ONIMUSHA 2: SAMURAI’S DESTINY REMASTERED – Análisis

ONIMUSHA 2: SAMURAI’S DESTINY REMASTERED – Análisis

Un clásico que envejeció como un buen vino

Onimusha 2: Samurai’s Destiny, el clásico de Capcom que combina horror y mitología japonesa, regresa con una entrega que mantiene vigente una experiencia con más de 20 años a sus espaldas


Onimusha es una saga bisagra para Capcom. En una década en la que Resident Evil, su saga de cabecera en ese entonces comenzaba mostrar señales de agotamiento, la franquicia de samurais se sintió como una bocanada de aire fresco. En los primeros años de PlayStation 2, la fórmula lucía visual y jugablemente irresistible. Mezclaba elementos típicos del survival horror con mitología japonesa, combate con armas tradicionales y habilidades especiales que la transformaron en un éxito instantáneo. Si bien la primera entrega tuvo una buena recepción, la secuela tomó riesgos logrando construir una identidad propia, con un nuevo protagonista y personajes memorables. Onimusha 2: Samurai’s Destiny Remastered nos invita a viajar en el tiempo para revivir esa época donde los juegos de acción eran más simples, no había mecánicas universalmente aceptadas y el estándar aún estaba por definirse.

La historia nos pone en la armadura de Jubei Yagyu, el protagonista de esta entrega, quien emprende una cruzada de venganza contra Nobunaga Oda, el responsable de arrasar su pueblo natal con un ejército de demonios. Sucede que este legendario general japonés reencarnó en demonio luego de su muerte oficial, y lejos de quedarse de brazos cruzados está organizando a los habitantes del inframundo para tomar el control de la humanidad. La misión es tan simple como efectiva y, a medida que la trama avanza, conocemos a otros cuatro personajes que nos ayudarán (o no) de acuerdo a cómo desarrollemos nuestro vínculo con ellos.

Estos compañeros son quienes nos ayudan cuando nos queda poca vida en una batalla importante. Además, si hacemos las cosas bien hasta podemos controlarlos. El sistema que permite hacerlo es un poco confuso o, mejor dicho, más bien oscuro. Básicamente tenemos a nuestra disposición un sinfín de objetos que podremos regalar. La gracia pasar por adivinar o intuir bien el criterio para sumar afinidad con el personaje en cuestión. Los regalos se pueden comprar u obtener a través de misiones secundarias, canjeando con otros NPC en el pueblo y hasta en cofres. Eso sí, no existe una forma de ver cuánta afinidad tenemos con ninguno de ellos.

Onimusha 2: Samurai’s Destiny Remastered Análisis

Lo cierto es que de este sistema dependen ciertos eventos de la historia, desde el desarrollo de los compañeros, pasando por secciones jugables adicionales, hasta segmentos enteros que involucran batallas, jefes y cinemáticas. En la primera partida es un poco de prueba y error, pero al terminar el juego por primera vez recibimos una tabla de eventos con el porcentaje de historias completadas y en qué momento se realizan las bifurcaciones narrativas que no experimentamos. Es una buena forma de entretenernos en las partidas subsiguientes y le añade rejugabilidad a la propuesta.

A la hora de la acción, Onimusha 2: Samurai’s Destiny ofrece una mezcla extraña entre un hack & slash y un survival horror de primera generación. El título original tenía el clásico control de tanque pero esta remasterización incluye movimiento omnidireccional. Cuesta un poco acostumbrarse y se nota que el combate está pensado para los controles tradicionales. Sin embargo, al final del día resulta mucho más intuitivo este nuevo sistema. Jubei puede utilizar las armas Oni elementales: una espada eléctrica, una lanza de hielo, un martillo pesado de tierra y una twinblade de viento. Cada una cuenta con una habilidad mágica especial que puede cambiar radicalmente el rumbo de una pelea y un par de movimientos especiales. Además podemos cargar un ataque con magia y hasta habilitar un movimiento especial si encontramos el pergamino adecuado.

Onimusha 2: Samurai’s Destiny Remastered Review

Estamos ante un juego de acción puro y duro que pertenece a una generación dorada y experimental. Es fantástico poder revivir este paso intermedio en el que convive la violencia propia del género con un rudimentario sistema de progresión que no ofrece explicaciones de ningún tipo ¿Qué pasa si mejoramos la armadura? ¿Y el guante? ¿Qué diferencia hace tener canilleras de nivel máximo? Estoy seguro de que la versión original traía un manual detallado, pero acá estamos a ciegas o a la merced de nuestro buscador de internet favorito. No es un gran problema realmente, pero llama la atención cómo eran los juegos hace más de 20 años en comparación a la ridícula cantidad de tutoriales y explicaciones que traen los lanzamientos modernos. En este sentido celebro que Capcom dejase la obra intacta, con mejoras de calidad de vida y un buen tratamiento de reescalado para adaptarlo al hardware actual.

La exploración es tan importante como el combate. Contamos con un mapa bien realizado que muestra en todo momento dónde estamos parados y que se completa a medida que exploramos, aunque también podemos encontrar uno completo si revisamos bien todos los cuartos. Pero la verdadera estrella en este campo son los puzzles que reemplazan la mayoría de las llaves típicas de la época. La mayoría son consisten en deslizar piezas para armar una figura o en acertijos tipo Sudoku. Comienzan simples, aunque se vuelven más complejos conforme avanzamos, pero nuestros esfuerzos están muy bien recompensados. Esta combinación hace que el desarrollo de la aventura tenga un ritmo bien curado y nunca se vuelva aburrida o tediosa. Además nos invita a revisitar ciertas zonas cuando conseguimos todas las armas, siempre tendremos algo pendiente por hacer inclusive en la próxima partida.

En cuanto a la dificultad, estamos hablando de un título de hace más de 20 años por lo que tiene algunos momentos complicados. Nada que no se pueda resolver esquivando o encontrando el arma adecuada para cada situación. No obstante, es posible que los recién llegados encuentren algunas dificultades. Por suerte esta remasterización cuenta con guardado automático, 20 slots para guardar partida y niveles de dificultad que garantizan una experiencia amena para todo tipo de audiencia. Además tiene segmentos opcionales, como las incursiones al inframundo, que nos permiten probar nuestra destreza con la espada y conseguir algunos ítems especiales. La mejor recompensa es una espada única con elemento de fuego que resulta de suma ayuda en los últimos jefes. Eso sí, para ello hace falta sobrevivir a 20 niveles muy desafiantes pero para nada imposibles.

La historia, los jefes, los escenarios y las interacciones son ridículamente bizarros y a la vez espectaculares. Es un juego que pertenece a una época en la que el cine de acción era explosivo, con Misión Imposible como norte absoluto del género. Una actitud polémica e irreverente que también estaba presente también en los juegos. Sin llegar al extremo que llegaría en la tercera entrega, Onimusha 2: Samurai’s Destiny combina a la perfección el setting medieval con maquinaria steampunk y unos jefes sacados directamente de una novela de terror japonesa. Fiel al estilo nipón, nuestros enemigos no dejarán de hacer el ridículo y mezclar cualidades humanas con lo demoníaco.

De esto último, me quedo con la sensación de que es un juego al que no le importa quedar bien. Y esa es una sensación refrescante. Durante las diez horas que me tomó completarlo, con todo lo opcional posible, estuve sentado al borde del sillón y disfrutando cada momento. Algo similar a lo que me pasó en su día con el lanzamiento original. Es un título que envejeció muy bien en todo sentido y que me dejó con ganas de más. Pero lo mejor es que por suerte todavía me queda mucho por hacer. Una de mis actividades favoritas es la del inframundo de puzzles donde, en lugar de batallar piso tras piso, hace falta completar una serie de rompecabezas para seguir avanzando. Una maravilla.

Onimusha 2: Samurai’s Destiny Remastered Reseña

Onimusha 2: Samurai’s Destiny sigue siendo una entrega experimental dentro de la saga pero sin dudas la que mejor se adapta a los estándares modernos. El combate es divertido, la exploración gratificante y todo mantiene un buen nivel de calidad. Esta versión incluye el espectacular doblaje japonés original (no deberían jugarlo en inglés, créanme que les arruinará la experiencia) y está completamente traducido al español latino. Además incluye los clásicos minijuegos que desbloquean cinemáticas y diseños de arte, accesibles desde el menú de extras, junto con la banda sonora, trajes especiales y varios modos de juego muy divertidos. Una remasterización que actualiza lo justo y necesario para dejar que la obra original brille con luz propia ¡Y vaya que lo hace! Celebro este lanzamiento y espero que sigan adaptando las dos entregas que faltan, en especial el espectacular Onimusha: Dawn of Dreams.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Sebastián Cigarreta

Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.


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