El período feudal de Japón es uno que resulta bastante atractivo para la mayoría de los mortales. Legendarios guerreros ataviados con armaduras samurái y afiladas katanas que se baten a duelo en medio de una tormenta, con un rayo cayendo de fondo que deja dibujada sus siluetas, inmortalizando un momento de ensueño. Pero estas épicas contiendas no lo eran todo. Por lo tanto, si alguna vez se han preguntado cómo sería vivir en esta época y descubrir que hay detrás de las luchas por el honor, Sengoku Dynasty puede ofrecerles una respuesta bastante aproximada. Porque liderar un poblado, cuidar de la tierra y levantar una dinastía desde los cimientos, son tan solo algunas de las cosas que podremos hacer en el nuevo trabajo de Superkami.
Sengoku Dynasty es una especie de mezcla entre el juego de supervivencia más clásico que puedan imaginar, con un constructor de ciudades relativamente complejo. Es decir que en lugar de simplemente limitarse a sobrevivir en la naturaleza, solo o con amigos, también será necesario construir y gestionar una ciudad que albergará a diferentes NPC que conoceremos por el mundo. Con esto quiero decir que, si bien habrá batallas, las mismas pasan a un plano completamente secundario, siendo el apartado de gestión el que cobra protagonismo. Por lo tanto, quítense de la cabeza a Sekiro o Ghost of Tsushima, porque talar plantas, picar piedra y cazar animales, es lo que vamos a estar haciendo la mayor parte del tiempo.
El juego comienza con una serie de escenas bellamente ilustradas con un arte típico de la época. A través de ellas se busca ponernos en situación, darnos un trasfondo de porqué estamos ahí. De dónde venimos y hacia dónde vamos. Básicamente asumimos el papel de un campesino devenido que, luego de naufragar, termina deambulando por las costas de unas tierras desconocidas. Esta es -a grandes rasgos- la forma en que Sengoku Dynasty nos introduce en su mundo. Puede parecer simple, lo sé, pero no deja de ser un añadido interesante, debido a que dota al juego de cierta inmersión y profundidad narrativa. Algo que, sinceramente, no esperaba en un juego de supervivencia. Tan solo basta recordar cómo Ark o Rust, en sus etapas prematuras, simplemente te largaban por ahí, sin desearte ni siquiera ‘buena suerte’ en la difícil misión de buscarse la vida.
Lo primero que queda absolutamente claro desde el principio es lo lindo que se ve el título. Superkami hace un buen trabajo invitándonos a explorar un mundo lleno de detalles, bellamente diseñado. Esto es posible gracias al excelente uso que el equipo de desarrollo hace del Unreal Engine 5, aprovechando todas las bondades del potente motor. Sin embargo, es un poco decepcionante que el ambiente establecido se desdibuje por los claros problemas de optimización del juego. Además de las caídas en los cuadros por segundo, los tiempos de carga suelen ser bastante prolongados y algunas animaciones de movimiento de nuestro personaje son algo torpes. De todos modos, cabe mencionar y enfatizar que el título está en acceso anticipado, por lo que es de esperar que todo esto se pueda arreglar fácilmente en futuras actualizaciones.
Durante los primeros compases de la aventura se nos enseña lo básico a través de tutoriales que llegan en forma de misiones. Primero aprendemos a fabricar herramientas, luego usarlas para obtener recursos y finalmente emplear lo obtenido para edificar un nuevo pueblo, casa por casa, ladrillo a ladrillo. Esto último en sentido literal, porque al igual que sucede en Medieval Dinasty, la construcción de casi cualquier tipo de estructura es por fases. Es decir, se colocan los cimientos, el piso, las paredes y el techo. También forma parte de la construcción el mobiliario interno, como las camas, cofres de almacenamiento o bancos de ‘crafteo’.
Por supuesto que también tendremos que estar pendientes a los típicos medidores de salud y hambre, aunque curiosamente no hay uno dedicado al agua o la sed. También hay uno de energía que se consume al realizar acciones como talar árboles o correr. Cuando se termine no vamos a caer desmayados. Por el contrario, comenzará a recargarse automáticamente, pero el ritmo al que lo haga, dependerá de cuánta comida hayamos ingerido. Es un sistema que no resulta demasiado castigador y que está diseñado para añadir una capa extra a la gestión. Además, la parte buena es que los alimentos abundan, por lo que es bastante fácil descuidar estos aspectos. O al menos hacerlo hasta que realmente importa.
Ahora, donde la alimentación cobra un significado completamente diferente es cuando se trata de la felicidad de los aldeanos. Sengoku Dynasty es un juego complejo, con una curva de dificultad bastante prolongada gracias a los múltiples aspectos que involucra. A medida que diferentes NPC se unan a nuestra ciudad, no solo necesitarán un hogar, sino algo con lo que mantener el estómago lleno. La abundancia o falta de comida tendrá un impacto directo en la felicidad de los aldeanos y, por ende, en el desempeño de sus labores. Porque sí, vamos a tener que alimentarlos, pero a cambio ellos trabajarán de sol a sol realizando diversas tareas.
Aquí entra en juego la mecánica de ‘Dinastía’ mediante la cual podemos asignar hogares a los aldeanos o proporcionarles empleos. La idea detrás de este sistema es interesante, ya que podemos convertir a los NPC en cazadores o leñadores, haciendo que salgan al mundo a juntar recursos mientras nosotros nos ocupamos de otras actividades. El problema es lo poco intuitivo que resulta llevar a cabo todo esto, haciendo que la capa de gestión resulte engorrosa y más complicada de lo que debería ser. En mi opinión, creo que se debe a que se tienen que abrir demasiadas ventanas que son muy similares unas con otras y nunca queda del todo claro cómo hacer uso de dicho apartado. Al final del día, considero que es muy prometedor e interesante, pero necesita de muchísimos ajustes para un funcionamiento óptimo.
De hecho, Sengoku Dynasty requiere de bastante refinamiento en varios aspectos. Para empezar, las herramientas se rompen con frecuencia. Uno podría llegar a pensar que esto no es un problema en sí, ya que es algo muy usual en este tipo de juegos. Sin embargo, cuando esto conlleva abrir el inventario constantemente para equiparlas, se vuelve un poco tedioso. Que se equipen automáticamente en los espacios asignados previamente sería de mucha ayuda. En especial para objetos como la yari, una lanza que arrojaremos muchas veces cuando vayamos a cazar.
Otro apartado confuso, es el menú radial de construcción. A pesar de incluir tutoriales que tienen por objetivo hacer la experiencia más amena, nunca tenemos en claro a qué parte hay que ir para encontrar lo que estamos buscando. Por ejemplo, una misión pide construir una estación de trabajo, pero no indica en qué parte de la rueda se encuentra. No estaría mal que, al menos la primera vez, se nos llevase un poco de la mano. Hay varias categorías de edificios y encontrar aquellas que necesitamos puede volverse toda una osadía. Además, la gestión del inventario del personaje tampoco es muy buena, especialmente en lo que a ciertos materiales respecta. Resulta extraño que algunos objetos se pueden apilar pero otros, como los troncos que se utilizan en la edificación de prácticamente todos los edificios, no. Parece una decisión bastante arbitraria que genera bastantes molestias.
Finalmente, el juego hacía mención a que los campanarios, la piedra fundacional de cualquier ciudad, servirían para realizar viajes rápidos. De hecho, hasta el propio tutorial lo mencionaba. El tema es que no funcionaba como se esperaba, haciendo que tuviéramos que ir del punto A al B caminando, solo para cumplir con una misión. Peor aún, obligaba a abrir el mapa constantemente solo para estar seguros de que íbamos por el camino correcto. Por suerte, esto es algo que desde Superkami han solucionado, lo cual demuestra que el estudio está muy pendiente del feedback proporcionado por la comunidad.
En virtud de lo mencionado, está claro que Sengoku Dynasty presenta varias asperezas en este momento. No obstante, eso no quiere decir que no haya diversión o tan siquiera disfrute. Está claro que varios aspectos no funcionan como esperaríamos, pero eso no lo convierte en un título poco gratificante. Hay muchas ideas y muy buenas. Y la sensación de pasar de un pueblo de aspecto primitivo a un espacio habitable real al que llamar hogar es, sencillamente, maravillosa. Especialmente por el hecho de saber que todo se hizo con esfuerzo y trabajo duro.
Sengoku Dynasty es el primer gran proyecto del equipo de Superkami, por lo que es de esperar que haya muchos fallos. Más si tomamos en cuenta que todavía está en acceso anticipado. Sin embargo, el estudio compartió un ‘road map’ detallando todo el contenido que el título recibirá en futuras actualizaciones, lo cual habla del compromiso del estudio. Y mientras mantengan esa transparencia para con quienes apostaron por su trabajo, solo podemos augurar cosas buenas para el futuro del videojuego. Indudablemente, es un desarrollo que todavía no ha alcanzado su máximo potencial. Uno que tiene todo para llegar a ser tan bueno como -o incluso mejor- que Medieval Dinasty. Eso sí, siempre y cuando cuente con suficiente amor y cuidado por parte de sus responsables.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
Artículos más recientes