Me considero un tanto fanático de los manga y webtoons de delincuentes juveniles, desde clásicos como Kyou Kara Ore Wa!!! hasta el más reciente que he leído, Weak Hero. Esas historias donde los estudiantes forman grupos o bandas y se enfrentan entre escuelas para dominar una zona, empezando claro por establecer la jerarquía entre sus propios compañeros primero, y que por lo general suelen tener un objetivo en común: llegar a la cima a base de puñetazos. Troublemaker: Raise Your Gang es un juego que captura esa esencia, añadiendo en el proceso toquecitos de Bully y Yakuza. Es una propuesta muy particular que no tenía bajo el radar, por lo que teniendo la oportunidad de revisarlo no dudé en hacerlo. Y a buena hora que lo hice, ya que me llevé una grata sorpresa.
Troublemaker es un beat ‘em up que cuenta la historia de Budi y sus compañeros de colegio, quienes crean un grupo para participar en un torneo conocido como «Raise Your Gang». En el transcurso del relato conoceremos un variado elenco de personajes, experimentaremos momentos que van desde lo cómico hasta lo emotivo, y ayudaremos al protagonista a enfrentar al Consejo Estudiantil. La historia inicia con un bonito mensaje de «no dejes los estudios», para pasar directamente a los bifes. Esta primera pelea, que funciona como tutorial, es contra unos pandilleros con los que el protagonista había tenido problemas en el pasado. Cuando la batalla culmina, las fuerzas de la ley se hacen presente y somos arrestados, con la advertencia de que esta será nuestra última oportunidad antes de tener que cumplir una condena. Dicha situación desencadena en que Budi y su madre mantengan una discusión acerca de sus tendencias violentas.
Aquí podemos descubrir un poco del pasado del protagonista y de porqué su cuerpo está marcado por tantas cicatrices. Luego de la charla, ambos llegan a la conclusión de que lo mejor será cambiarse de colegio. Al comienzo todo va bien; haremos amigos y hasta tendremos algo de romance. Sin embargo, los problemas no tardan en llegar debido a que la nueva escuela es increíblemente peculiar. En ella se celebra un torneo de artes marciales al que Budi se verá arrastrado. Es una competición en la que participan diferentes grupos, cuyo objetivo es ganar para tener el derecho de unirse al Consejo Estudiantil. Es una trama interesante y, de momentos muy alocada, divertida en cuanto a diálogos y situaciones entre los distintos personajes. Me gustó bastante y aunque tiene muchos memes, se me hicieron graciosos o en el peor de los casos muy amenos.
La jugabilidad está enfocada en los enfrentamientos, donde podremos hacer uso de varios movimientos tanto de ataque como de esquive. Budi puede lanzar golpes normales y otros más fuertes, aunque no varían mucho. También tiene habilidades especiales que van desde una ráfaga de puñetazos hasta realizar una «T-pose» para ejercer superioridad ante los enemigos. Si bien gran parte de estas técnicas son de estilo cómico, no se puede negar su efectividad en cuanto a daño. De hecho, son una parte muy importante del arsenal, pudiendo inclinar la balanza a nuestro favor. Lo que me gusta es que no podemos abusar de su uso, debido a que se cargan lentamente mientras combatimos. Ahora, si la cosa está complicada, siempre podemos acelerar este proceso utilizando objetos, lo cual es bastante más eficaz, pero costoso.
Troublemaker tiene también algo de profundidad en el desarrollo de personaje. Budi cuenta con distintos parámetros que podemos mejorar. Están los clásicos, como la salud y la fuerza, pero también otros igual de importantes como la recuperación de energía o número de habilidades especiales que podemos recargar. Las mejoras se pueden adquirir en la tienda de Richard, un misterioso estudiante que además será quien nos provea diferentes items y las habilidades especiales. Los objetos se pueden usar para recuperar vida o aumentar la velocidad de movimiento, y si bien son costosos, resultan muy útiles a la hora de combatir. Todo esto se puede comprar con dinero, habiendo una única moneda que manejar, que podemos obtener con cada combate ganado.
Además de en los enfrentamientos, también podemos obtener dinero participando en minijuegos. Estos son variados y, en su mayoría, divertidos. Podemos, por ejemplo, jugar a la escondida con nuestros compañeros o simplemente sentarnos a participar en una partida de cartas, entre otras actividades. Los eventos se pueden realizar en el modo exploración, donde podemos recorrer la escuela y conversar con otros estudiantes, además de recoger objetos en las inmediaciones. Si bien es un aspecto del juego bastante limitado, cumple su función. De hecho, este apartado me recordó mucho a Yakuza, pero más simplificado y reducido en comparación. Aún así, lo disfruté bastante y me mantuvo entretenido, debido que añade algo de variedad entre pelea y pelea.
Un aspecto que no quería dejar de mencionar es que desde Gamecom Team, estudio responsable de Troublemaker, daban a entender que el juego incluiría una especie de sistema de relaciones. Quizá sea algo que se planeó y por eso se menciona en el trailer, pero lo cierto es que no hay nada de eso. De todos modos, tampoco es que se eche en falta, aunque si hubiera sido interesante. Por ejemplo, ser más participe de la relación amorosa de Budi, o de la que este mantiene con su madre (La que solo aparece al principio y al final). Todo esto se desarrolla de forma automática durante la trama, pero funciona bien.
Para ir terminando, resta mencionar que el apartado visual de Troublemaker mezcla elementos en 2D para las conversaciones, decoraciones del entorno y algunas cinemáticas a modo viñetas, mientras que apela al 3D para los modelos de personaje en el combate y exploración. El diseño de personajes es bastante simple pero carismático, aspecto que se resalta con las ilustraciones de sus retratos, lo cual me agradó mucho. Tanto el combate como las habilidades de Budi son visualmente atractivos. Pese a que la variedad de animaciones de los ataques normales es poca, terminar los combos siempre se ve genial.
La banda sonora es diversa y lograda, compuesta por tonadas de varios estilos, desde guitarras tradicionales hasta estridentes melodías de rock. Esta variedad hace que las canciones resulten muy pegadizas, armonizando la acción de forma singular. Me complació mucho el apartado musical, al punto que fue mi parte favorita del juego, ya que las tonadas contribuyeron enormemente para crear una linda atmósfera para cada situación. También debo añadir que el juego cuenta con actuación de voz para varias de las conversaciones. Si bien está en Indonesio y no entendí nada, le tomé bastante cariño a las voces y hasta se me pegaron algunas palabras como «kontol», que no traduciré para mayor suspenso.
Troublemaker: Raise Your Gang es un juego que me entretuvo de principio a fin, en especial gracias a su historia que parece una montaña rusa en cuanto a emociones. Es un relato interesante, que va de la comicidad hasta la emotividad en un pestañeo, y que -debo decir- tiene un epilogo muy bonito. El combate es divertido, los personajes son interesantes y disfruté las interacciones entre ellos. Todo esto englobado con apartado audiovisual es bastante logrado y placentero, en el que definitivamente destaca su banda sonora. Gamecom Team dio vida a un juego con momentos excitantes, que captura bastante bien ese aire de historias de «delincuentes juveniles» que mencioné al inicio. Por lo tanto, si les va la onda y buscan beat ‘em up algo alocado, este es el videojuego que estaban buscando y no sabían.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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