Dicen que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Esto aplica al dinero, la salud y el amor. Sin embargo, en el caso de The Lacerator, estamos hablando de las extremidades. Y es que el título desarrollado por Games From The Abyss y publicado por DreadXP, apunta a ofrecer una experiencia de horror sórdida y violenta, pero también muy original. Una propuesta que roza lo rocambolesco en muchos sentidos, con cantidades suficiente de indecencia como para volverse uno de los videojuegos que más puede llegar a dar que hablar dentro del panorama indie y de su género.
The Lacerator es un juego desarrollado por el brasileño Fernando Tittz, responsable de otros títulos modestos como Taxidermy (2020) y Devil Inside Us: Roots of Evil (2021). La diferencia es que en este proyecto busca ofrecer una experiencia cargada de gore que bebe de clásicos del cine de terror slasher. Esto queda en evidencia a través del antagonista homónimo que da nombre al juego, pero también por el trailer que presenta un estilo exagerado que recuerda a los avances de películas del cine de explotación como Shaft (1971) o incluso Hobo With a Shotgun (2011).
En The Lacerator controlamos a Max, un actor de cine para adultos que incomprensiblemente despierta cautivo en un lugar desconocido. Su motivación es hallar la salida de lo que pareciera ser un laberinto conformado por pasillos y salas interconectadas embebidas en óxido. Sin embargo, no todo es tan fácil como caminar de un lado al otro y ya. Por el contrario, debemos resolver muchos acertijos para poder avanzar y encontrar los objetos adecuados para poder accionar diferentes artefactos que habiliten nuevos sectores, a la vez que eventualmente enfrentamos a otras víctimas y al propio Lacerador.
De buenas a primeras es fácil darse cuenta que estamos frente a un survival horror en toda regla. Y uno bastante clásico, por cierto. El juego cuenta con una jugabilidad tosca, cámaras fijas, controles tanque, un inventario limitado y un aspecto visual retro. Las inspiraciones son más que evidentes y dan a entender el gusto de Tittz por el género. Todo parece estar impregnado por un aura muy propia de finales de los ’90 y comienzos del 2000, pero con un sabor al cine de terror típico de los años ’80. Los escenarios son sumamente oscuros con un efecto de filtro estilo VHS. Los polígonos grandes con prominentes puntas en sus ángulos son el aspecto que más caracteriza al título, referenciando a los clásicos de antaño.
En The Lacerator el principal objetivo consiste en explorar y hacer uso de nuestra percepción para divisar con qué objetos podemos interactuar. Como todo survival horror que se precie de serlo, nuestro personaje cuenta con armas cuerpo a cuerpo y de fuego, aunque con munición escasa, motivo por el que cada bala debe utilizarse a conciencia. A medida que avanzamos por el laberinto podemos desbloquear accesos a nuevos lugares, objetos para activar un ascensor y trampas que, si bien podemos desactivar, demandan de prestar muchísimas atención.
Observar cuidadosamente el entorno nos permite anticiparnos a aquellas trampas que potencialmente podrían cobrarse nuestra vida o alguna de nuestras extremidades. Y es que la mecánica principal sobre la que se sostiene el título es justamente esta. Perder una extremidad no representa la muerte inmediata de nuestro protagonista, sino que podemos seguir adelante, pero con cierta desventaja. Por ejemplo, perder un brazo, una pierna, o ambos significa que debemos buscar una vía alternativa para abrirnos paso por el recinto oxidado. Entonces, lejos de quedar incapacitados y morir por una hemorragia, simplemente vamos a estar impedidos de ejecutar determinadas acciones tan simples como mover una puerta o un mueble que nos entorpezca el paso.
Lo interesante es que The Lacerator ofrece múltiples rutas de escape a las que podemos acceder dependiendo de las extremidades que Max pierda. Cada una de ellas presenta una rama narrativa diferente que brinda respuestas que no están disponibles en las otras. A priori se antoja como una mecánica sumamente original que añadirá rejugabilidad. Pero lo más interesante es que nos ofrecerá un interesante incentivo para escapar con vida manteniendo todo unido a nuestro cuerpo.
Si bien la demostración de The Lacerator es super corta, en tan sólo unos minutos nos brinda un panorama muy claro acerca de la experiencia que ofrecerá en su versión final. Obviamente, no muestra todas sus cartas, por lo que solo queda aguardar para ver con qué otros elementos logra sorprendernos el trabajo de Games From The Abyss. También queda por ver que tantas variantes puede ofrecer la mecánica de desmembramiento que, indudablemente, es lo más original de la producción. De todos modos, pese a que quedan algunas incógnitas en el aire, es un juego que se antoja muy prometedor. Eso sí, todavía no tenemos fecha de lanzamiento. Solo sabemos que llegará en algún momento de 2025. Mientras tanto, pueden aprovechar, probarlo y pasar un buen rato con esta sangrienta propuesta indie.
Sobre Darío Gadea
Sniper de pura cepa. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave. Cuando no esta leyendo algo perturbador esta jugando a Age of Empires II
Artículos más recientes