VERITUS – Análisis

VERITUS – Análisis

La espera valió la pena

Veritus, lo nuevo de Colorgrave, expande el cautivador universo establecido en Prodigal, con una propuesta que enfatiza en la narrativa sin descuidar la jugabilidad que tanto los caracteriza


Desde que Prodigal vio la luz en 2020, quedé completamente fascinado los personajes, la ambientación, y el mundo creado por Colorgrave. Desde entonces, aguardé con ansias el tener una nueva posibilidad de conocer más acerca de este fantástico universo. Y estimo que no fui el único, puesto que el primer trabajo del estudio cosechó una buena cantidad de adeptos. Luego de 4 años de larga espera, finalmente podemos convertir dicho sueño en realidad gracias a Veritus. Se trata de una continuación que sigue con la historia establecida, pero muchísimo tiempo después, donde nos adentramos en el misterioso castillo homónimo, acompañados de un particular elenco de personajes que nos ayudarán a descubrir los secretos que alberga su interior. Una entrega que enfatiza en la narrativa, pero sumando nuevas herramientas y mecánicas que jugables, que se conjugan en una secuela muy bien planteada y sumamente entretenida.

La historia de Veritus comienza en mitad de una travesía. En el título seguimos los pasos de Oran, un aventurero escogido para formar parte de un grupo especial. Nuestro protagonista tiene una misión clara: adentrarse al castillo del dios de las sombras con el objetivo de poner fin a la noche sin estrellas. No se puede mencionar mucho de la trama sin caer en territorio de spoilers, por lo que sólo me limitaré a decir que se trata de una maraña de secretos que hay que deshilachar de a poco. Es el apartado más fuerte, ya que el trasfondo del universo de Colorgrave es vasto y se siente en constante crecimiento. De hecho, es de esperar que se expanda en futuras entregas.

Quienes jugaron a Prodigal, desde el inicio se encontrarán con mecánicas fácilmente reconocibles, pero también con añadidos innovadores que consiguen sorprender gratamente. Contamos con una interesante variedad de equipamiento, que va desde lo más básico a herramientas avanzadas que proporcionan diferentes habilidades. En primer lugar, tenemos un pico con el que podemos abrirnos paso a través de enemigos y rocas por igual, un par de botas con diferentes funciones, y la posibilidad de equiparnos con un objeto secundario como un brazalete o una espada. A todo esto se suman una serie de amuletos que cambian el funcionamiento del ataque cargado que puede realizar el protagonista.

Veritus Review

El pico puede reemplazarse por versiones más poderosas. Algunas nos permitirán causar más daño, mientras que otras aportarán modificadores que aumentan la fuerza de acuerdo a nuestro indicador de vida. En cuanto a las botas, la función cambia dependiendo del material con que las fabricamos, brindando efectos como, por ejemplo, no resbalar en el hielo. Las armas secundarias y los amuletos son uno de los añadidos más interesantes en Veritus. El guantelete nos deja repartir puñetazos a diestra y siniestra, con un ataque de salto incluído, mientras que con el brazalete podemos levantar enemigos y arrojarlos contra sus compinches. Finalmente, los amuletos brindan diferentes ataques cargados, desde el clásico movimiento giratorio, hasta uno que directamente nos teletransporta hasta el enemigo.

Lo interesante es que durante la aventura no estamos sólos ya que a lo largo del camino se nos unirán algunos acompañantes. Una adición muy bien recibida, ya que pueden prestarnos ayuda en combate, o consiguiendo ingredientes. Gracias a su apoyo podemos acceder a mecánicas adicionales, puesto que cada miembro del grupo cumple con un papel específico. Tenemos a Yoru, una chica azul y algo extraña, que tiene la capacidad de fabricar equipamiento (tanto picos, como botas) para nuestro protagonista, añadiendo diferentes modificadores a las herramientas. También puede otorgarnos bonificaciones pasivas mediante canciones de encantamiento que sirven para conseguir más dinero, o tener chance de curarnos luego de derrotar un enemigo, entre otras tantas.

El sistema de fabricación de Veritus es un más complejo de lo necesario. Básicamente consiste en escoger tres materiales y facilitarselos a Yoru para que cree algo. El problema es que no contamos con planos o indicio alguno que nos faciliten tan siquiera una pista acerca de lo que creará. Afortunadamente, contamos con Zaegul, un comerciante que regresa de Prodigal para ayudarnos con el reabastecimiento de materiales. Si bien no considero que esta sea la mejor opción, lo cierto es que ayuda a ahorrar tiempo en la recolección de recursos. Es decir, si por casualidad creamos algo y no nos gusta, podemos juntar dinero y comprar lo necesario para fabricar otra cosa.

Otro de los camaradas, cuya ayuda resulta invaluable, es Sonny, un cocinero afable que puede preparar una gran variedad de alimentos con los ingredientes que encontramos por el castillo. Es a través de esto que podemos obtener mejoras para nuestras habilidades, lo que dependerá del platillo en cuestión. Gracias toda esta combinación de sistemas, tanto el combate como la exploración se sienten geniales. Mención especial para los combates contra jefes, que cuentan con mecánicas propias que añaden un reto adicional. Eso sí, la curva de dificultad se siente notablemente afectada por los objetos equipados. En ocasiones sucede que creamos algo cuyo poder está por encima de la zona que nos encontramos explorando, facilitando mucho las cosas. Sin embargo, cuando por error reemplazamos un poderoso pico por otro inferior, cualquier situación sencilla puede transformarse en un verdadero infierno. Aún así, ambos apartados se dejan disfrutar.

Veritus hace mucho hincapié en la narrativa, ofreciendo numerosos detalles acerca del mundo y su trasfondo, ya sea a través de conversaciones con residentes del castillo o con nuestros acompañantes, o escondido detrás de polvosos libros. Sin embargo, el estudio nunca descuida la jugabilidad que tanto los caracteriza. La exploración, es otro de los puntos fuertes del título, e incluso considero que se encuentra por encima de la de los anteriores juegos de Colorgrave. Es notable la evolución, puesto que ahora los cuartos secretos abundan, como así también los rompecabezas, enigmas, o las puertas que sólo se abren luego de cumplir con determinados requisitos específicos.

Es una pena que Veritus deje de lado algunas mecánicas muy interesantes, como el sistema de romance que supimos ver Prodigal, el cual se extraña mucho. No obstante, consigue balancear estas carencias enfocándose en la historia y el combate, en su rico lore, y en la construcción del mundo. También hay una notoria mejora en el apartado artístico, donde destacan particularmente los sprites y retratos, que presentan un mayor nivel de detalle. En cuanto a la música, se mantiene tan increíble como la de los anteriores trabajos de Colorgrave. La frutilla del postre la pone la actuación vocal, que si bien resulta acotada, añade un toque muy lindo al juego en general.

Veritus Análisis

Es gracias a todo lo mencionado que Colorgrave consigue cautivar con una misteriosa pero entretenida aventura de corte retro, pero modernizada, con personajes intrigantes y una jugabilidad tan variada como divertida. Veritus es la prueba fehaciente de lo que un estudio con dedicación, talento y mucha pasión puede conseguir. En lo personal, no veo la hora de conocer cuál es el próximo trabajo que tienen entre manos. Lo mejor es que nuevamente nos dejan con ganas de más y de seguir descubriendo el siempre creciente universo de Prodigal. Sin lugar a dudas, un videojuego muy recomendable al que vale la pena dar una oportunidad.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre David Cedres

Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.


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