SHARDPUNK: VERMINFALL – Análisis

SHARDPUNK: VERMINFALL – Análisis

Ratpocalipsis Now

Shardpunk: Verminfall toma elementos de táctica, gestión y combates por turnos, ofreciendo una propuesta que si bien no está libre de asperezas, resulta sólida y muy divertida


Si algo han demostrado los videojuegos, es que las ratas pueden ser un excelente sustituto para los zombies. Su forma de moverse, sus motivaciones e inteligencia, las vuelven enemigos bastante más formidables y atemorizantes. Y mucho más si vienen en grandes números. Ahora, imagina que en lugar de ser bolas peludas que moran en el sótano de una taberna medieval, se tratan de bichos antropomórficos con escopetas en sus manos que emergieron de las alcantarillas para tomar el control de una ciudad de corte cyberpunk. Eso es Shardpunk: Verminfall. El juego desarrollado por Clockwork Pile presenta una mezcla de combates tácticos por turnos con algunos elementos RPG, una suerte de progresión roguelite y una historia sencilla, libre de giros y vueltas. Pero definitivamente, este no es el tipo de propuestas al que te vas a acercar por la narrativa, sino por su jugabilidad.

Shardpunk: Verminfall es un videojuego al que fácilmente podría describir como ‘La cruza entre Darkest Dungeon y Xcom’. Pero, en lo personal, creo que es un poco exagerado. Aún así, se nota que está fuertemente inspirado por dichas propuestas, aunque tiene algunos toques muy propios e interesantes. Como dije, la historia es simple: Las ratas han tomado la ciudad por las armas, por lo que tendremos que liderar a un equipo compuesto por tres supervivientes -cada uno con sus propias armas, habilidades y función- y guiarlos hasta el palacio imperial. Sin embargo, al grupo de humanos se suma un robot. Este último resulta ser un artefacto vital para desmantelar la invasión, por lo que será imperativo que sobreviva hasta el final de la aventura. 

Respecto a la estructura del juego en sí, está dividido en 3 actos, cada uno de los cuales presenta un mapa mediante el cual podemos elegir que nivel visitar. Algo muy similar a lo visto en cualquier roguelite. Esto último resulta ser bastante importante, puesto que escoger un camino, significa desechar el otro. Además, esta elección puede afectar el desarrollo de la partida, ya sea positiva o negativamente. Para que se hagan una idea, a medida que progresamos surgen eventos que hacen que aparezcan enemigos especiales con mayor frecuencia o que estos tengan más vida. Entonces, para eliminar estas desventajas, tendremos que visitar ciertas locaciones en concreto, aunque suelen ser escenarios bastante complicados. Por lo tanto, no se debe subestimar la elección de la ruta a seguir, si es que queremos ver el final del cuento.

El caso es que Shardpunk: Verminfall no es un título especialmente fácil. Bueno, quizá los más versados en la táctica puedan encontrarlo sencillo. Sin embargo, los que apenas van dando sus primeros pasos en el género quizá puedan notar que, por momentos, puede volverse injusto. El objetivo de cada nivel consiste en ir del punto ‘A’ al punto ‘B’, abrir la puerta de un refugio y escapar para dirigirse al siguiente escenario. Hay algunos niveles donde hay alguna variante en los objetivos, pero -generalmente- suele ser el mismo.  El tema es que, en el trayecto, las ratas están al acecho. Suelen aparecer cada cierta cantidad de turnos y en grandes números, por lo que impera una sensación de estar en constante desventaja. 

Y como podrán sospechar, sí, es un juego donde se muere bastante. Pero acá, la vida de los personajes tiene un valor relativamente menor al del robot. En caso de que perdamos a un miembro del equipo, siempre es posible encontrar un reemplazo durante la aventura. Sin embargo, cabe precisar que la inferioridad numérica pesará mucho en el equilibrio del juego. En cuanto al autómata, lo bueno es que no se limita solamente a ser una unidad que escoltar. Por el contrario, su función es la de dar apoyo a los demás personajes, ya sea potenciando sus capacidades o inmovilizando a los enemigos, por ejemplo. También puede abrir unas cajas especiales que contienen unas piezas fundamentales para mejorar el armamento del grupo.

El combate es bastante simple de entender, pero difícil de dominar. Cada personaje tiene 2 puntos de acción que pueden usar para moverse, disparar, recargar su arma o usar un objeto. El hecho de que el mapa sea completamente visible desde el principio, permite planificar un camino a seguir. En ese sentido, Shardpunk: Verminfall fomenta un avance lento y táctico. Moverse con cautela es fundamental, aprovechando las coberturas, ya que los enemigos suelen aparecer al final de tu turno del lugar menos esperado. Perdí la cuenta de las veces que me encontré con un grupo de ratas que estaban escondidas en una esquina. Y no resultaba nada agradable que uno de los supervivientes quedase vendido, sin acciones restantes, aliados cerca y listo para convertirse en un colador.

A raíz de mis errores, además de mover a los personajes por los niveles con mucho cuidado, descubrí tres cosas. En primer lugar, que la mejor estrategia era la de dejar que el enemigo se acercara a mi posición y deshacerme de ellos sin tomar riesgos innecesarios. Por otra parte, que las granadas y los ataques cuerpo a cuerpo son extremadamente más efectivos y confiables que los disparos. Finalmente, que al llegar a la salida, usar un núcleo de fusión para abrir la puerta del refugio automáticamente suele ser más beneficioso que esperar los turnos necesarios a que finalice dicha acción. Porque si bien estos núcleos son un recurso raro, que hasta se pueden usar para revivir al autómata o a los demás personajes humanos, es mejor gastar uno y evitar las oleadas enemigas que arremeten con mucha más intensidad y frecuencia durante la espera.

Shardpunk: Verminfall Shelter

Luego de finalizar un nivel se accede al refugio y allí podemos curar a los heridos, pero solo si contamos con suficientes recursos, los cuales se pueden lootear durante la misión. Además, en función de su desempeño, cada superviviente obtendrá experiencia con una consecuente subida de nivel, lo cual hará que sus capacidades mejoren. También se pueden instalar modificadores a las armas, lo cual refuerza el rol de cada personaje dentro del equipo, como así también su efectividad para eliminar ratas. A todo esto, se suma un sistema de habilidades pasivas que se aplican al equipo en general. Finalmente, se pueden desbloquear mejoras o nuevos personajes para usar en futuras partidas con unas medallas obtenidas por completar logros de Steam. Esto último me encantó y se me hace un añadido bastante original.

Hay otro recurso que también es importante gestionar en los refugios: el estrés. Esta mecánica funciona de modo muy similar a lo visto en Darkest Dungeon, aunque en lo personal, lo sentí un poco más laxo. Impresiones al margen, cada vez que alguno de los sobrevivientes sea golpeado, alcanzado por un disparo o incluso con tan solo ver soldados rata en el mapa, comenzarán a estresarse. Afortunadamente, no hay ataques al corazón que terminen con ellos súbitamente. Aún así, los rasgos negativos que pueden recibir derivado de estas situación, los cuales son permanentes, pueden poner las cosas muy interesantes. Por ejemplo, uno de mis personajes entraba en pánico al ver a un tipo de enemigo en concreto, haciendo que perdiera su control por unos cuantos turnos.

Honestamente, creo que Shardpunk: Verminfall es una grata sorpresa que ha dado este 2023. Si bien no propone nada especialmente nuevo, lo que hace, lo hace bien. Especialmente en su apartado jugable, el cual es muy sólido. No obstante, hay algunos aspectos que podrían estar más trabajados. Por ejemplo, tanto los objetivos como los entornos por los que nos movemos, son poco variados lo que hace que el juego se sienta algo repetitivo. En cuanto a la historia, que si bien como establecí al comienzo, no es el motivo que puede seducirte como jugador, es bastante floja y queda relegada a un plano totalmente secundario. Y no se a ustedes, pero a mi me gusta disfrutar de un buen relato. Finalmente, la IA es buena, aunque por momentos se comporta de forma ilógica y algo errática.

Shardpunk: Verminfall Big Rat boss

En definitiva, Shardpunk: Verminfall se me hace una excelente propuesta para quienes disfrutan de la táctica, la gestión y los combates por turnos. El trabajo de Clockwork Pile deja disfrutarse y en más de una ocasión me mantuvo sentado al borde de la silla, gracias a la tensión derivada de situaciones adversas a la par que épicas. Porque sí, terminar una misión con solo dos personajes, dando la partida prácticamente por perdida, y poder rearmar el grupo rescatando a nuevos supervivientes que se unieron a mis filas, no tuvo precio. Sin lugar a dudas, un título sólido y rejugable que deja las bases sentadas para ampliar su experiencia a futuro. Pero por sobre todas las cosas, divertido.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Franco Borgogna

Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.


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