SYSTEM SHOCK – Análisis

SYSTEM SHOCK – Análisis

Igual de espectacular que antaño

Nightdive Studios se luce con la remake de System Shock, el clásico de 1994, con una propuesta que hace foco más en el tributo a una época que a la nostalgia


Modernizar un clásico sin que pierda su esencia, no es una tarea para nada fácil. Por lo general, cuando se rehace un juego de cero, se suele apelar a nuevas mecánicas o a apartados gráficos más ostentosos que hacen que una obra se sienta muy diferente. Sin embargo, Nightdive Studios ha conseguido algo muy especial con esta remake de System Shock. El título se respeta a tal punto que, sin dudas va a encantar a los fans más hardcore de la serie. El tema es que al mismo tiempo puede resultar como un punto de entrada un tanto áspero para nuevos jugadores. Aún así, lo que este videojuego consiguió en su día con su propuesta novedosa, que mezclaba elementos propio de los shooters y RPGs, con una ambientación que combinaba ciencia ficción y horror, sigue siendo igual de espectacular.

La remake de System Shock no cae en la nostalgia de otros “retro-shooters” contemporáneos. Por el contrario, busca traer el original y modernizarlo sin perder su esencia. Esto hace que el juego se sienta prácticamente igual al clásico del ’94, pero al mismo tiempo como un título actual. El resultado es una experiencia única. Una forma diferente de ver a las remakes tal como estamos acostumbrados. Porque el resultado de este trabajo es como una especie de choque entre pasado y presente, en donde se puede ver que fue todo aquello que hizo del título uno de los nombres insignia de su generación.

El juego presenta un diseño de niveles no lineal, con mapas llenos de secretos y caminos alternativos. Brillan por su ausencia cualquier tipo de marcadores y brújulas, cosa que obliga a estar atento a cualquier tipo de indicación que se pueda encontrar en el entorno. Ejemplo de esto son las notas y diarios, que brindan muchas pistas que pueden conducir -o no- a interesantes recompensas. Es un juego que en ese aspecto mantiene al 100% la impronta de la vieja escuela. Sin embargo, por otra parte se aggiorna en la presentación de estos elementos, haciendo que la lectura, los distintos tipos de menús y mapas sean mucho más fáciles de acceder.

System Shock Rapier

Gráficamente es en donde más se puede ver esta mezcla entre lo nuevo y lo viejo. System Shock construye un apartado visual bastante particular. Es como si se mezclan modelos y texturas de alta resolución, con otros que parecen sacados directamente de la versión original. Gracias a ello, Nightdive Studios consige dotar a su trabajo con un aspecto artístico que, si bien al principio puede desorientar un poco, al final del día termina siendo muy sólido. Y por supuesto, contribuye a que el juego se vea de una forma muy particular.

Tal vez en donde menos funcione esta mezcla entre clásico y moderno sea en el combate. No obstante, he de destacar que el juego tiene un sistema de daño localizado genial. A esto lo acompaña una sustanciosa cantidad de gore, que convierte a cada escaramuza en encuentros únicos. Es una mecánica que recompensa por ser preciso a la hora de apuntar. Y está genial. El tema es que más allá de eso, la acción, el impacto de las armas (especialmente las que son cuerpo a cuerpo) se sienten como de 1994. Daría la sensación de que hay una falta de feedback, haciendo que sea difícil acostumbrarse a ello, especialmente si uno es de frecuentar shooters modernos.

System Shock Gunfight

Pero ojo, que System Shock no es solo un shooter. Y si bien no brilla a la hora de disparar y machacar enemigos, sí lo hace en el mismo apartado que lo hiciera hace casi treinta años: la exploración. Deambular por los pasillos de la estación espacial, que funciona como escenario de su terrorífica e inquietante historia, es maravillo. Todo mientras SHODAN, uno de los villanos más icónicos de la historia de los videojuegos, hostiga al protagonista incansablemente. Los sustos están a la vuelta de la esquina (literalmente), gracias a la tensión que se construye no solo a través de la historia, sino también a partir del dinamismo de sus escenarios. Los enemigos tienen la costumbre de sorprender desde las sombras o, en algunos casos, seguirnos sin que nos demos cuenta.

Dichos detalles, sumado a lo claustrofóbica que puede sentirse la instalación espacial, construyen una atmósfera opresiva que me mantuvo en constantemente en tensión. Porque, ir echando luz sobre el misterio de este misterioso lugar y sus tripulantes, mientras se recorren pasillos laberínticos mirando sobre nuestros hombros a cada paso, te aseguro que te van a tener al borde de tu asiento. Al fin y al cabo, todo esto es lo que hizo de System Shock una experiencia memorable en su momento. Y la gente de Nightdive Studios lo vuelve a replicar de forma magistral en esta remake.

System Shock Fuck You

System Shock es una remake muy particular. El trabajo de Nightdive Studios destaca por encima de otras remakes por la singular forma que tiene de mezclar lo clásico con lo moderno. Entiendo que tal vez sea una propuesta algo difícil de digerir para públicos más jóvenes, acostumbrados a las convenciones actuales dentro del género. Sin embargo, es un juego que permite que aquellos que disfrutaron de la versión original en su día volver a hacerlo. Eso sí, con una mirada actual y fresca que, más que sentirse como un título hecho desde cero, se percibe como un clásico de su época traido directamente a la actualidad.


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Sobre Mariano Daneri

Me gustan las milanesas con fideos.


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