Cuando hablamos del concepto de ‘simulador’, estamos haciendo referencia al supuesto de reproducir actividades laborales reales, con la mayor verosimilitud posible. En el caso de Autopsy Simulator, tal como su nombre lo indica, la propuesta gira en torno a la simulación de una morgue, donde el juego brilla gracias a un despliegue técnico y metodológico muy abarcativo sobre la ciencia forense. Esto no sólo comprende una completa disección de las distintas partes del cuerpo, sino también la manipulación minuciosa de fluidos viscerales y realización de expedientes policiales. Sin embargo, el trabajo de Woodland Games presenta un eje narrativo que lo aleja de la simulación. Uno que nos permite ser testigos de la neurosis de Jack, protagonista del título y maestro de ceremonias en esto de desanudar los misterios que se esconden detrás de cada cadáver.
Lo interesante de Autopsy Simulator es que logra sostenerse de forma inmersiva, pero siempre desde la perspectiva de Jack. Mientras realiza su labor forense, relata absolutamente todo: Sus necesidades personales, pesadillas, temores y -en especial- su pérdida. Gracias a dichos factores, su historia personal se entremezcla con la actividad que desempeña. Eso sí, siempre manteniendo un lenguaje técnico que nos acompaña a cada paso que damos, enfatizando todo lo que estamos haciendo al manipular un cadáver, como los razonamientos, las hipótesis y la experimentación. Dichos elementos conforman la piedra angular del disfrute y sobre la que se construye cada capítulo.
Todo en el juego resulta muy metódico. Cada acción está detallada paso a paso, dando la sensación de que estamos trabajando en un entorno bien cuidado, controlado, y sin errores. Al igual que en un verdadero laboratorio, el silencio predomina. La diferencia es que aquí escuchamos a Jack narrando cada uno de los ‘movimientos’ que llevamos a cabo. Casi podría decirse que su voz contribuye a hacernos sentir como un desquiciado hombre de ciencias, trastornado por los traumas que nos persiguen de cerca. Así que, más píldoras por favor, para acallar las voces en la cabeza.
En cierto punto es histérico, pero, el despliegue atmosférico de estar situados en la morgue, como una guarida donde el trabajo hace que las piezas de la historia poco a poco se acomoden, mientras el juego añade más variedad de tareas, es sumamente satisfactorio. Los puzles en sí son sencillos, aunque siempre presentan variantes. Esto se debe a que las partes del cuerpo varían, por lo que en ocasiones analizamos órganos, mientras que en otras fluidos o huellas. La idea consiste en confirmar las hipótesis acerca de cada muerte. La combinación entre lo digital y los elementos realistas, como las fotografías de los expedientes, es un deleite, y la interfaz de lo más sencilla.
Paralelamente, la propia narrativa nos empuja a escuchar, seguir, ser, sentir y sufrir como Jack. En este sentido, también es donde se encuentra la mayor debilidad del juego. Estoy hablando de la forma en que el protagonista manifiesta sus emociones. El tono vocal está bien elegido, y funciona, no obstante, el estado emocional entre determinadas secuencias es notoriamente dispar. Es decir, el tipo tiene un ataque de histeria, y al segundo retoma la completa compostura, sin una transición en la interpretación emocional de la voz. Esto es algo que sucede en reiteradas ocasiones, provocando que la inmersión conseguida con el resto de elementos decaiga notablemente.
Por lo demás, Autopsy Simulator es un juego sumamente riguroso y con un exquisito nivel de atención por el detalle. Nos corresponde a nosotros abrir los cadáveres, aserrar los cráneos, extraer los órganos, tomar fluidos para analizar, redactar informes sacando conclusiones y tomar fotografías. También tendremos que verificar el estado de los fluidos, confirmar el estado quimico o biologico de alguna sustancia, mirar por el microscopio, analizar muestras, tomar moldes dentales, revisar el registro de huellas, y hasta examinar la ropa y elementos que acompañan a los cuerpos. Por supuesto, las tareas de médico forense incluye sacar la basura y leer mensajes recibidos por fax. Pero ojo, que estas son tan sólo algunas de las muchas tareas que debemos realizar, puesto que hay muchas más.
El espacio, el laboratorio, los recorridos y transiciones que uno hace en el escenario, logra sin esfuerzos plasmar un thriller policial genuino que entremezcla la vida personal de Jack, su departamento, la morgue y el laberinto de su mente. Cabe destacar que la experiencia resulta algo lineal ya que en el modo historia estamos totalmente guiados por las manos del protagonista. Al fin y al cabo, entre tantas opciones y herramientas, sería realmente desafiante hacer este trabajo por uno mismo sin ayuda. Además, ofrecer libertad para experimentar carecería de sentido desde el punto de vista narrativo, porque estaríamos asumiendo el rol de un médico forense que no sabe cómo hacer su trabajo. Lo bueno es que Woodland Games prometió añadir el ‘Autopsy Only Mode‘, que me hace pensar en el gran desafío y potencial de la propuesta de cara a futuro.
Autopsy Simulator es excelente a nivel técnico y brilla a la hora de plasmar con sumo rigor la tarea de llevar a cabo autopsias forenses. En ese sentido es genial gracias al despliegue que hace de esta ciencia, y también por presentar un nivel de inmersión que llega al punto de que casi podemos sentir los olores de una morgue. Es un juego que además de mantener el suspenso consigue enseñarnos especificidades de una disciplina humana fascinante, aunque muy poco explorada en el medio. De cualquier forma, es el modo ‘Autopsy Only Mode‘ la herramienta que el juego necesita a fin de ahondar en el concepto de simulación. De permitir a los jugadores el poder aprender y experimentar. Al margen de ello, sea por la ciencia o por el morbo, la propuesta no sólo resulta interesante, sino que cumple con creces abordando la temática.
Sobre Exequiel Morgendorffer
Lic. en Artes Escénicas. Stremer y profesor, me gusta la filosofía, lo audiovisual y los placeres de la vida. De La Rioja, Argentina.
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