THE LAST FAITH – Análisis

THE LAST FAITH – Análisis

Una interesante fusión de metroidvania y souls like

Aún sin aportar nada especialmente nuevo al género y de sus evidentes inspiraciones The Last Faith es un metroidvania que, por mérito, propio brinda una experiencia interesante y divertida


Los metroidvanias parecieran experimentar una suerte de constante expansión con una marcada tendencia hacia el infinito. Año a año, son numerosas las propuestas con las que el género amplía su repertorio y tan solo basta dar un vistazo hacia los inicios de 2023 para tener una clara prueba de ello. Per antes de terminar el año, Kumi Souls Games busca poner un punto final con The Last Faith, un juego que nos invita a descubrir un oscuro mundo inspirado por títulos como Castlevania o Blasphemous. La diferencia es que a la fórmula añaden varios elementos soulslike, como la progresión por niveles, armas que escalan con atributos y jefes desafiantes pero justos. Y aunque no traiga nada sustancialmente nuevo a la mesa, brinda una experiencia interesante demostrando que, aunque un juego se suministre de otros, si se hace bien resulta en algo divertido.

En The Last Faith asumimos el papel de Eryk, un viajero que no tiene recuerdos de su pasado inmediato pero que tiene un objetivo claro: buscar una cura para la extraña aflicción que padece, antes de que sea demasiado tarde. Para ello tendremos que recorrer un mundo de ambientación gótica, devastado y oscuro, hacer frente a una gran variedad de criaturas mutadas, fanáticos religiosos con sus propias motivaciones y otros tantos peligros. Por el camino conoceremos a algunos pobres diablos que aún mantienen una pizca de cordura y, de un modo u otro, ayudarán a que nuestro protagonista no pierda la suya. 

La historia es de estilo críptico y recuerda en gran medida a Dark Souls. Tendremos que atar cabos leyendo descripciones de objetos, notas abandonadas y prestar particular atención a conversaciones sumamente escuetas para, con suerte, poder hacernos una idea de lo que está pasando. De todos modos, he de aclarar que la trama no es ni de cerca tan compleja de seguir como sucede en el trabajo de FromSoftware. Puede llegar a ser confusa de tanto en tanto y, si bien paralelamente es interesante, no es uno de los atractivos principales del juego.

The Last Faith Análisis

Por el contrario, lo que más llama la atención al ver el juego por primera vez, es su apartado visual. En lo personal lo encuentro encantador y me es imposible evitar hablar del increíble nivel artístico que ostenta The Last Faith. No importa donde nos encontremos, los fondos y entornos de cada zona siempre se ven inmaculados. La variedad y calidad visual de los escenarios es excelente, pasando desde lúgubres pantanos con colores que gritan «esto apesta a muerte», hasta interiores cuya atención al detalle es impoluta.

Las animaciones son fluidas y se ven realmente geniales, tanto al momento de realizar una combinación de ataques, como al momento de realizar una ejecución. Estas se pueden llevar a cabo cuando un enemigo queda mareado, dándonos la opción de rematarlos de formas muy sangrientas. El diseño de enemigos es bastante variado, dejando de lado la cantidad de criaturas que se asemejan a murciélagos, y los jefes tienen sprites que elevan el nivel de detalle al máximo. Se nota mucho el esfuerzo puesto por Kumi Souls Games en este apartado, puesto que alcanza la excelencia.

En cuanto a la jugabilidad, contaremos con un sistema de progresión similar a la de cualquier souls like. Tendremos que utilizar el recurso de turno, en este caso Nycrux, para subir nuestros parámetros y, por ende, el nivel. Al iniciar tendremos cuatro arquetipos predeterminadas, cada uno enfocado en un parámetro en concreto, como la fuerza o la destreza. Sin embargo, como todo juego de esta índole, a medida que avancemes podremos mejorar las estadísticas que deseemos y crear una clase propia con la que estemos a gusto.

Además de los parámetros, contaremos con un variado repertorio de armas a escoger. No obstante, para que nuestro arsenal se amplíe, primero tendremos que encontrarlas explorando cada rincón del mapa. Todas escalan su poder con diferentes atributos, por lo que hay que escoger cual usar dependiendo del tipo de personaje que estemos armando. Lo único que encontré un tanto decepcionante, es que la mayoría de las armas comienzan a ser accesibles pasada la mitad del juego. Dada la poca variedad que hay en un inicio, me costó encontrar una con la que realmente estuviera a gusto. Eso sin mencionar la cantidad de recursos que gasté en las mejoras, por lo que el farmeo -en cierto punto- se hizo obligatorio.

The Last Faith Review

El sistema de mejora de armas es el esperable en este tipo de juegos. Podemos subir la eficacia del armamento utilizando el Nycrux, además de minerales y planos, que son los que limitan el nivel del arma, cuyo máximo es 10. También podemos hacer uso de dicha moneda de cambio para comprar objetos a alguno de los NPC que encontremos durante la aventura. Si bien no todos venden algo, siempre tendrán algo que decir o alguna misión que ofrecernos. Eso sí, no hay marcadores de objetivo en el mapa, por lo que hay que prestar atención a los diálogos a fin de saber donde buscar y poder completar sus encargos. Como consejo, recomiendo no escatimar en recursos y subir de nivel o mejorar las armas frecuentemente. Aún a expensas de reducir notablemente el nivel de dificultad de algunas peleas.

En lo que respecta a exploración, podremos recorrer un mapa interconectado, típico de cualquier juego del género, lleno de secretos y pasadizos. Eventualmente tendremos que lidiar con segmentos de plataformas que se siente bastante bien, aunque no está exento de detalles. Por ejemplo, hay momentos al que al protagonista parece costarle agarrarse de ellas, pero es algo muy esporádico. También contaremos también con habilidades clásicas, como sujetarse a determinadas paredes o el mítico doble salto. Dicho sea de paso, cuenta con una animación muy bonita que me recordó mucho a la de Hollow Knight.

The Last Faith Reseña

Que la exploración sea divertida, es también gracias a los controles que se sienten muy fluidos. Lo mejor es que dicha característica se traslada al combate, que es dinámico y divertido, y sumado a la variedad de enemigos, hace que no se sienta repetitivo. Eryk puede equiparse con armas cuerpo a cuerpo, pistolas y escopetas, amuletos que incrementan diferentes parámetros y estigmas que brindan habilidades como crear un escudo o hacer un parry. A todo esto se añade un interesante repertorio de hechizos y artilugios que van desde bolas de fuego a escudos eléctricos.

The Last Faith es un buen primer paso por parte de Kumi Souls Games, aunque presenta algunos detalles que pueden llegar a ser frustrantes. Ejemplo de ello es la zona de hielo a la que se puede llegar muy temprano en la aventura, cuyos enemigos pueden destruirnos de dos golpes. Eso sin contar la cantidad de criaturas voladoras que disparan proyectiles teledirigidos, que resultan cuestionables. Por otra parte, el progreso puede frenarse si nos quedamos sin objetos curativos, puesto que tendremos que conseguir Nycrux para comprarlos. Afortunadamente, antes de cada jefe aparecen cuatro en las cercanías y, pasado cierto punto, es un problema que se puede mitigar fácilmente.

Las inspiraciones son más que evidentes, pero no por ello substraen a la experiencia o lo hacen menos única. The Last Faith hace méritos suficientes para poder pararse sobre sus propios pies, añadiendo una linda propuesta dentro de un género superpoblado. Pero sobre todas las cosas, una experiencia divertida que es lo que particularmente suelo buscar, más allá de otros aspectos. El apartado visual es bellísimo y la música es muy ambiental, destacando las melodías de piano. Además, cuenta con una actuación vocal que añade al conjunto un toque muy especial. El combate es la cereza del pastel y los jefes presentan un desafío firme. Un juego que cumple con lo que promete y deja la sensación de estamos frente al inicio de lo que podría convertirse en una saga.


FICHA TÉCNICA:

Compartir artículo:

Cebanos un Matecito

Sobre David Cedres

Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.


Artículos más recientes

Buscar