Los roguelites son experiencias que disfruto mucho. Sin embargo, hay algunos títulos que, en lo personal, encuentro muy memorables y que me dejan con ganas de más. Este es el caso de Sparklite, el desarrollo de Red Blue Games publicado por Merge Games. Se trata de un videojuego de aventura y acción que nos sumerge en el siempre cambiante y colorido mundo de Geodia. Este planeta se encuentra en peligro, por lo que será nuestro deber abatir a «El Baron» antes de que termine por destruirlo con sus incesantes esfuerzos de minar el «Sparklite» y acapararlo para sí mismo. Pero la pregunta aqui es ¿Que hace a este videojuego especial? Te lo cuento a continuación.
En esta aventura, jugaremos como Ada, una joven y habilidosa mecánica con un heroico destino. Al iniciar, nos encontramos en una especie de aeronave, donde nuestra protagonista y su acompañante robot, Wingnut, se ven envueltos en un predicamento bastante alarmante. Su medio de transporte está justo en medio de una fuerte tormenta, y todos los sistemas muestran señales de peligro. Para colmo, la misma nave empieza a caerse a pedazos tras una pelea contra alimañas que se colaron por la borda, y debido a los daños sufridos por los fuertes vientos del temporal. Sin mucho que poder hacer al respecto, nuestro robotico acompañante activa una cápsula de escape mediante la cual descendemos a tierra firme.
La llegada a la superficie de Geodia funciona como una especie de tutorial. Ahí podemos explorar un poco y encontrar el primer calabozo, donde se enseña como son los controles y mecánicas iniciales del juego. En esta instancia también se tiene una aproximación, un pequeño vistazo, a cómo serán los puzzles. Esta travesía por la mazmorra también nos conduce hasta encontrarnos con un NPC y nuestra primera misión: Recuperar una bolsa de artilugios. Puede que parezca intrascendente, pero será de utilidad para más adelante. Otro aspecto que se revela durante los compaces iniciales de la aventura es que habrá combate contra jefes. De hecho, el que se presenta es uno bastante poderoso que captura Wingnut y deja a nuestra protagonista inconsciente.
Afortunadamente un grupo de personas ayuda a Ada a recobrar el conocimiento y descubrimos que nos encontrmos en una ciudad flotante conocida como «El Refugio». Este sitio será el punto de encuentro para nuestras aventuras. Aquí podemos hablar con los distintos personajes que se encuentran en la zona, mejorar nuestros «parches» (habilidades pasivas), fabricar equipamiento y emprender excursiones hacia la superfice de Geodia, entre otras cosas. También buscar el modo de rescatar a nuestro compañero robot de las garras de «El Baron» y de paso detener sus maquinaciones, la contaminación que genera e intentar salvaguardar el bienestar del mundo. Sin embargo para ajustar cuentas con él, antes tendremos que lidiar con sus secuases.
Dejando de lado la historia, el apartado visual me gustó mucho y me pareció bastante elaborado. Sparklite apela a un estilo pixel art con una cámara tipo top-down, similar a la vista en algunos juegos de Zelda o Moonlighter. Además, la paleta de colores utilizada es muy bonita y hace que todo encaje muy bien; desde los entornos y objetos, hasta los personajes y la interfaz. Me pareció un lindo detalle la animación utilizada al cambiar de zona, y los pequeños movimientos de la protagonista cuando termina de equiparse mejoras. Los personajes -por su parte- son bastante únicos, se distinguen muy bien el uno del otro y los enemigos son bastante variados al igual que las diferentes zonas del juego ¡Muy lindo en general!
La banda sonora me encantó, tiene tonadas muy alegres y placenteras que me parecieron geniales para acompañar la exploración de los mapas. También algunas melodías más tensas o lúgubres para las partes más peligrosas, como el (condenado) pantano o las batallas contra jefes. Los distintos efectos de sonido que se escuchan, como cuando hay un secreto cerca o cuando se golpea una planta, me gustaron mucho y se sienten muy agradables. Sinceramente no soy el mejor explicando este apartado ya que no conozco mucho de música y composición. Aún así me pareció un aspecto muy logrado del juego.
La jugabilidad es, a mi parecer, bastante divertida. Al principio Ada cuenta con solo un par de ataques. Básicamente cuenta con una llave inglesa, un martillo como ataque cargado y una ballesta para largo alcance, pero hay otras que descubriremos más adelante. Además, disponemos de varios artilugios que se pueden encontrar o fabricar a lo largo de la aventura. Ejemplo de ello son las minas que podemos colocar en el camino de nuestros enemigos o bombas de dispersión. Si bien no contamos con un salto, tenemos la habilidad de esquivar (que es técnicamente un dash) con lo cual podemos sortear obstáculos y precipicios.
Además, Ada puede interactuar con el entorno de diferentes maneras, como destruyendo cajas o cortando pastizales para recoger Sparklite. También para dar con alguno de los muchos secretos o puzzles que hay desperdigados por cada zona y que mantienen a uno bastante entretenido. Con respecto a las distintas áreas, añadir que al caer derrotados, el mundo al que regresemos no será el mismo. Por que sí, recordemos que este es un roguelite. Esto hace que en cada nueva «run» la superficie de Geodia cambie (al menos hasta cierto punto), debido a las fracturas causadas por la minería del Baron. Y si bien esta mecánica es algo que se esperaría ver en este género, me pareció muy bien implementada.
Lo mencioando, sumado a las batallas contra los jefes que son bastante divertidas y desafiantes, cada una con sus propias mecánicas con las que lidiar, aportan frescura a la propuesta. Los variopintos personajes que podemos conocer en nuestra travesía no son muchos, pero hacen que la exploración sea un tanto más interesante. También el hecho de que las zonas que siempre cambian un poco, sumado a las cuevas de desafíos y minijuegos, hacen que Sparklite se mantenga ameno. Algo que estoy seguro apreciarán mucho los jugadores como yo, a quienes les gusta explorar, y descubrir nuevos lugares y secretos. Por este lado, la verdad, ¡Muy satisfecho!
Finalmente, mencionar que las diferentes mejoras para nuestro robot acompañante me parecieron geniales. Es cierto que algunas no se usan demasiado, pero me gustó mucho el hecho de que tenga sus funciones y no sea sólo una mascota. Ah, y algo de lo que me di cuenta recién al final (Oops!) es que se pueden combinar los parches del mismo nivel para transformarlos en versiones mejoradas de estos. Por ejemplo, dos de bronce crean uno de plata; dos de plata uno de oro. Y les aseguro que esto ayuda muchísimo y marca una diferencia sustancial.
En conclusión, Sparklite es un videojuego que se me hizo muy lindo tanto por su apartado audiovisual como por su vibra en general, muy placentero de jugar y con una dificultad que se me hizo justa; no muy difícil, pero lo suficientemente desafiante. Los personajes no tienen tanta interacción pero me cayeron bien y la trama me mantuvo entretenido a lo largo de todo el juego. Eso sí, debo decir que el final me pareció bastante abrupto, pero bueno, tampoco estropea el disfrute. También cabe destacar que tiene un modo cooperativo, aunque no usé esta función por lo que no puedo decir más al respecto. Como dije al comienzo, es una propuesta especial que me agradó mucho y la cual sentí muy elaborada. ¿Lo recomiendo? Claro, en especial a quienes busquen una bonita experiencia roguelite.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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