¿Vale la pena jugar a Tails of Iron a día de hoy?

¿Vale la pena jugar a Tails of Iron a día de hoy?

Las 3 claves de su éxito

Luego del anuncio de Whiskers of Winter, regresamos al mundo de Tails of Iron para redescubrir el soulslike de Odd Bug Studio y analizar qué es lo que lo hace tan especial


En Australia unas ratas aprendieron con precisión quirúrgica a comer sapos venenosos. Si, unos simples roedores descubrieron que órganos del cuerpo de los sapos poder comer, sin morir en el intento. De acuerdo a lo compartido por la BBC, se trata de una especie de rata acuática que está logrando aquello que los científicos no fueron capaces de hacer en los últimos años: detener el avance del sapo de caña, una especie libera un veneno mortal cuando es devorada por otros depredadores. Lo curioso es que si trasladamos este contexto a un videojuego, obtendremos un videojuego llamado Tails of Iron.

Tails of Iron es un soulslike en 2D desarrollado por Odd Bug Studio, publicado por United Lebels y CI Games, la misma editora de The Lords of the Fallen. Recuerdo que cuando lo jugué, allá por 2021, quedé con un sabor agridulce debido a lo tosca que se siente la jugabilidad por momentos y al hecho de verme obligado a recorrer una y otra vez las mismas partes del mapa. Sin embargo, la cosa fue cambiando a medida que la aventura progresaba. Pero ¿Por qué? ¿Cuales son esos elementos en los que el juego destaca? ¿Que lo convierte en una propuesta a tener en cuenta a día de hoy?. Para dar respuesta a todo ello, vamos a diseccionar el juego, tal como hacen las ratas con los sapos australianos.

Tails of Iron Review

1-Es un soulslike que entiende el género en términos de jugabilidad

Tails of Iron entiende lo que es un soulslike y si bien no todo es dificultad en el género, es uno de los ingredientes necesarios que confieren a cualquier experiencia afín ese toque particular que nos llena de satisfacción cuando superamos un gran desafío. No debemos dejarnos engañar por la frágil imagen de un ratoncito, porque es un juego que pone a prueba nuestra paciencia, reflejos y concentración. Nuestro protagonista puede esquivar, hacer parrys y hasta usar una especie de ‘Estus’ para curarse. Por su parte, los enemigos son despiadados y cuentan con patrones de ataque que estaremos obligados a descifrar para poder vencerlos.

Los combates son cuerpo a cuerpo y tenemos a disposición diferentes tipos de armas como espadas, mazos, lanzas y hachas, y escudos también. Nuestros enemigos, naturalmente, pueden hacer uso del veneno y otros elementos para complicarnos más las cosas. De hecho, los anfibios que representan la mayoría de los enemigos en Tails of Iron, son rivales aguerridos, fuertes y desafiantes. Además, el aspecto tribal que el juego les otorga, les confiere una aura de ferocidad y temeridad única.

2-Una ambientación espectacular y vistosa

Por otro lado Tails of Iron ofrece una ambientación mohosa, sucia, lúgubre, y oscura. Tan sólo basta con imaginar el hábitat en que las ratas y las ranas se mueven. La paleta de colores donde predominan el verde y el negro, generan un balance entre repudio y placer; algo que por suerte no estamos obligados a oler. Sin embargo, si algún día los videojuegos evolucionan al punto de llegar a estimular el sentido del olfato, estaría muy interesante jugarlo bajo dichas condiciones.

Pero volviendo a la ambientación en sí, el trabajo de Odd Bug Studios es fantástico. En pocas palabras, los escenarios, la decoración, los colores, y la inmersión están muy bien logradas. Además, no todo son alcantarillas y suciedad, pues también podemos visitar castillos y aldeas, que parecen lugares muy acogedores. Y no podemos olvidar pasar por alto al narrador de la historia, que ayuda a sumergirnos en este mundo, que no es ni más ni menos que Doug Cockle, el actor que pone voz al mismísimo a Geralt de Rivia.

3-Una historia simple, pero atractiva

La historia de Tails of Iron se siente como una novela de dedicación, sacrificio, venganza y retribución. Este es un tópico que rara vez falla y que, por el contrario, engancha mucho al jugador. Pero como bien decía Don Ramón en El Chavo del 8, ‘la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena‘, aunque vende bien. El título nos pone en el papel de Redgi, el heredero al trono de las ratas, cuya misión consiste en restituir el reino desterrando al despiadado clan de las ranas y su líder: Verruga Verde.

Impulsado por una incontrolable sed de sangre, nuestro protagonista buscará vengar la muerte de sus seres queridos, mientras echa a patadas a las ranas que lo han conquistado todo. En general, toda la temática de Tails of Iron parece estar impregnada de un toque infantil. De hecho, en algunos momentos parece un cuento para niños. Un punto que puede llegar a desconectarnos un poco de la experiencia. No obstante, también es un videojuego violento y crudo. Redgi no dudará en cortar cabezas, destripar o hundir una lanza en el pecho de un reptil, con tal de llevar a cabo su cometido.

Tails of Iron Análisis

Por todo esto y más, Tails of Iron es un videojuego que vale la pena jugar. Más aún que recientemente se confirmó su secuela, Whiskers of Winter. Cierto es que las animaciones y algunos movimientos pueden sentirse un poco caricaturescas y, por supuesto hablamos de una historia de roedores contra ranas, cuya temática puede sonar un tanto infantil. Pero dejando al margen estos detalles, los tres puntos en los que se cimenta la experiencia denota el excelente trabajo llevado a cabo por el equipo de desarrollo. Por lo tanto, no puedo más que recomendar enfáticamente que den una oportunidad al título de Odd Bug Studio.

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Sobre Ulises Corrales

Soy un apasionado de la fantasía oscura medieval y fanático de los soulslike. Cuento historias con voz sensual en cada hoguera en la que paro a descansar.


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