La taberna es el punto de encuentro por excelencia de todo RPG. Es allí donde los compañeros de armas suelen conocerse, dando inicio a innumerables aventuras. Por dicho motivo, y en un intento de expandir aún más la propuesta de Wartales, Shiro Games apuesta por añadir un toque de simulación y gestión al excelente RPG, permitiéndonos regentear nuestro propia taberna. No obstante, dicho de forma brusca y sin rodeos: The Tavern Opens! resulta difícil de recomendar. Es un añadido muy particular, interesante aunque no demasiado profundo, que se siente prescindible, e incluso -me atrevería a decir- algo decepcionante.
The Tavern Opens! nos da la posibilidad de abrir nuestra propia taberna. Aunque parece una idea algo ‘alejada’ al concepto de juego origina, no desentona en absoluto. Más si tenemos en cuenta que una de las virtudes de Wartales es la libertad que ofrece respecto al rumbo deseemos tomar en el largo camino al éxito de nuestra compañía de mercenarios. Ya el primer DLC nos permitía embarcarnos en los mares añadiendo mecánicas completamente nuevas, y esta segunda pieza de contenido sigue con la misma tónica pero enfocada mas en la gestión, y menos en la exploración y el combate.
Ahora, si bien la idea funciona a nivel básico, lamentablemente carece de la complejidad suficiente como para que resulte una experiencia totalmente nueva y propia. Dicho de otro modo, el contenido que ofrece el DLC se siente poco mas que un pequeño añadido, una mecánica nueva secundaria con la que interactuar mediante la inversión y obtención de recursos. Pero, al margen de ello, nunca gana la consistencia suficiente como para convertirse en un verdadero plato fuerte.
En The Tavern Opens! podemos regentear nuestra propia taberna. Es decir que la ‘acción’ se aleja del mundo abierto de Wartales para llevarnos al interior de un establecimiento en decadencia. Lo primero es elegir el nombre y a partir de ahí será posible modificar las instalaciones, preparar el menú y administrar los recursos necesarios para mantener el negocio a flote. Además tenemos que contratar y asignar empleados y ajustar precios. De más está decir que todos los recursos invertidos en el emprendimiento regresarán en forma de ganancias que podemos usar para mejorar nuestra compañía de mercenarios.
Por otra parte, también es posible atraer a determinado tipo de público al establecimiento, pudiendo convertirlo en el rincón más reluciente de la ciudad, o en un tugurio lleno de bandidos. En ese sentido, las posibilidades están a la orden del día. Y a todo esto, resulta interesante que la gestión no interfiera demasiado con todo lo relacionado fuera de la taberna. Tal es así que Shiro Games parece haber diseñado el contenido como para no alejarnos lo suficiente del juego base, y más como un incentivo adicional para mantenernos ocupados entre batalla y batalla.
La taberna también ofrece otros beneficios fuera de lo monetario. Por ejemplo, la capacidad de entrenar a nuestras tropas en distintas profesiones de manera pasiva. Todos los elementos funcionan bien y se nos da la libertad suficiente como para administrar nuestro establecimiento a gusto. El problema es que nunca se convierte en una experiencia en si misma. No llega al nivel de complejidad que ya de por sí ofrece el propio Wartales, o incluso el anterior DLC. Al final, volvemos a lo mismo: no deja de sentirse como otra actividad secundaria entre las tantas que ofrece el juego.
La dificultad a la hora de recomendar el DLC viene por esa falta de profundidad y lo especifico de su temática. Quien no tenga interés en todo lo que sea gestión, no encontrará mucho de lo que agarrarse aquí. Por otro lado, si lo que se busca es una experiencia mucho más centrada en la administración de recursos y la simulación, la falta de complejidad puede llegar a sentirse decepcionante. En otras palabras, es un contenido que queda a medias tintas, puesto que no nos permite centrarnos en la taberna al 100%, ni mantener una vida pacifica lejos de la violencia. O quizá esto último sí, pero sólo por un ratito.
The Tavern Opens! es un DLC pequeño, con un contenido muy particular y especifico. Suma para quien quiera más Wartales, pero que difícilmente llegue a satisfacer a todo aquel que busque una experiencia profunda. Cierto que es que contamos con varias opciones de personalización y algo más para hacer cuando necesitamos tomar un respiro del combate. Lo bueno es que no hace falta comprometerse con algo que no deseamos. Tampoco se justifica comenzar una partida de cero, sólo para gestionar el establecimiento. Al fin y al cabo, es un añadido opcional y no un juego completo. La recomendación sería esperar a una buena rebaja antes de abrir las puertas de la taberna.
Sobre Mariano Daneri
Me gustan las milanesas con fideos.
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