Decir que desde el lanzamiento de Stardew Valley, los juegos de granja han tenido un boom impresionante, no sería una locura. El título de Eric Barone ha sido, es, y posiblemente será un punto de referencia para cientos de desarrollos. No obstante, el problema es que los cientos de videojuegos que han visto la luz desde entonces, terminan usando las mismas mecánicas sin apenas variaciones. Es cierto que se suele cambiar la ambientación y hasta se implementan mecánicas o minijuegos originales, pero aún así, siempre se siente como si «esto es Stardew Valley en …». O al menos es como yo lo percibía hasta que me encontré con Roots of Pacha.
Desarrollado por Soda Den, un pequeño estudio formado por los hermanos Timothy y Jonathan Dadone, Roots of Pacha es un videojuego que nos lleva a la prehistoria para darnos el control de una tribu que busca nuevas tierras en las que asentarse. Casi con el invierno cayéndoles encima, encuentran un gigantesco árbol pacha, que es como un dios protector para ellos, por lo que decide establecer la aldea ahí. La historia se va desarrollando poco a poco y está bastante interesante. De hecho, el lore del juego está inspirado por la trilogía de libros de «El Clan del Oso Cavernario» de Jean M. Auel, lo que le da ese tono de fantasía realista, por decirlo de alguna forma.
A partir de entonces podemos hacer lo que queramos: plantar, criar animales, relacionarnos con los aldeanos, explorar las distintas regiones y o deambular por el sistema de cuevas. Es un juego chill y confortable, bastante relajante, donde es fácil dejarse llevar por las diferentes rutinas y NPC’s. También es entendible que este tipo de juegos terminen girando sobre dichas mecánicas, porque es justamente lo que hace al género. Sin embargo, la gran diferencia que hay entre Roots of Pacha y otras propuestas similares, es que no todo está disponible desde el inicio.
Lo que quiero decir es que, dado que estamos en la prehistoria, cosas como la ganadería o las herramientas de bronce, no existían. Por lo tanto, trabajar en conjunto con el resto de los aldeanos es imprescindible para acceder a nuevas tecnologías. Para ello habrá que realizar diferentes tareas y cumplir con determinados requisitos. De ese modo, las ideas comienzan a fluir y lo que en un comienzo es tan solo un rejunte de tiendas, terminará por convertirse en toda una aldea con un sistema de economía muy sólido.
Por otro lado, cada aldeano tiene una profesión y fabrica productos acorde a lo que sabe hacer. Croll, por ejemplo, es el constructor de la aldea y cada vez que se necesite levantar algún edificio, será él quién se haga cargo de ello. Jizu, por su parte, se encarga de fabricar la ropa y los cinturones con los que aumentar el espacio del inventario. Obviamente esto no lo hacen gratis. Por cada cosa que solicitemos a los aldeanos se debe invertir los llamados «puntos de contribución». Se trata de un sistema muy interesante y su funcionamiento es muy sencillo. En el centro de la aldea hay una gran vasija donde podemos poner cualquier cosa que recolectemos. Cada ítem colocado ahí equivale a una determinada cantidad de puntos que pueden ser intercambiados por diferentes cosas.
Además, los puntos de contribución también se suman a una especie de pozo común y a medida que vaya subiendo, se podrán edificar nuevas construcciones en la aldea, mientras que los pobladores desarrollarán nuevas ideas. Al final, el loop jugable se basa en conseguir los dichosos puntos ya que es la forma de acceder a nuevas tecnologías. Es algo que se hace entretenido y que aporta nuevo contenido de continuo. Y lo mejor es que la forma en que lo que se haga depende enteramente de uno, a partir de lo que se considere más divertido.
La economía está bien equilibrada ya que al inicio se obtienen puntos suficientes como para empezar a desbloquear las primeras ideas o estructuras. Gracias a la inventiva de los aldeanos es posible obtener nuevas formas de procesar los productos. Esto hace que los intercambios sean más valiosos, haciendo que la obtención de puntos aumente y por ende se pueda mejorar la producción o a nuestro personaje. Y un detalle es que el sistema económico está limitado a las herramientas, las cuales podemos ir mejorando a través del sistema de cuevas.
Las cuevas son otro de los puntos interesante de este juego, dado que no es la típica mazmorra con monstruos. Que a propósito de ello, directamente no hay peleas en Roots of Pacha. Para avanzar por este sistema de salas subterráneas habrá que romper rocas hasta que alguna de ellas abra la puerta a la siguiente área. A medida que vayamos avanzando, habrán rocas más duras, minerales nuevos y puzzles. Al abrirlas, cada sala visitada queda desbloqueada, pero el contenido varía cada día. Afortunadamente, no será necesario comenzar desde el inicio cada vez que se visiten, ya que hay un sistema de atajos que sirve para ir a ciertos puntos de la cueva.
De lo que hay que tener cuidado, es de no quedarse sin energía durante la exploración de las cuevas. Cada roca reventada consume parte de la resistencia del personaje, haciendo que caiga agotado al terminarse. Sea como sea, explorar es fundamental porque en ciertas partes, el juego bloquea el avance hasta obtener cierta herramienta o resolver alguno de los acertijos planteados por los 4 tótems. Básicamente son como espíritus animales a quienes habrá que darles tres ofrendas para que nos dejen hacer una prueba y obtener un poder para seguir avanzando.
Pero no todo va de andar por cuevas en Roots of Pacha, puesto que existen otras zonas para recorrer, como la jungla, los bosques o la sabana. Explorar estos lugares permite obtener diferentes recursos, semillas, animales y conocer a diferentes personajes. A propósito de ello, los NPC funcionan como en cualquier juego de este tipo. Es decir, se puede interactuar con ellos dándole regalos o bailando (si, se puede bailar en este juego). Mejorar nuestra relación con ellos se recompensa con regalos o recetas, además de conocer un poco más sobre la historia de los mismos. Por supuesto que también se puede tener romance con algunos de los aldeanos, formar una «unión» y tener hijos; mecánica que tiene su propio minijuego.
A todo lo mencionado, también se suma un sistema de logros que se ha de completar para, avanzar tanto en la historia, como para obtener nuevos recursos y animales. Al completar uno se obtiene un accesorio que da habilidades pasivas. Dicho ítems se pueden crear y mejorar con el chamán de la aldea, permitiendo armar diferentes builds, dependiendo de lo que se quiera conseguir. Este toque RPG le sienta muy bien al juego, de igual forma que su modo cooperativo para hasta cuatro jugadores. Con todos los minijuegos y eventos que el juego trae, no me extrañaría que jugarlo con amigos sea una muy buena experiencia. Lamentablemente, es algo que -al momento de escribir el análisis- no he podido probar. Pero no faltará ocasión para hacerlo.
Soda Den ha puesto mucho cariño y esfuerzo en Roots of Pacha. Desde que empezaron su campaña en Kickstarter, hasta el día de hoy, no han parado de trabajar en el juego. Se nota que el equipo está muy comprometido con su desarrollo, publicando actualizaciones constantes que buscan mejorar la calidad de vida del título. Incluso haber tenido diferencias con Crytivo (ex-publisher) y que a causa de ello el juego fuera retirado de Steam, no desmotivó a los hermanos, sino todo lo contrario. Por suerte, lograron solucionar la disputa en buenos términos, lo cual permitió que el videojuego vuelva a estar disponible en la tienda de Valve.
Roots of Pacha es un videojuego excelente, con el cual disfruté mucho y que a pesar de compartir varias similitudes, sabe como apartarse de la senda de Stardew Valley. Hay muchas más cosas que no he comentado y de las cuales no quiero entrar en profundidad, porque les recomiendo jugarlo y que puedan disfrutarlo tanto como yo. No solo el loop jugable y de la economía me gustó, sino también los pequeños detalles en los minijuegos, como adiestrar a un animal salvaje con música o el sistema de pesca. También la música, que es genial y se nota que toma instrumentos de los indígenas de América latina. Realmente no encuentro fallas en lo que estos hermanos lograron con este juego. Y estoy seguro de que quién disfrute de este tipo de juegos, no va a sentirse decepcionado. Ya sea que juegue solo o con amigos.
Sobre Gastón Perez Plada
Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.
Artículos más recientes
