen para la siembra. El crecimiento se ve afectado tanto por el pase de los ciclos, como con composta que podemos encontrar por el sarcófago. Las plantas que crecen de estas semillitas vienen de varios colores, tamaños y usos únicos. Por ejemplo, algunas nos permitirán crear plataformas para acceder a nuevas áreas.
A todo esto se suma un artefacto llamado ‘extractor’. Este artilugio no sólo nos permitirá obtener el mítico doble salto, sino que también podemos potenciarlo con módulos adicionales que nos permitirán cortar plantas con una sierra o recoger una semilla de un campo de siembra y re plantarla en otro sitio. La forma en que este objeto se integra a la jugabilidad es muy orgánica, y va totalmente de la mano con la jardinería. Estaremos obligados a hacer uso de estas mecánicas para abrirnos paso por el sarcófago, y nuestra creatividad se pondrá en juego. En especial, al momento de resolver alguno de los muchos rompecabezas, para los que tendremos que utilizar y combinar diferentes plantas, creando jardines que pueden abarcar múltiples habitaciones.
Ultros ofrece una experiencia única dentro del género metroidvania, con una exploración que se siente muy bien, y un apartado audiovisual vibrante y colorido. Es un título extraño que ofrece una jugabilidad relajada, potenciada por la mecánica de conectar plantas a lo largo y ancho de las habitaciones que conforman el mundo. Indudablemente, es el punto más fuerte y entretenido del juego, y la complejidad de este sistema me dejó fascinado. Y todo sin mencionar la ‘red viviente’, un sistema que cada jugador debería descubrir por sí mismo. Es una aventura de lo más inusual y hasta catártica, que deja con ganas de más, al punto que deseo poner punto final a estas líneas para volver a ponerme a jugar.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
Artículos más recientes
