Recuerdo que hace tan solo unos meses, cuando pude probar la demo de Sea of Stars quedé encantado con lo que pude ver. Tanto así, que me negué a seguir jugando más allá de lo estrictamente necesario porque sabía que me iba a ser difícil aguantar hasta su lanzamiento. El caso, es que no es frecuente que un juego me entusiasme tanto, al punto de sobrepasar mis expectativas del modo que lo hizo el nuevo trabajo de Sabotage Studio. Es un videojuego al que le venía siguiendo la pista hace rato, observando cautivado su arte promocional, trailers y el bellísimo compendio disponible en su sitio web. Sinceramente, no se me ocurre un lanzamiento de este 2023 por el cual me haya sentido tan desesperado de jugar. Y el entusiasmo no fue en vano, ya que no hay nada decepcionante en él.
Sea of Stars es un RPG por turnos que toma inspiración de juegos clásicos de los ’90, siendo Chrono Trigger la referencia más próxima. No obstante, Sabotage Studio añade un toque original a la fórmula haciendo que se sienta moderna, pero sobre todo divertida. Y lo hace de manera espectacular, como lo hicieron en The Messenger. La diferencia es que ahora el estudio aboga por un género completamente diferente, pero abordándolo con la maestría de los que saben.
Antes de proseguir, voy a sacar lo obvio de esta ecuación: el apartado audiovisual. Está de más decir que el estilo de pixel art empleado es bellísimo y muy detallado. Todo lo que se ve en pantalla, llámese entornos, personajes y sus retratos, es un deleite para los ojos. Además, varios de los enemigos tienen diseños muy creativos (como el murciélago taladro), y la mayoría de los jefes se me hicieron espectaculares. Algo que me gustó mucho son los cambios de colores que, dependiendo de las zonas, pasan de tonalidades vibrantes a otras más lúgubres y apagadas, generando un contraste genial.
La banda sonora es el complemento perfecto, y desde la mera pantalla de inicio comenzó a deleitarme. Y no es para menos, ya que a Eric Brown (el compositor de The Messenger que vuelve a prestar sus dotes melódicos en este título), se suma el legendario y reconocido Yasunori Mitsuda. Si, el mismo responsable de las bandas sonoras de Chrono Trigger o Xenoblade, entre otros. Esta combinación explosiva hace que la banda sonora sea una absoluta y completa belleza.
Sea of Stars sigue los pasos de Zale, el chico del sol, y Valere, la chica de la luna, en lo que considero una epopeya épica. Desde pequeños, los protagonistas son entrenados en una academia de guerreros del Solsticio, con el fin de hacerse más fuertes y ayudar así al resto de la orden a enfrentarse a las criaturas del Fleshmancer, los Moradores. Sin embargo, ellos no están solos, ya que recorren el mundo junto a Garl, un niño que si bien no cuenta con poderes, le sobra coraje para acompañarlos en sus aventuras.
La trama gira en torno a los Moradores y los guerreros del Solsticio, e introduce nuevos personajes y situaciones de manera muy fluida. Por supuesto, hay referencias a The Messenger, puesto que ambos juegos transcurren en el mismo universo. Es una historia con momentos graciosos, tensos, emocionales y relajantes. Una que no tiene miedo a apelar a ideas recurrentes dentro del género y tratarlas con cuidado, haciendo que uno no se aburra en lo más mínimo.
Hubo varias escenas donde me quedé sin palabras y con la piel de gallina. Otras en las que caí preso de la estupefacción. Y siempre acompañando estas emociones con algún comentario en voz alta, casi soltando el control para aplaudir de pie el nivel de genialidad. Sin lugar a dudas, una historia que supo tocarme los sentimientos una y otra vez, la cual disfruté a tope. Maravillosa.
Además, Sabotage Studio es como el diablo, porque está en los detalles, con añadidos que hacen de Sea of Stars una experiencia para los sentidos. Ejemplo de ello es el Archivista, un misterioso narrador que eventualmente intercederá en la historia (así como yo lo hago ahora, jiji) haciendo el relato más interesante y misterioso. Este ser aparece para dar pistas acerca de como se maneja este universo y de las fuerzas que rigen sobre el mismo.
Otro ejemplo es el cambio de edades y como eso se refleja en el menú principal, donde aparecen los protagonistas acampando alrededor de una fogata, o en las pantallas de carga, donde se aprecian sus siluetas. Sin embargo, cuando el juego revive la infancia de Zale y Valere, sus modelos cambian de adultos a niños. Me pareció un detalle muy lindo para algo tan fugaz que puede pasar desapercibido y me encantó que lo hicieran.
Pero Sea of Stars no solo brilla por la historia, sino también por su jugabilidad que derrocha creatividad. Como mencioné, Sabotage Studio añadió toques de modernidad en este aspecto. Además, mis expectativas eran muy altas. Porque tanto los trailers como la demo que jugué anticipadamente me dieron una idea clara de que esperar. Y como quién dice ‘vine buscando cobre y encontré oro’ yo digo ‘vine buscando oro y me encontré un diamante‘. Porque no solo es una aventura muy interactiva, sino que superó mis expectativas con creces.
Para empezar, hay varias mecánicas de exploración muy entretenidas. Los personajes pueden trepar por ciertas paredes, saltar entre plataformas y hasta usar los poderes del solsticio para adelantar o retroceder el tiempo, con un efecto visual fantástico. Además, la verticalidad de los mapas hacen que cada zona se sienta como una aventura en sí. Llegar a un cofre medio oculto o dar con nuestro destino se siente como resolver un rompecabezas que tiene más de una solución. Hay muchos recovecos, alcobas y pisos falsos. Caminos alternativos llenos de secretos y recompensas esperando a ser encontradas. Y les aseguro que investigar cada locación a fondo se siente muy bien recompensado.
El combate adopta un enfoque similar ya que, si bien es por turnos, se nos permite actuar con los personajes en el orden que queramos. Por su parte, los enemigos poseen un contador que deja ver cuando van a atacar. Pero a lo que hay que prestar mucha atención es a los indicadores que muestran algunos de sus ataques. Si logramos golpearlos antes de que actúen con el tipo de arma o elemento que ahí se muestra, lograremos interrumpir o debilitar sus acciones. Aparte de eso, también hay interacciones como presionar un botón en el momento preciso para reforzar nuestro ataque o defensa, creando situaciones más favorables para el combate. Un añadido que dota de ritmo a las batallas y, sin miedo a repetirme, las hace agradablemente interactivas.
Cabe destacar también que podremos intercambiar miembros activos por los de la retaguardia en medio del combate. De este modo, se puede aprovechar las debilidades de los enemigos y todo sin detener el flujo de la pelea. Es una vuelta de tuerca que refuerza el sentimiento de estar armando un rompecabezas, intercambiando personajes de forma dinámica, para aplacar las ofensivas enemigas. Me gustó mucho como está implementado y -en especial- como incita a la experimentación. En lo personal, soy de encerrarme en una formación (por lo general con los personajes iniciales, porque sí, me encariño con lo primero que veo), pero en este caso me vi alternando el grupo constantemente y de forma natural.
Además de batallas, hay pesca, cocina, y un minijuego muy curioso disponible en las tabernas. También podemos acampar e interactuar con los miembros del grupo para obtener información, misiones secundarias, o para escoger los parámetros a mejorar cuando suben de nivel, dando pie a un poco de personalización. De hecho, hay más sistemas y mecánicas, tanto fuera como dentro del combate, que comienzan a añadirse a medida avanza la historia. Pero no quiero explicarlas todas, porque me gustaría que se sientan tan sorprendidos como yo me sentí al desbloquearlas. Solo decir que es un juego muy completo, mucho más profundo de lo que aparenta, que me hizo emocionar con cada cosa nueva que descubrí.
Al final del día, considero que son obras como Sea of Stars y Chained Echoes (otro excelentísimo exponente que tuve el placer de disfrutar el año pasado) las que demuestran que el RPG con combates por turnos está más vivo que nunca. Son títulos que no solo se ganaron un espacio en mi corazón, sino en el de muchísimos jugadores, reafirmando que no solo de grandes producciones vive el género. Las más de 100,000 copias que el trabajo de Sabotage Studio vendió a menos de una semana de su lanzamiento es una prueba fehaciente de ello.
En conclusión, Sea of Stars es un juegazo de pies a cabeza que me mantuvo enganchado de principio a fin. Un RPG con una historia que me atrapó por completo, personajes cautivadores y un mundo tan colorido como serio que me hizo exclamar «wow» a cada paso dado. Se nota a leguas el esfuerzo, cariño y corazón que Sabotage Studio puso en el desarrollo. Deseo con todas mis fuerzas que este sea el comienzo de algo grande de cara al futuro. Espero con ansias una continuación de esta obra para poder recorrer este universo una vez más. Y parafraseando al mismo Archivista «camina conmigo esta noche y exploraremos la historia de una intensa aventura«. Si no lo hiciste, anímate a darle una probada, es un juego que lo merece.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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