Si pudiera describir en una palabra al nuevo trabajo de Chimera Entertainment, la misma sería ‘deslumbrante’. Y es que mentiría si no admitiera que Songs of Silence logró enamorarme con la belleza de su apartado gráfico y su musicalización compuesta por Hitoshi Sakimoto, el legendario compositor responsable de las bandas sonoras de Final Fantasy Tactics, Vagrant Story u Ogre Battle, entre otras. Pero ¿Qué hay más allá de su apartado técnico? Lo cierto es que en términos jugables estamos frente a un título que ofrece una experiencia muy interesante y refrescante dentro de la estrategia, que puede llegar a mantenernos pegados a la silla durante horas.
Songs of Silence es un juego que toma elementos de la estrategia 4X, añadiendo un toque de Heroes of Might & Magic y de Ogre Battle. El resultado es un título con batallas automáticas donde controlamos ejércitos comandados por héroes que deben luchar por conquistar diferentes territorios que nos proporcionan acceso a nuevas tropas y beneficios. La historia sigue el clásico relato del bien contra el mal, donde la humanidad quedó atrapada en medio de una guerra eterna entre los Primordiales y los Celestiales. Como jugadores asumimos el papel de Lorelai, la reina de Ehrengard, quien recorre el país con sus súbditos restantes en busca de un nuevo hogar. Algo que, por supuesto, no es una tarea para nada sencilla.
El modo campaña está bien construido y hace una buena introducción a las mecánicas de juego. En este sentido, cualquiera con una mínima experiencia dentro de la estrategia 4X se puede sentir como en casa. Podemos movernos por el mapa con nuestro héroes, batallar contra enemigos, modificar la formación de las tropas cuando queramos a fin de mover la balanza a favor. En las distintas locaciones como fortalezas, pueblos o minas, podremos reclutar más soldados o comprar cartas de poder. También podemos generar recursos de forma pasiva para adquirir mejoras y fortalecer a nuestros hombres, para convertirlos en un formidable e imparable ejército. En este sentido resulta satisfactorio ver cómo estos lugares cambian su aspecto al mejorarlos, realzando el hermoso arte del título.
Hasta acá todo se mantiene dentro de lo esperable. Sin embargo, la cosa se pone interesante durante los enfrentamientos. Cuando entablamos combate con una tropa enemiga, la batalla transcurre sola y la única forma que tenemos de influir en la contienda es por medio de la formación escogida o por las Cartas del Destino (Cards of Fate). Básicamente actúan como habilidades activas con las que cuenta nuestro héroe que afectan causando daño directo al enemigo u otorgándoles un efecto negativo, pero también potenciando a nuestros soldados o incluso invocando poderosas criaturas. Cabe destacar que algunas tropas cuentan con una carta especial, como por ejemplo las unidades aladas que pueden aprovechar su poder para volar hasta donde deseemos. Eso sí, el uso de todos estos poderes tiene un cooldown.
Esta parte es la más difícil del juego y lo que a mi entender resulta más interesante pero paralelamente frustrante. Me refiero a que no podemos controlar directamente a las unidades, pero si inclinar las tornas a nuestro favor, dependiendo de cuándo y cómo usamos las cartas. Incluso en la dificultad normal me vi obligado a repetir varias peleas para poder conseguir la victoria. No tengo claro si esto es algo malo o bueno. Al fin y al cabo, la forma en que el juego está diseñado funciona. Sin embargo, tener que cargar la partida varias veces cansa, aunque la satisfacción obtenida luego de derrotar al enemigo gracias a establecer una buena estrategia, vale la pena.
Songs of Silence es un juego que engaña, porque al principio, parece que las batallas son cortas y fáciles pero conforme pasan las horas, se hace evidente que una buena estrategia es indispensable para ganar. Detalles como elegir las unidades correctas o el comandante más adecuado para determinados enfrentamientos resultan cruciales. De lo contrario, vamos a morder el polvo una y otra vez. El trabajo de Chimera Entertainment es realmente complejo y profundo, aún cuando no tenemos el total control de nuestro ejército. Es un juego gratificante y centrado, y que haga las cosas de manera diferente se siente como un verdadero éxito.
Conforme vamos luchando, los héroes adquieren experiencia y suben de nivel. Cuando esto sucede, podemos elegir nuevas cartas para ampliar nuestro abanico de estrategias o mejorar alguna de las que tenemos en nuestro poder. Gracias a ello, podemos configurar diferentes ‘builds‘ -por llamarlo de algún modo- personalizando y adaptando la experiencia de juego a nuestro antojo. El único detalle en este aspecto es que las tropas se mantienen siempre en el mismo nivel, independientemente de la cantidad de batallas en que participen. En lo personal, creo que un sistema de mejoras, aunque sea leve, le habría sentado de maravillas, aunque su ausencia tampoco atenta contra el disfrute del juego.
Además de la campaña, el juego también cuenta con un modo skirmish, que nos permite explorar el título sin estar atados a la narrativa. Acá los objetivos a cumplir son aleatorios y se desbloquean poco a poco, lo que lo hace más interesante que sólo enfocarnos en destruir a nuestro enemigo. Esta modalidad también se puede jugar con otras personas, aunque en lo personal no pude probarlo. Lo que sí puedo decir es que llegado cierto punto la inteligencia artificial se vuelve predecible. Es fácil notar sus patrones y acostumbrarnos a ello. Por otra parte, disponemos de varios héroes para elegir, aunque muchos de ellos los podemos desbloquear superando la historia.
Para terminar, no puedo más que volver a destacar el valor artístico de Songs of Silence. El estilo que presenta, recuerda al de un libro de cuentos de fantasía medieval. Los retratos de los personajes y el diseño del mapa son encantadores y contribuyen a establecer el tono de la propuesta. Estos detalles se trasladan a todos los aspectos del juego, como por ejemplo las Cartas del Destino, que cuentan con un aspecto maravilloso y distintivo. Y como frutilla del postre tenemos una banda sonora de corte orquestal muy buena que acompaña a la perfección la acción que vemos en pantalla. Un deleite para el sentido de la vista y el oído.
Songs of Silence es un juego de estrategia refrescante gracias a su combinación de estrategia 4X con la gestión de héroes. El sistema de batallas automática aún cuando a veces resulte frustrante por no conseguir los resultados que uno quiere, le confiere una personalidad única y un loop de juego con la capacidad de mantenernos en este mundo por hora. Incluso su historia, por más cliché que sea, resulta interesante. Además, el hermoso apartado visual y sonoro se siente como un cambio agradable para lo que suele verse dentro del género. Una propuesta más que recomendada.
Sobre Gastón Perez Plada
Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.
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