Como caído del cielo, entre tanto FPS de corte retro que no termina de cuajar, Mullet MadJack se presenta como una de las experiencias roguelite sumamente adictiva y divertida. Ambientado en el año 2090, en una megaciudad cyberpunk donde el consumismo llegó a niveles insospechados, el entretenimiento vía streaming es el rey y el contenido más solicitado es aquél que expone violencia y actos peligrosos a base de hazañas impresionantes. De premisa simple y unas mecánicas más que asequibles, el trabajo de HAMMER95 logra abrirse paso, a pura patada, plomo y frenetismo, ubicándose en el podio como de las mejores experiencias de 2024, demostrando que es lo que se necesita para triunfar en el género.
Ostentando un corte ‘mullet‘ y una personalidad super ‘badass‘, Jack, nuestro protagonista, firma un contrato para convertirse en un Moderador. Sin embargo, lejos de ‘banear‘ gente, deberá abrirse camino por los laberínticos pisos de un rascacielos para rescatar a la influencer más famosa del planeta, secuestrada por el líder de una banda criminal de robots multi millonarios. ¿Cómo vamos a hacerlo? disparando a todo lo que se mueva. ¿La recompensa? Un par de espectaculares zapatillas y la ovación de los espectadores. ¿La pega? Solo contamos con 15 segundos de vida (o 10 dependiendo de la dificultad) que se renovará cada vez que eliminemos a un robot o bebamos una lata de soda. El tiempo nunca fue tan valioso.
En Mullet MadJack no vamos a perder ni un segundo dando vueltas, investigando o buscando llavecitas por el escenario. El objetivo en cada nivel es claro: ir del punto ‘A’ al ‘B’, arrasando con todo, ofreciendo al público un show sin precedentes. Cada robot eliminado nos brinda valiosos segundos para avanzar por el edificio, combinando ataques y encadenando muertes, a fin de asegurar que el temporizador permanezca ‘a tope’. Al finalizar un escenario podemos elegir entre uno de tres potenciadores, como armas, mejoras o habilidades pasivas que otorguen tiempo adicional, entre otros tantos. Y es mejor estar preparados por que cada diez niveles tendremos que hacer frente a un jefe. En medio también tenemos una secuencia que rompe con el ritmo del juego, evitando que se vuelva monótono y repetitivo.
Mullet MadJack es un videojuego que busca saciar nuestra hambre de acción y no decepciona en absoluto. Nos zambulle en su universo, cumpliendo con todas las reglas básicas dignas de un buen ‘shooter‘ descerebrado. Una propuesta que con soltura y simpleza evita caer en el pozo sin fondo de títulos que lo intentan, pero no llegan a su cometido. Establece desde el principio un argumento que, sin ser una locura a nivel guión, es la excusa perfecta para invitarnos a desatar el caos. Nos desafía con el temporizador obligandonos a mantenernos en constante movimiento y sin respiro.
Lo mejor es que ofrece una variedad de armas que no resulta redundante y mejoras que cambian por completo el estilo de juego. Y si bien estas se eliminan luego de completar cada capítulos, nunca se torna aburrido o cuesta arriba el comenzar de cero. Naturalmente, a medida que avancemos, comenzarán a aparecer enemigos más duros y obstáculos que pondrán a prueba nuestros reflejos para evitar recibir daño excesivo o caer al vacío en una muerte segura. Y como dato adicional, podemos realizar ejecuciones con armas a melee, que se sienten extremadamente satisfactorias, tanto por las animaciones que las acompañan, como por aumentar nuestro temporizador.
Un aspecto que destaca muchísimo es la inspiración de Mullet MadJack en el cine, música y videojuegos de los ’80 y ’90. Las referencias son más que evidentes para todos aquellos cultivados en franquicias que hoy en día se consideran obras maestras de culto. Estos guiños están por doquier y son maravillosos, rindiendo tributo a obras como Akira, They Live, Terminator, Demolition Man, y un largo etcétera. Incluso hasta guarda un lugarcito para joyas más contemporáneas como Drive. Prestando un poco de atención es posible identificar estos deliciosos detalles en pantalla, algo que sin lugar a dudas activará el sentimiento de nostalgia.
El apartado visual es otro de los aspectos en que brilla el título. La estética es alucinante, con un arte basado en el anime, repleto de imágenes parpadeantes con colores estridentes que bien justifica el mensaje de advertencia del inicio por posibles episodios epilépticos. Sonoramente no se queda atrás. De hecho, podría decirse que es la guinda sobre el pastel. Todo el frenetismo de la jugabilidad se apoya sobre una banda sonora New Retro Wave que se traduce como el aditivo perfecto para mantener nuestros niveles de dopamina en lo más alto. Sumado a ello, los mensajes en pantalla, los comentarios de Jack, y la voz que evoca nuestras hazañas, es adrenalina pura desde el inicio.
Es menester mencionar que, en las dificultades más altas, resulta frecuente el quedarse estancado. Sucede que todos los niveles, excepto los enfrentamientos con los jefes, están pensados para completarse en cuestión de segundos. A veces sucede que un escenario resulta demasiado enrevesado, mientras que en otras quizá se deba a un problema de diseño del entorno, o incluso hasta por un salto demasiado complicado que demanda de varios intentos. De todos modos, son excepciones. Entonces, tras una hora de juego es fácil notar cuando estamos demorando más de la cuenta. Llegará un punto en que, sin ver el cronómetro en pantalla, sabremos cuando transcurrió más de un minuto. En promedio, completar un piso puede tomar unos 45 segundos aproximadamente.
Una vez finalizado el título poco o nada resta por hacer con la campaña principal, al margen de desbloquear todos los logros. Eso o pasar algo de tiempo en el modo infinito rankeado donde se combinan todos y cada uno de los peligros y enemigos que enfrentamos en el modo historia. La diferencia es que aquí las armas y habilidades sólo se retienen por diez pisos. También en que podemos dejar grabado nuestro nombre en lo más alto de la tabla de puntuación. Como dato de color, podemos hacer un ‘unboxing‘ digital del propio juego y apreciar -al menos de forma virtual- cómo se vería una edición física de este. Algo que, siendo sincero, se antoja muchísimo.
Mullet MadJack es un ‘shooter‘ que difícilmente deje indiferente a nadie. Pocas cosas se le pueden reprochar al trabajo de HAMMER95, puesto que todo lo hace de manera excepcional: apartado gráfico, arte, sonido, actuación de voz, humor negro y mecánicas. Existe algún que otro detalle puntual en la traducción, pero nada grave. Es una propuesta que nos inyecta adrenalina directamente en las venas, con una experiencia frenética que se disfruta de principio a fin. Una aventura que pasa velozmente por nuestras vidas, con escenas que brillan gracias a su espectacularidad. El lío en pantalla, los efectos visuales y sonoros, convergen en una obra digna de los ruidosos y, a la vez hermosos, arcades de los ’90.
Sobre Darío Gadea
Sniper de pura cepa. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave. Cuando no esta leyendo algo perturbador esta jugando a Age of Empires II
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