Until Dawn es un clásico moderno y sobre eso no cabe discusión. En 2015, año de lanzamiento de la versión original, se sintió como un soplo de originalidad dentro de un género que estaba alcanzando la saturación gracias al genial trabajo de Telltale. Supermassive Games añadió una vuelta de tuerca propia, logrando capturar la esencia del cine slasher de forma única. El estudio siguió puliendo la fórmula con The Dark Pictures Anthology, pero la IP de su primer juego quedó en manos de PlayStation. Ahora, nueve años después y de la mano de Ballistic Moon, nos llega una remake realizada desde cero en Unreal Engine 5 que aprovecha las bondades técnicas de la PlayStation 5, pero que conserva la esencia de antaño. Sin embargo, algunas decisiones de diseño, sobresaltos técnicos y la falta de agregados nuevos empaña un poco lo que podría haber sido una gran experiencia actualizada.
El trabajo de Supermassive Games era una maravilla técnica que aprovechó al máximo el Décima Engine de Guerrilla Games. Además supo demostrar que las aventuras narrativas podían incursionar en el horror y salir airosas de la situación. La historia nos ponía en la piel de un puñado de adolescentes que, un año después de un evento traumático, volvían a reunirse para tratar de lidiar con esa situación. La mansión en medio de una montaña nevada es la locación perfecta para un buen slasher y el título supo honrar a los grandes exponentes cinematográficos en los que se inspiró. Había guiños en los ángulos de cámara, diálogos y hasta en los textos que encontrábamos, pero sabía hacerlos propios dentro de una narrativa que se adaptaba a nuestras decisiones y acciones.
Es fácil entender por qué fue un éxito. Tan sólo con jugar la introducción, reinterpretada con más escenas y mayor profundidad, es suficiente para cautivarnos con la propuesta narrativa. Y es que, más allá de la espectacularidad visual que ostenta, es la historia del grupo de amigos la que nos mantiene en vilo a lo largo de la aventura. Cada episodio tenía un final espectacular que, para bien o para mal, nos mostraba las consecuencias de nuestras decisiones. El ‘Efecto Mariposa’ dentro del juego tomaba en cuenta nuestras acciones y así nos garantizaba que la próxima partida tenga una buena dosis de misterio. Es cierto que al terminarlo, y una vez revelados los secretos más importantes, perdía gracia el volver a jugarlo. Sin embargo, aprender cómo hacer para que todos los personajes sobrevivan y descubrir todos los secretos agregaban cierto valor de rejugabilidad.
A fin de traer este referente del género a los tiempos que corren, PlayStation encargó a Ballistic Moon, un estudio fundado por ex miembros de Supermassive Games, la titánica tarea de rehacer Until Dawn utilizando Unreal Engine 5. Pasar los assets de un motor propietario como el Décima en sí se percibe como una ardua labor. Pero cuando hablamos de utilizar las capturas de movimiento originales para reinterpretar escenas y mejorar los gestos en los acercamientos se antoja como una tarea titánica. La diferencia es más que notoria y, dejando de lado alguna que otra caída de frames, se siente tan espectacular como el original de 2015.
Las texturas de la piel en los rostros, la expresividad de los ojos y la fidelidad con la que está recreada cada locación dentro del juego es realmente sorprendente. Y esto se nota aún más gracias a la incorporación de la cámara libre, que nos permite explorar a fondo todos los entornos sin las limitaciones de la cámara fija del original. Este punto causó controversia porque hay puristas que prefieren los ángulos fijos y el movimiento limitado, quizás porque sumaban una dosis de ansiedad al gameplay. No obstante, en lo personal, siento que la libertad de acción logró potenciar la experiencia.
Esta nueva versión de Until Dawn luce espectacular y conserva la esencia del original. Los personajes están bien escritos y responden a los estereotipos del cine de terror, pero en el mejor de los sentidos. Es tan fácil quererlos como odiarlos, no hay lugar para medias tintas. Eso nos da la pauta de que estamos inmersos en la narrativa. Las consecuencias a nuestras acciones no son tan obvias como parece, pero los desenlaces trágicos incluyen una breve explicación para que podamos corregir el error en la próxima partida. Aún luego de la gran revelación hay lugar para el asombro y la recta final es tan vertiginosa como siempre. Hay pequeños cambios aquí o allá, pero todo funciona en favor de la experiencia en general.
Aún así, no todo es color de rosas. La remake tiene decisiones de diseño que no se terminan de comprender y, si bien no arruinan nada, juegan en contra del disfrute. Una de las más notorias, y que me llamó poderosamente la atención, es la falta del botón de correr. En la remake de Until Dawn los personajes siempre van caminando salvo contadas excepciones en las que corren, pero automáticamente. Es algo que decide arbitrariamente el juego y está delimitado por zonas. Es una lástima porque no nos permite aprovechar toda la libertad que nos da el movimiento y la cámara libre. En especial si queremos encontrar todos los tótems y secretos.
La otra, es una incorporación que no hace más que romper el clima narrativo: la manipulación innecesaria de los tótems. Antes, al encontrar dichos objetos, sólo debíamos encontrar la boca de la estatuilla de madera para ver la premonición. Ahora tenemos que rotarla lateral y verticalmente, muy despacito, hasta encontrar la pequeña grieta por donde se escapa la luz y mantenerla unos segundos para ver el bendito clip. Al comienzo es anecdótico pero se vuelve molesto, llegando a romper persecuciones vertiginosas. Lo peor es que no resulta tan fácil como suena, alargando por demás una interacción que debería ser ágil y sencilla. Al fin y al cabo, lo importante es la revelación y no el tener que jugar con una figurita de madera.
Finalmente, se echa en falta contenido adicional nuevo. Esta versión no pierde nada de lo que tenía el original, pero tampoco suma algo. Sí, hay un par de clips extra y bastante relevantes, pero habiendo jugado todos los demás títulos de Supermassive Games, esperaba que Until Dawn recibiera un tratamiento similar. Me refiero a poder ver las estadísticas sobre lo que decidieron los demás jugadores, la posibilidad de jugarlo con amigos pasándose el control y, por qué no, un “Corte del director” como tiene la saga The Dark Pictures. Por el contrario, los extras de esta versión se mantienen igual y sólo resultan interesantes para los nuevos jugadores. Por lo tanto, quienes jugaron el original no encontrarán demasiadas razones para invertir en esta remake. Salvo que deseen revivir la experiencia con el espectacular apartado visual, claro está.
Esta nueva versión de Until Dawn cumple con todo lo necesario para considerarse una remake. Y si bien lo es, no deja de sentirse como una remasterización de altísima calidad. El costo de la fidelidad visual parece pagarlo con la responsividad de los controles al caminar y una tasa de 30 cuadros por segundo algo irregular. Detalles que poco afectan a un juego de horror narrativo. Más allá de eso, la experiencia es exactamente la misma, pero con los cambios suficientes como para alejar a los amantes del original. Los nuevos ángulos de cámara, la libertad de movimiento y la nueva banda sonora están pensados para atraer nuevas audiencias. Pero, a la vez, ponen una ineludible distancia artística con el clásico de 2015. No es algo malo ni bueno: Es simplemente una nueva interpretación que no teme innovar en ciertos aspectos respetando a rajatabla el costado narrativo.
La obra original, con sus fanáticos y detractores, marcó una segunda etapa para el género y 9 años después sigue siendo una experiencia deliciosa. La remake a cargo de Ballistic Moon actualiza el apartado visual y le devuelve la espectacularidad de antaño, especialmente en cuanto a iluminación en tiempo real y texturas en general. Es entendible que PlayStation buscara actualizar y llevar el título a una nueva audiencia que no pudo disfrutar del lanzamiento original. Sin embargo, no hay demasiados incentivos de compra para aquellos que ya tengan el juego de 2015. Ni siquiera una opción de actualización porque se trata de una remake y no una remasterización. Al margen de ello, es la mejor versión para disfrutar Until Dawn -especialmente por primera vez- y prepararse para una potencial secuela, cuyo desarrollo se verá agilizado gracias al desarrollo de esta versión.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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