El catálogo de exclusivos de la primera consola de Sony fue excelente y abrumadoramente extenso. Sin embargo, esto provocó que decenas de juegos increíbles quedarán relegados al olvido o, en el mejor de los casos, se convirtieran en éxitos de nicho. En 1996 el legendario Tokuro Fujiwara, al frente de Whoopee Camp, nos deleitó con un plataformero tan original como desafiante. Y la verdad, no podíamos esperar menos del creador de Ghost ‘n Goblins y productor de la saga Mega Man. Pero, muy a pesar del diseño colorido y original propuesta, Tomba! y su secuela no consiguieron el éxito comercial esperado. Ahora, luego de años de permanecer sepultado, Limited Run Games se propuso traerlo de regreso con una remasterización que hace justicia a la obra original y la lleva a nuevas plataformas.
Tomba! es un juego de aventuras y plataformas protagonizado por un joven salvaje que necesita recuperar un brazalete robado. Pero ¿Quién se hizo con su objeto preciado?. Nada más y nada menos que una horda de cerdos violentos que arrasan con todo a su paso. Detrás de esta invasión hay un malvado hechicero y varios jefes espectaculares que, a lo largo de una docena de horas de acción, tenemos que derrotar para salvar el día.
La historia, que claramente no tiene miedo de tropezar con los clichés del género, se destaca por su impronta ridícula. También por la variedad de situaciones y personajes que pone en nuestro camino. Si bien no es la piedra fundamental de la experiencia, acompaña en todo momento, llegando a brillar particularmente gracias a una serie de deliciosas cinemáticas que mezclan entornos poligonales y animación tradicional.
A la hora de jugar, el título diseñado por Tokuro Fujiwara combina niveles de acción en 2.5 con pueblitos en perspectiva cenital. Los primeros son la propuesta fundamental de juego y se destacan por desarrollarse en dos planos diferentes. Es decir, podemos saltar hacia el fondo del escenario en ciertos puntos para encontrar caminos u objetos ocultos.
Sin importar en qué plano estemos, Tomba! mezcla secciones de plataformeo ágil que apelan a nuestra creatividad para despachar a los cerdos enemigos. Como base, podemos caer encima de los enemigos y morderlos, habilitando un par de movimientos para finalizarlos entre los que destaca saltar y arrojarlos. Además, contamos con un arsenal de armas para desbloquear y un puñado de accesorios que nos simplifican la vida al mejorar nuestras habilidades básicas.
El sistema de progresión es simple y efectivo. Ganamos cuatro tipos de experiencia a medida que utilizamos las habilidades correspondientes. Por ejemplo derrotar enemigos mejora nuestra estadística de combate. Lo mismo podemos decir de los ítems curativos y el equipamiento que tenemos a disposición. Era de esperar porque el título pertenece a una época más sencilla y se corresponde con el estilo creativo de Fujiwara.
Podemos encontrar todo tipo de ítems en cofres, siempre y cuando hayamos conseguido la llave necesaria. Tomba! hace hincapié en la exploración y en nuestra memoria. Eventualmente tendremos que volver a escenarios previamente visitados donde dejamos cofres o ítems sin agarrar cuando consigamos la llave o la habilidad indicada. No hay forma de marcarlo en el mapa ni un recordatorio claro de qué nos quedó pendiente. Por lo tanto, o tenemos memoria o empezamos a tomar nota desde el primer minuto.
Limited Run Games no hizo modificaciones a la propuesta jugable. Eso significa que mantiene los controles un poco erráticos, en especial a la hora de dar saltos de precisión, pero al final del día celebro que se haya priorizado la preservación de la obra original. La remasterización hace un buen trabajo a la hora de llevar la experiencia original a las plataformas modernas. Trae la posibilidad de elegir la relación de aspecto, incluyendo el infame “A pantalla completa” y un par de filtros para alisar un poco esos píxeles que tiene casi 20 años de antigüedad.
Poder guardar y cargar la partida en cualquier momento, sumado a la mecánica de rebobinado instantáneo, hace un gran trabajo para compensar ciertos picos de dificultad bastante agraviantes. El juego regular ya incluía ciertos puntos de guardado, por lo que aquellos que prefieran someterse a la dificultad original pueden hacerlo sin problema. Más allá del aspecto técnico, esta versión incluye una banda de sonido re-orquestada (completamente opcional) la folletería y el manual digitalizado, diseños conceptuales y hasta un par de entrevistas con el equipo de desarrollo.
Tomba! es el testimonio de una época de transición en la industria del gaming en la que, supuestamente, se abandonarían los juegos en 2D en favor de su contraparte tridimensional. Aún con sus dificultades, el juego diseñado por Tokuro Fujiwara sigue destacando entre la oferta moderna. Lo hace gracias a sus coloridos escenarios, ingenioso diseño de niveles y al encanto particular que tiene nuestro protagonista de melena rosada. La jugabilidad en 2.5D envejeció como un buen vino y, si bien no alcanza la excelencia de otros títulos del autor, es un hermoso capítulo de la historia del gaming que vale la pena visitar. Esta reedición cumple con creces los estándares de preservación y nos deja con ganas de disfrutar el próximo capítulo de la saga, que personalmente espero con ansias.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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