Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos escuchado historias de monstruos marinos que devoraban embarcaciones enteras en su paso por los vastos océanos. Solo con pensarlo se me ponen los pelos de punta. Recuerdo, por ejemplo, como en Piratas del Caribe, la célebre franquicia de Disney, el monstruoso Kraken partía navios enteros, condenando a sus tripulantes a sucumbir en las profundidades del mar. Si bien las series de dibujos animados se han animado a dar el salto para traernos este tipo de aventuras en mundos tan inhóspitos, siempre son un poco más «amigables» y menos turbias. Solo basta recordar al inocente Flapjack. De esta base es donde parte Fika Productions, dando en la tecla con esta aventura animada estilo roguelite cooperativo llamada Ship of Fools, con la cual me lo he pasado genial.
Ship of Fools nos lleva a un mundo donde los mares están atestados de temibles criaturas marinas. Estas deambulan por ahí, a diestra y siniestra, destruyendo cuanto barco tienen a su alcance. La aventura comienza cuando despertamos solos en la playa del Archipiélago, luego de que una criatura embistiera nuestra embarcación. Es un lugar que supo ver mejores tiempos, pero que ahora ha quedado abandonado y dejado a su suerte por razones obvias. Sin embargo, no todo el mundo se ha ido. Clarity, una anciana que sigue pasando sus días en estas tierras, nos pedirá ayuda para poder librar a este santuario y cambiar el destino.
Pero ¿Cuál es nuestro objetivo? Es muy sencillo, pero a la vez requiere de organización, velocidad de acción, dedos rápidos y una táctica para no ser presa fácil de los monstruos. Básicamente tendremos que navgar por las aguas del Archipiélago y visitar diferentes regiones. Estas, a su vez, están divididas en cuadrículas (como un tablero) y tendremos que ir avanzando de una en una con el fin de conseguir dinero, mejoras para nuestra nave o reparar la embarcación. Al igual que Cult of the Lamb, la forma que se distribuyen estos elementos es de forma aleatoria. Y como era de esperar, una vez se llegue al final de una zona, tendremos que medirnos en combate con un jefazo.
En nuestro viaje descubriremos que Clarity no es el único habitante que sigue habitando el Archipiélago. Conforme vayamos progresando, conoceremos a diferentes personajes famosos de la zona que, por una u otra razón, se encuentran a la deriva. Encontrarlos es lo que permitirá acceder a los diferentes establecimientos donde se compran las mejoras. Por ejmplo, la herrería para mejorar los cañones, o la cocina donde se pueden comprar bonificadores para aumentar alguna de las estadísticas de nuestro personaje. Lo mismo pasa con nuestro personaje que tiene una habilidad determinada como reflectar misiles hacia un punto que queramos, por citar un ejemplo y lo podremos cambiar en nuestro viaje sin problema alguno.
Navegar es una de las mecánicas principales de Ship of Fools, por lo que el barco, Stormstrider, es sin lugar a dudas, el elemento central de toda esta historia. Durante el desarrollo de la aventura podremos mejorarlo lo cual será fundamental para evitar caer con facilidad en combates. Se puede, por ejemplo, comprar mejoras que den acceso a diferentes tipos de municiones para los cañones (explosiva, daño directo, que atraviese varios enemigos, etc), el tipo de cañones y su posición en la nave. Incluso hasta se pueden agregar escudos nórdicos similares a los vistos en varias series o películas, los que agregan resistencia a la embarcación. También se pueden hacer pausas para reparar el barco puesto que, si se hunde, finaliza la partida. Todo esto se consigue mediante el uso de anzuelos, la moneda de cambio en el juego y los que lo convierte en algo sumamente importante.
Ship of Fools puede ser un videojuego demandante, aunque esto depende de la pericia de quién juegue. Sea como sea, en caso de fracasar en nuestra misión, como ocurre en otros tantos roguelites, aparecemos en el Archipiélago habiendo perdido todo lo recolectado. Sin embargo, en caso de que se logre avanzar a otra región y sea ahí donde la aventura concluya, vamos a poder retener lo obtenido hasta ese momento. Es decri, se crea como una especie de «save» que salvaguarda los objetos obtenidos hasta dicho punto.
Algo que quiero remarcar, es que es un juego que se caracteriza por presentar una historia simple y concreta. De hecho, es algo bastante típico dentro del género, como así lo es la duración de sus partidas que pueden ir desde dos horas y media, hasta unas cinto, en caso de llegar al final de la «run» habiendo mejorado todo. Hay quienes consideran esto como uno de los puntos flojos de la propuesta. Sin embargo, desde mi punto de vista está muy bien. Incluso hay cierto factor de rejugabilidad, especialmente gracias al modo cooperativo. Un añadido que no se ve en todos los títulos de este estilo, ya que -por norma general- se limitan a experiencias individuales.
Para terminar, resta mencionar que el arte y la música acompañan de manera perfecta la aventura. Sin intención de caer en comparativas inecesarias, Ship of Fools me recuerda a Cult of the Lamb. Ya no solo por algunas similitudes en términos de jugabilidad, sino por el diseño artístico. El trabajo de Fika Productions presenta un apartado gráfico con un toque animado e infantil, pero que igual nos recuerda que casi todos los monstruos son feos ¡Muy feos!. Ah, y también malos. No olvidarnos de esto que este es el eje sobre el que gira el título.
En definitiva, Ship of Fools ofrece una propuesta de juego muy disfrutable. Una aventura divertida, tanto para experimentar de forma individual, como cooperativa. El título de Fika ofrece suficientes variantes como para probar diferentes recorridos haciendo que cada partida se sienta distinta. También hay buena variedad de armamento, mejoras del navío y hasta artes mágicas, que serán de gran ayuda para alcanzar el tan preciado objetivo de librar los mares de sus terribles enemigos. Sin importar si jugemos solos o acompañados, la diversión y la adrenalina, la buena música y un mundo fascinante donde combatir a base de cañonazos, están asegurados.
Sobre Max Van Hauwaert Duart
Estudiante, fotógrafo, apasionado de la historia y gamer. Devoto de las Don Satur (saladas, obviamente). Intento frustrado de lector de libros. Fiel al Séptimo Arte. Dicen que si le das una UI la destruye en segundos.
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