Desde tiempos inmemoriales, la figura del vampiro logró labrarse un lugar en el inconsciente colectivo de millones de personas que escriben, relatan historias o sueñan con estas icónicas criaturas de la noche. En ocasiones, descritos como seres dramáticos, perfectos e inmortales. En otras, como crueles y despiadados monstruos sedientos de sangre. Incluso están aquellos que llegan -literalmente- a brillar, pero mejor no tocar ese tema. Sea como sea, V Rising nos invita a vivir una aventura que pone al linaje carmesí al frente y al centro. Un título cuyas mecánicas giran en torno al ‘crafteo‘, la exploración, la subida de niveles en base a equipamiento, y el consumo de sangre, cuyo balance bien planteado logra que el juego destaque en todos sus aspectos.
En V Rising, la historia la construimos nosotros. Todo comienza con nuestro despertar, luego de crear al vampiro perfecto. Nos alzamos del ataúd luego de años de sueño, debilitados por la inactividad y despojados de nuestros poderes impíos. Nuestro objetivo principal será recuperar esa fuerza de antaño, buscando sangre por las noches y escapando del sol por el día. Será primordial establecer las bases de un asentamiento, para eventualmente erigir un castillo y reinar. Nuestra era ha comenzado.
La trama de V Rising oficia como una suerte de trasfondo que sirve de base para dar vida a nuestras aventuras. Al fin y al cabo, estamos frente a un juego muy abierto que ofrece la posibilidad de decidir qué sendero transitar, permitiéndonos forjar una épica travesía. Esto no quiere decir que simplemente nos sueltan en el mundo a nuestra suerte. Por el contrario, contamos con dos caminos de progresión donde se nos guiará en el trayecto. El trabajo de Stunlock Studios tiene muchísimo que ofrecer, por lo que resulta indispensable prestar atención a todo el conjunto de mecánicas que poco a poco se introducen en la experiencia.
Lo primero que encontramos son las misiones directas y típicas del género de supervivencia. Recolectar madera para crear un ataúd donde descansar, cazar criaturas salvajes para fabricar vestimentas y juntar piedra que podemos usar para levantar las paredes de nuestro castillo. A medida que completamos estos objetivos, recibiremos recompensas a modo de nuevos planos de construcción, y también aumentará la complejidad de los encargos. Para cumplir con dichas tareas, será necesario navegar por un mapa inmenso lleno de puntos de interés, campamentos enemigos, secretos y recursos a montón.
Aventurarnos por estas tierras no será fácil. Tenemos que tener cuidado de ciertos mecánicas que plantea la jugabilidad, como por ejemplo protegernos del sol que nos reducirá a cenizas en un abrir y cerrar de ojos. Pero como bien lo dijo el Tío Ben, ‘Un gran poder conlleva una gran responsabilidad’, sólo que en este caso, es más bien una debilidad. Porque sí, como vampiros podemos hacer uso de habilidades especiales, pero también tener en cuenta cosas como que el ajo nos inflige un ‘debuff’ o que la plata nos quema. La implementación de estos detalles es realmente exquisita, a la vez que contribuye a crear cierta inmersión. De creernos el cuento de que somos un poderoso ser de las tinieblas, con todo lo bueno y malo que ello conlleva.
En cuanto al sistema de construcción, nos permite establecer nuestra ‘base’, aunque sólo en ciertas locaciones del territorio. Primero tenemos que colocar la piedra fundacional denominada como ‘el corazón del castillo’, y a partir de allí podremos dar forma a un refugio donde descansar y planear cosas maquiavélicas. Este apartado da rienda suelta a nuestra creatividad, ofreciendo la posibilidad de crear un castillo con el que el mismísimo Vlad Tepes moriría de envidia. Podemos elegir decoraciones, estilos de suelo, tamaño de las salas y muchas cosas más. Hermoso. Lo bueno es que si la zona donde empezamos no es de nuestro agrado, podremos cambiar de ubicación -luego de obtener cierta mejora-, sin perder ni una sola pared de nuestra fortaleza en el proceso.
Por supuesto, muchos objetos decorativos y otros significativamente más útiles como armas o armaduras, los podemos conseguir mediante el ‘crafteo’. ¿Quién dijo que la vida de un vampiro era fácil?. Para ello disponemos de distintas instalaciones que sirven para crear y mejorar todo tipo de cosas. Desde mesas de trabajo, hasta refinerías avanzadas, pasando por laboratorios de alquimia y tumbas donde atraer no-muertos para poder hacer uso de sus huesos. Un sistema sumamente completo. Cabe destacar que muchos objetos cuentan con un tiempo de fabricación, lo que en ocasiones puede generar un ‘punto muerto’ en la jugabilidad debido a que estaremos obligados a esperar. Sin embargo, siempre podemos salir a explorar y pasar el rato buscando a nuestra próxima presa.
Parte del ‘loop’ de juego de V Rising, también consiste en hacer cosas de vampiros. El mundo está plagado de entidades que albergan en sus venas un tipo de sangre sumamente especial conocido como la ‘Variante V’ que, al consumirla, nos otorgará nuevas habilidades, además de acceso a nuevas tecnologías. Llegar a los portadores del preciado líquido carmesí no será una tarea fácil. Primero tenemos que rastrearlos siguiendo su esencia, y luego vencerlos en combate para poder saciar nuestra sed de poder. Estos enemigos, a los que podemos catalogar como jefes, son geniales, aunque sumamente desafiantes. Por lo tanto, antes de dar un bocado más grande de lo que la boca nos permite, lo mejor será estar bien preparados. Especialmente porque si caemos en combate, tendremos que volver al lugar en que caímos a recuperar nuestras pertenencias.
Los portadores de la sangre V pueden ser muy desafiantes o demasiado fáciles, aunque ello dependerá de la diferencia de nivel que exista nuestro personaje y el jefe en cuestión. Eso sí, quien busque un gran desafío es libre de enfrentar al enemigo que desee, aún estando varios niveles por debajo. Pero realmente es algo que no recomiendo, a fin de evitar caer presos de la frustración. Por ejemplo, en una de mis andanzas, me encontré con el afamado Simon Belmont, que me sacaba tanta ventaja que me dejó totalmente traumatizado. Que dicho sea de paso, algunos jefes no se limitan a estar en su campamento aguardando por nosotros. Por el contrario, pueden andar por ahí merodeando en busca de pleito. Si habré sufrido con Tristán el Cazavampiros a causa de ello.
En V Rising no subimos de nivel de forma convencional, sino que nuestra fuerza está ligada directamente al equipamiento. Dicho de otro modo, el poder de nuestro personaje lo determina la suma de los niveles de todo lo que llevemos equipado: Desde el arma que tengamos en la mano, hasta las botas. Si bien resulta un tanto extraño al inicio, se torna muy intuitivo con bastante facilidad. Contamos con una gran variedad de armas, desde la clásica espada de una mano, hasta pistolas duales. Además podemos usar varios poderes de diferentes escuelas de magia, como sangre o hielo, conseguimos a medida derrotamos a los jefes. La personalización es tremenda, permitiéndonos elegir en qué cosas enfocarse.
La gran variedad de sistemas hacen de V Rising un videojuego muy interesante y adictivo gracias a que mantenerse ocupado cumpliendo misiones o siguiendo a algún objetivo, es muy fácil. Siempre tenemos algo para hacer, así sea consumir sangre para conseguir alguna bonificación pasiva. Eventualmente podremos dominar mentes humanas, conseguir seguidores, o simplemente encarcelarlos para tener un suministro de sangre constante. Y es que Stunlock Studios pareciera haber pensado en todo, ofreciendo un título con muchas particularidades remarcables, y tanto contenido que abordarlo al 100% puede tomar una considerable cantidad de horas. Lo comentado, es tan sólo lo que podemos hacer jugando en solitario. Porque también tenemos la posibilidad de jugar en cooperativo o PvP, lo que añade elementos de asedio y algunas sorpresas más. No diré más al respecto porque considero que todo esto se disfruta mejor cuando lo vislumbra uno mismo.
V Rising es un juego que sorprende y cautiva de forma instantánea. El apartado audiovisual es bellísimo, tiene animaciones inmaculadas, y hasta un rendimiento fantástico. La música, la ambientación, la gran cantidad de contenido, y por supuesto, el aspecto cooperativo que puede llegar a integrar hasta cuarenta jugadores hace del trabajo de Stunlock Studios uno a tener muy en cuenta. Tiene absolutamente de todo y difícilmente logre dejar insatisfecho a nadie. Una aventura sanguinolenta en la que cualquier jugador, sea afín al género de la supervivencia o no, encontrará un motivo para quedarse. Tal es así que, una vez concluya este texto, estaré de regreso en este fascinante y tenebroso mundo.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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