SERIAL CLEANERS – Análisis

SERIAL CLEANERS – Análisis

Mother should I trust the government

Serial Cleaners es una secuela construida sobre los pilares de su predecesor, pero con una impronta mucho más cinematográfica, un apartado artístico sublime y una narrativa tarantinezca


La figura del “Limpiador” es bastante recurrente en las películas o series de mafiosos. El que limpia ha de tener frialdad, prestigio, carisma, misterio y ser seguro de sí mismo. Es una persona que -como decimos en Argentina- la tiene atada. Pero ojo, no hablo del que mantiene limpio el hall de la casa de Don Corleone. La limpieza a la que me refiero, no es para cualquiera. Y mucho menos para alguien que sea fácilmente impresionable, debido a que hay que manipular cadáveres, desaparecer pruebas y limpiar sangre. En esto es en lo que se basa Serial Cleaners, un videojuego de sigilo que consiste en arreglar los desastres que los criminales con gatillo fácil y poco temperamento van dejando a su paso.

Fue en 2017 cuando Draw Distance (Ex iFun4all) creó Serial Cleaner. El título era bastante experimental y, su concepto, muy original. Básicamente se trataba de ayudar a Bob a dejar todo reluciente, quitando de en medio cualquier pista incriminatoria, mientras se evadía a la policía. El juego fue muy bien recibido por la crítica y los jugadores, por lo que una secuela parecía tan solo una cuestión de tiempo. Esta segunda parte se construye a partir de los mismos cimientos, pero amplía sus características. Acá se nota un gran crecimiento por parte del estudio, puesto que hay un enfoque narrativo más elaborado y un estilo artístico muy definido ¿El resultado? Diría que es bastante satisfactorio, aunque mecánicamente repetitivo y -al menos para mí- muy fácil.

Cuando estuve en Gamescom 2022 tuve la chance de probar el juego en forma anticipada. Siendo sincero, me fui con unas impresiones muy buenas de allí. Y ojo, no es que hayan variado ni mucho menos. Creo que luego de mi primer contacto, lo que hice fue imaginar las posibilidades. Pensar en “que bueno estaría si hacen esto o aquello”. Es por ello que quizá tengo esa sensación de que algunos conceptos podrían haberse explotado más en profundidad. De todos modos, eso me pasa por dejarme arrastrar por las caudalosas aguas de la imaginación. Tampoco voy a analizar un juego por todo aquello que no es, sino que lo haré por lo ofrece y las sensaciones que me ha dejado.

Serial Cleaners Boat

Serial Cleaners nos lleva hasta la víspera de Año Nuevo de 1999. Bob ya no está solo sino que cuenta con la ayuda de cuatro limpiadores. Esta noche de jolgorio y algarabía se presenta como una excelente oportunidad para recordar viejos tiempos. Así es como conocemos -y jugamos- la historia de cada uno de los personajes. Es decir, vamos a poder saber cómo llegaron a formar parte de esta “empresa” y cuáles fueron sus motivaciones.

La trama y la forma en que se cuenta, recuerda a las películas de Tarantino o Guy Ritchie. Esto más que nada porque conforme avanza el juego, todo comienza a entrelazarse para culminar en un clímax muy interesante. Es como un rompecabezas donde, de un momento a otro, las piezas comienzan a encajar maravillosamente. Pero como bien saben, no voy a mencionar nada más al respecto porque no quiero estropear la experiencia de nadie. Solo me limitaré a decir que es una muy buena historia.

El juego está estructurado en misiones. 20 para ser más específico que pueden tomar alrededor de 10 horas en completarse. Antes de entrar en cada nivel se puede elegir al limpiador y este da un poco de contexto antes de que podamos sumergirnos en la acción. Sea como sea, e independientemente del personaje, los objetivos se reducen a lo mismo: Esconder cadáveres, deshacerse de pruebas y limpiar sangre. Fin. Solo en un par de escenarios varía lo que hay que hacer, pero muy poquito. Para que la cosa no sea demasiado fácil, siempre habrá agentes de la ley rondando las inmediaciones. Si bien no son muy avispados, añaden un puntito de complejidad invitando a llevar a cabo una muy ligera planificación.

Serial Cleaners Vip3r

Cada uno de los limpiadores tiene su propio estilo y habilidades. Bob es el típico profesional, tranquilo, metódico y con visión de futuro. Luego está Vip3R, una hacker que puede usar la red informática para confundir a la policía o desactivar las cámaras de seguridad. Ah, y puede meterse en los conductos de ventilación. La otra mujer del grupo es Lati, una artista callejera que destaca por agilidad y habilidades de parkour. Y finalmente está Psycho, que bueno, es un psicópata como su nombre lo indica. Este personaje en particular me pareció el más interesante. Es como una mezcla entre Duke Nukem y Ash de Evil Dead, que usa una motosierra para deshacerse de los cuerpos. Lo mejor es que puede arrojar con mucha violencia las partes de los cadáveres cercenados para dejar KO a los polis.

Independientemente de a quién se elija, siempre habrá que evitar las miradas indiscretas. Si nos ve un civil, estos alertan a la policía. Si nos ven los agentes de la ley, se pondrán nerviosos y no van a dudar nada en dispararnos. Es por esto que contamos con el «sentido limpiador», una especie de modo detective de Batman. Esto es especialmente útil para identificar los cuerpos, pruebas y sangre, pero también las rutas de escape, atajos u objetos con los que interactuar. El caso es que los limpiadores no son asesinos y el único arma con que contamos es la inteligencia. Entonces, para cambiar las rutas de patrulla o ganar tiempo mientras se arrastra un cuerpo, se pueden apagar luces, abrir puertas o activar objetos que hagan ruido. En este aspecto -y salvando las grandes distancias- el juego me recordó a Commandos, aunque sin sniper y mucho más indulgente.

Serial Cleaners Lati

Por lo general suele haber muchos policías. Pero a diferencia de otras propuestas similares, acá no se muestra el clásico cono de visión. Entiendo que quizá podrías pensar que esto incrementa la dificultad. Y no. No es así. Tampoco lo hace el hecho de no contar con un zoom, un minimapa o la posibilidad de girar la cámara.

No se de donde sacaron a estos agentes de la ley, pero se me hace que ninguno de ellos ha de haber pasado la prueba de la vista. Literalmente -y con perdón de la expresión- no ven un carajo. En más de una ocasión pasé a pocos metros con un cadáver al hombro y nada. Ni pelota. Es como que tenés que estar al lado para que por lo menos te persigan. Las fuerzas del orden tampoco destacan por su oído y mucho menos por su memoria. Pareciera que les da igual si desaparece un cuerpo de la escena del crimen. Ellos siguen pensando en que van a comer por la noche.

No recuerdo haber tenido una misión complicada o un objetivo que se me hiciera difícil de cumplir. El hecho de que los policías sean tan limitados, hace que limpiar las escenas del crímen sea un trámite. También ayuda el que cada vez que se elimina un cuerpo o una prueba el juego salva la partida. Entonces, si por confiado alguien te agarra con las manos en la masa, lo peor que puede pasar es volver al último punto de guardado ¿Es esto algo malo? No necesariamente. Creo que el objetivo es que el conjunto nunca resulte frustrante y ofrecer un balance. Es decir, dejar que el jugador experimente con las mecánicas y al mismo tiempo, permitirle disfrutar de la historia. Yo que sé, a mí me gustó.

Lo que sí me resultó molesto es que, en ocasiones, hay muchas pruebas de las que deshacerse. El problema es que, por algún motivo, los personajes no pueden llevar más de una cosa en la mano. Que si es un cuerpo, lo entiendo. Pero cuando hablamos de una pistola o una pierna cercenada, no hace mucho sentido. Lo que pasa es que para deshacerse de estos objetos, hay que ir hasta el vehículo del limpiador. Sinceramente, tener que hacer tres viajes de punta a punta de un escenario, no es que sea difícil, sino cansador. Y dado que -por norma general- las misiones tienen por objetivo eliminar cuatro cuerpos y tres evidencias, ya pueden hacerse una idea de cuántas veces hay que ir y volver.

Otro aspecto que generó algún que otro inconveniente en mi partida, fue la presencia de bugs. No es que fueran constantes, pero cuando aparecían, se hacían notar. Por ejemplo, en la primera misión me desapareció una llave que era clave para poder progresar. No se como ni porqué, pero no estaba donde se suponía. Y lo recordaba calcado, porque era justamente uno de los escenarios que había jugado en Gamescom. Total, que debido a esto tuve que reiniciar el nivel. Nada grave y supongo que son cosas que con un parche se pueden arreglar ¿Cambia esto mi valoración acerca de Serial Cleaners? No, pero quería mencionarlo porque me pasó.

Serial Cleaners Psycho

Lo que me encantó de Serial Cleaners, mucho más que su jugabilidad y misiones incluso, es la puesta en escena cinematográfica. Los colores, la posición de la cámara, los entornos; todo tiene un inconfundible regusto a los años ‘90. Y da igual que los personajes parezcan como un pedazo de cartón inexpresivo durante las escenas, todo suma en pos de construir una atmósfera. Acá se nota que el equipo de Draw Distance toma como fuente de inspiración películas como Fargo y Pulp Fiction. Hay una intención clara y mucho cariño puesto en este apartado.

La banda sonora también es digna de mención, la cual estuvo a cargo de Joshua Eustis. El compositor no sólo hace referencia a la música de esa época, sino que enriquece el espectro con piezas de jazz. Lo único que podría haber hecho que este aspecto fuera aún mejor es que las pistas hubieran estado sincronizadas con la acción. Es decir, que fueran más dinámicas. De todos modos, insisto, es absolutamente genial.

Serial Cleaners Characters

En definitiva, Serial Cleaners es una propuesta interesante que ofrece un brillante pretexto para invitarnos a hacer algo tan simple como limpiar. Sangre y cadáveres, pero limpiar al fin y al cabo. Esta segunda parte obviamente pierde ese empuje innovador que caracterizó al primer juego. Sin embargo, desde Draw Distance intentan enriquecer su estructura, ampliando las posibilidades, a través de la introducción de nuevos protagonistas con diferentes características que afectan tanto a la jugabilidad como a la narrativa. Y el ambiente cinematográfico y la música hacen el resto. Aún así, no puedo dejar de lado el hecho de que es un juego repetitivo y fácil, haciendo que en los meses por venir difícilmente recuerde alguna misión en concreto. Pero aún con todo y sus limitaciones ¿Quién hubiera dicho que limpiar podía ser tan divertido?


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Franco Borgogna

Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.


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