WARHAMMER 40,000: DARKTIDE – Análisis

WARHAMMER 40,000: DARKTIDE – Análisis

Por ahora, solo promesas

Warhammer 40,000: Darktide es el nuevo trabajo de Fatshark que tiene todo para ser un gran juego pero que, de momento, se queda tan solo en promesas y poco más


Me cuesta comenzar a escribir este análisis. Casi diría que me duele y que posiblemente, en un año, debería volver a revisarlo ya que las cosas pueden cambiar. Pero hoy por hoy, solo puedo decirles que Warhammer 40,000: Darktide es un juego que me despierta sensaciones contradictorias. Porque es un muy buen videojuego, y a la vez es muy frustrante. De hecho, es decepcionante. Fatshark, que tiene sobre sus hombros la serie Vermintide, traslada la fórmula a la ambientación 40K. Y cuando el historial del estudio debería marcar el punto de partida de algo grande, al final termina siendo ese el único elemento del cual aferrarse. Casi como un rayo de esperanza, ante un lanzamiento que deja mucho que desear.

Ya desde su beta abierta, unos quince días antes del lanzamiento, el estado del juego era prometedor, sí, pero preocupante. Por un lado el tener una base de juego sólida me hacía pensar que todo mejoraría de cara a su versión final. Pero no fue tan así. A ver, que se entienda que no es lo peor que he jugado, pero sí una decepción. Especialmente porque era uno de los títulos que más esperaba de 2022. En fin, el combate se siente bien, especialmente cuando enfrentamos a las hordas masivas que Darktide nos tira a la cara. 

Las distintas clases que se pueden elegir tienen suficiente distinción entre sí como para que cada personaje adopte un rol específico. Algo que se agradece debido a que aporta variedad a la experiencia. Además, el juego también se ve y escucha fantástico, transmitiendo en cada detalle la estética 40K del universo Warhammer. Si bien es cierto que la optimización deja mucho que desear, haciendo que corra de manera inestable incluso con ordenadores de alta gama -algo que han reportado varios usuarios-, no quita el hecho de que visualmente quita el aliento.

El problema, durante el periodo de beta, era la falta de contenido. Llamémosle ausencia de una campaña interesante y de un sistema de progresión medianamente profundo. En ese momento pensé «Siendo una beta, es de esperar que no se tenga acceso a todo el contenido». De hecho, se nos había informado de ello. Pero, Flashfoward al día de salida y la única adición al juego fue -redoble de tambores- la tienda de cosméticos. 

Obviamente, que esta haya sido la única nueva funcionalidad, de todas las ausentes durante la beta, que se sumó el día de salida, no puso a los fans muy contentos. Fans entre los que me encuentro. Pero para peor, a esto se le suma el abusivo sistema de precios de dicha tienda, más una notable caída en la ya mala performance. Algo que definitivamente no me hizo para nada feliz.

Al ver que cada día el juego se iba actualizando, decidí tomarme un poco más de tiempo antes de escribir estas líneas. Nuevamente se me vino a la mente el que seguramente una actualización llegaría en breve para añadir todo aquello que se prometía. Bueno, al día de hoy, el juego sigue siendo una promesa sólida pero que parece todavía estar en una etapa temprana de early access. Honestamente, todavía no entiendo porqué no se comercializó en dicho formato. Porque la jugabilidad está ahí y funciona, pero necesita de elementos que le permitan moverse dentro de una estructura.

Warhammer 40,000: Darktide

Warhammer 40,000: Darktide promete una campaña con una narrativa fuerte, tanto en la cinemática de inicio como en la primera misión. Pero como con todo, estas promesas quedan en eso: En promesas. Luego de este comienzo fuerte, la historia se reduce a alcanzar X nivel para ver una cinemática de quince segundos en la cual se nos ordena llegar otro nivel para poder ver otra cinemática. Este círculo se repite hasta que finalmente llegamos al nivel máximo y la «historia» simplemente termina. Concluye de forma anticlimática, con un giro argumental que sale de la nada y cuyo impacto es absolutamente nulo.

La progresión es bastante decepcionante también. Salvo en situaciones extraordinarias, al finalizar una misión no se obtiene loot. Solo se recibe dinero, que se utiliza para conseguir equipo, mediante una tienda que reinicia su stock cada una hora, y experiencia que, como podrán imaginar, se usa para subir de nivel. El detalle es que esta última se vuelve totalmente inútil una vez llegamos al nivel máximo. Esto genera que -por el momento- el endgame en Darktide se resuma a loguear cada 60 minutos a ver que items nuevo hay en la tienda. Más que nada porque repetir misiones se vuelve irrelevante debido a que la experiencia no tiene uso, no hay recompensas en forma de armas u objetos, y el dinero sobra.

Warhammer 40,000: Darktide powers

Fatshark también añadió un sistema de crafteo, una idea interesante. El tema es que, al momento de escribir esta reseña, no está implementado en su totalidad por lo que es difícil poder evaluarlo. Fabricar cosas está bien, sin embargo, el problema relacionado a esto es que los materiales no se comparten entre personajes. En lo personal, este criterio de diseño me quitó ese incentivo de tener personajes secundarios pues supone prácticamente empezar de cero.

El sistema de selección de misiones en Warhammer 40,000: Darktide también es frustrante y, como tantas otras cosas, le termina jugando en contra. Acá no elegimos las misiones que queremos, si no que tenemos que seleccionar la disponibles en una lista que se va actualizando cada cierta cantidad de tiempo. Encuentro esto especialmente frustrante más cuando hay contratos o logros que exigen hacer misiones específicas pero que no aparecen en la lista durante horas o incluso días. Tampoco ayuda ni incentiva el tener desafíos semanales, que realmente ofrecen poca recompensa para el esfuerzo que conllevan.

Warhammer 40,000: Darktide fight

Podría extenderme mucho más hablando de cada elemento frustrante del juego, porque son muchos. Y es una lástima, porque creo que hay algo muy bueno, pero que le falta tiempo de cocción. FatShark logra, a través de la música y el arte, retratar el mundo Warhammer 40K en lo que considero una de sus mejores representaciones. El combate importado de Vermintide funciona y se siente mejor que nunca. El juego ES divertido, pero lamentablemente la sensación con la que me quedo es que, a día de hoy, no hay mucho que hacer en él. Sin duda con el tiempo se pulirán detalles y añadirán todos los elementos ausentes que el título desesperadamente necesita. Cuando eso suceda, les aseguro que seré el primero en decir que Warhammer 40,000: Darktide es un gran videojuego. Lamentablemente, ese día no es hoy. Y muy a mi pesar, lo veo lejano en el horizonte.


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Sobre Mariano Daneri

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