Desde las frías tierras nórdicas, pasando por el Japón Feudal, hasta llegar a los nostálgicos años ‘80, la saga Kingdom supo llevarnos a estos diferentes períodos históricos con un objetivo en común: Detener a los ávidos. Con Kingdoms Two Crowns: Call of Olympus, Raw Fury amplía lo mejor que la serie tiene para ofrecer al tiempo que añade nuevas mecánicas. De este modo, nos encontramos con un DLC sólido que añade una buena cantidad de contenido a un título ya de por sí muy completo. Y como no podía ser de otro modo, manteniendo la filosofía clásica de la serie, de enseñarnos a través de una jugabilidad que prácticamente prescinde de textos y tutoriales, a la vez que nos invita a descubrir la Antigua Grecia con sus mitos y leyendas.
Kingdoms Two Crowns: Call of Olympus mantiene intacta la mecánica base del juego, que consiste en recolectar oro e invertirlo para hacer crecer nuestro reino. Con unas pocas monedas podemos levantar un campamento, reclutar aldeanos y convertirlos en las milicias que en el día dedican tiempo a cazar, y por las noches a defender las murallas ante los embates de los ávidos. Eventualmente vamos a tener que pasar al ataque a fin de destruir los portales de invocación, y construir el barco que nos llevará a la siguiente isla. Tan simple y sencillo como de costumbre.
De más está decir que tanto las unidades, como los edificios y paisajes, presentan varios cambios estéticos. Los arqueros ahora son reemplazados por soldados con hondas, mientras que los lanceros se convierten en temibles hoplitas. Por su parte, las monturas incluyen criaturas mitológicas del calibre de la Quimera, el temible Cerberus, o Aracne. Cada una cuenta con sus características y habilidades particulares, las cuales resultan de gran utilidad durante las batallas. Cabe destacar que el pixel art que presenta el DLC mantiene el fantástico nivel de calidad que tanto caracteriza a Kingdom. Sin embargo, se nota una clara mejora en los fondos que, probablemente, sean los más bonitos al día de la fecha.
Uno de los grandes cambios en Kingdoms Two Crowns: Call of Olympus es que la progresión es menos lineal. Es decir, como de costumbre comenzamos en una isla pequeña -que paralelamente funciona como tutorial- y desde ahí podemos movernos a la siguiente. La diferencia, es que ahora podemos elegir específicamente hacia cuál de las cuatro disponibles vamos a querer navegar. Si bien parece un detalle menor, es algo que se agradece, por que rompe con la linealidad de los anteriores DLC, e incluso del juego base. Además, luego de completar cada una de las islas ‘menores’ se desbloquea una segunda mucho más grande y desafiante.
Las islas están dedicadas a diferentes deidades: Atenea, Artemisa, Hermes y Hefesto. En cada una de ellas, además de destruir los portales que escupen ávidos por las noches, también debemos recuperar una serie de reliquias que tenemos que regresar al templo de cada dios. Un detalle que también marca un cambio significativo para la saga, es que las mejoras tecnológicas se encuentran en las islas grandes y aparecen de forma ‘aleatoria’, dependiendo de cual visitamos primero. Por lo tanto, independientemente de dónde vayamos, siempre vamos a desbloquear la mina de hierro primero, y luego la de hierro.
Conforme completamos las ocho islas iniciales, vamos a poder acceder a otras dos que conducen al final del juego. Aquí es donde Call of Olympus presenta sus mejores cartas, dado que es el primer DLC en añadir batallas contra jefes. Si bien a esta altura todo fanático de la saga estará al tanto de ello, de seguro existen muchos jugadores que prefieren descubrir esto por su cuenta. Por lo que evitaré profundizar en este aspecto a fin de no hacer ningún spoiler. Sólo diré que dichos enfrentamientos se sienten como un soplo de aire fresco, dado que reemplazan el reiterativo sistema que comprendía en hacer estallar barriles explosivos para erradicar a los codiciosos ávidos del mapa. Indudablemente, uno de los agregados más interesantes de este paquete de contenido.
A todo lo mencionado también se incluyen varios secretos y detalles destacables. Ahora podemos cumplir misiones para ganarnos el favor de los dioses y acceder a poderosas bendiciones. Ejemplos de ello son el Martillo de Hefesto puede potenciar a nuestras tropas añadiendo llamas a sus armas, o el Bastón de Hermes nos permite convertir a un enemigo en un aliado temporal. Por otra parte, también tenemos los Trirremes; las famosas embarcaciones griegas extremadamente útiles para llevar unidades de una isla a la otra. Si bien lo mencionado no es nada de otro mundo, al final del día son pequeños añadidos que marcan una diferencia sustancial en términos jugables.
Kingdoms Two Crowns: Call of Olympus es un DLC que no se aparta de la fórmula clásica de la saga, pero que paralelamente experimenta con ella mediante la introducción de nuevas mecánicas. Esto último es un gran punto a favor, puesto que evidencia que Fury Studio sigue trabajando en mejorar su trabajo, arriesgando y proponiendo cosas diferentes. Por lo demás, es un excelente agregado para un título que todavía tiene mucho para dar. Sin lugar a dudas, estamos frente a una gran excusa para regresar -o también descubrir- uno de los mejores juegos dentro de su género.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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