Hicieron falta 5 largos años, pero finalmente ese día llegó. Y cuando eso sucede, muchas veces no sabemos qué hacer. Sin embargo, todos aquellos que estuvimos esperando por la versión 1.0 de Satisfactory lo tuvimos claro: Jugar y disfrutar a más no poder. El trabajo de Coffee Stain prometía mucho y cumplió con creces, haciendo que la idea de planificar y construir, tal como si de un trabajo se tratase, se sienta sumamente divertido y satisfactorio. Todo esto fue posible gracias a la estrecha relación del equipo de desarrollo con la comunidad de un videojuego que, a día de hoy, prácticamente no necesita presentación. Pero aquí estamos, para hablar de él dado que nos encontramos frente a Crème de la crème en lo que a juegos de automatización respecta.
Construir fábricas y líneas de producción no es algo particularmente novedoso. Este ‘género’ comenzó a popularizarse con la llegada de Factorio, título del que Coffee Stain se nutre para dar forma a su trabajo. Satisfactory debutó en acceso anticipado en la Epic Game Store, aunque no fue hasta que llegó a Steam que se convirtió en todo un éxito. El juego tiene una premisa sencilla: Empezamos en un planeta sin colonizar en el que deberemos construir y enviar piezas a nuestro empleador, FICSIT, que se encargará de salvar a la humanidad con ello. Hasta ahí todo bien, nada fuera de lo normal.
Para cumplir con nuestro cometido, debemos crear cadenas de producción, extraer recursos del suelo, como hierro, carbón o petróleo, y transportarlos hacia las fábricas procesadoras por distintos medios. Es entonces cuando caemos en cuenta que Satisfactory logra armonizar el tedio de crear estas grandes líneas de producción con el estímulo de hacernos sentir que progresamos constantemente. Además, es un juego que destaca de otras propuestas similares en el hecho de que todo demanda de mucha reflexión. Acá no vamos a estar pensando en el siguiente paso de nuestro proyecto, sino en los próximos quince.
Para abastecer a FICSIT de materiales, debemos construir un ascensor espacial que, dicho sea de paso, otorga una vista impresionante al juego. Esta estructura podemos ponerla donde queramos y sirve como un punto de referencia, dado que se ve desde cualquier parte del mapa. Al momento de enviar todo aquello que nos piden en cada una de las fases en que se divide el juego, se nos enseña una animación que nos hace sentir realmente muy pequeños. Esto se debe a que somos testigos de cómo nuestro empleador va construyendo en el espacio una estructura colosal.
El sistema de progresión de Satisfactory está muy bien pensado. Tenemos un total de 5 fases, y cada una cuenta con dos o tres milestones. En la primera, nos van a pedir cosas sencillas que podemos fabricar con hierro y cobre, y así crear el ascensor espacial. Una vez realizamos el primer envío, se desbloquea un nuevo hito que nos recompensa con nuevas tecnologías luego de completarlo. A partir de ahí, la producción comienza a volverse más compleja, pero paralelamente es el motor que nos impulsa a explorar un mundo gigante y muy bien diseñado. En las zonas verdes podemos obtener varios recursos fundamentales. Sin embargo, de cara a la mitad del juego, vamos a tener que movernos hacia las zonas desérticas. Estas son más difíciles de navegar, aunque por contraparte nos ofrecen todo lo que necesitamos para avanzar en instancias avanzadas.
La exploración es parte una fundamental del título de Coffee Stain. Al fin y al cabo, es la única forma de encontrar los recursos necesarios para avanzar en la historia. Al comienzo vamos a tener que lidiar con formas de vida salvaje que nos van a atacar en cuanto nos vean. Sin embargo, en la medida que el juego progresa y nos metemos en zonas alejadas a las del comienzo del juego, comienzan a aparecer enemigos más fuertes. Un detalle que cabe destacar es que dichas áreas no están artificialmente separadas, sino que forman parte de un mundo armonioso que, a su modo, nos hará saber cuándo estaremos listos para ir a determinados lugares.
Por otro lado, existen obstáculos naturales de los que también vamos a tener que cuidarnos, como las colmenas que emiten gas venenoso, o las zonas ricas en uranio. Otro peligro se encuentra en las alturas, dada la propia verticalidad del juego. Al principio, algo tan simple como subirnos a una colina nos dará mucho miedo. Pero cuando obtenemos el jetpack, no sólo estaremos moviéndonos a cientos de metros de altura, sino que hasta vamos a construir rascacielos con fábricas. Finalmente, un factor determinante que impulsa la exploración, se encuentra en la rareza de tres materiales en concreto: Los gusanos de energía, La Esfera de Mercer (una clara referencia Matthew Mercer de Critical Rol), y el Somersloop. Eso, además de los discos duros, que nos brindan recetas alternativas para producir lo que aprendimos.
El sistema de discos duros aporta todo un nuevo espectro a la producción. Básicamente por que ofrecen recetas alternativas para aquellos items que demandan recursos escasos, o la posibilidad de incrementar la producción más que con la fórmula original. Con estos materiales, podemos hacer volar nuestra creatividad y decidir cómo vamos a obtener los recursos que necesitamos. De hecho, llegado un punto no sería de extrañar que comencemos a hacer cuentas en una hoja de cálculos para maximizar la productividad. Y también para aprovechar hasta el último centímetro disponible en el mapa ya que la optimización es muy importante. Incluso el propio juego tiene una calculadora incorporada.
De todos modos, no hace falta tryhardear para alcanzar el éxito. Satisfactory es un juego accesible al punto que podemos poner las fábricas como queramos y aún así llegar al objetivo. Tiene cooperativo cross-platform entre Steam y Epic Games, lo cual reduce la carga de trabajo para todos; un movimiento acertado por parte de Coffee Stain para juntar a toda la comunidad que se creó desde el early access. Además, hay decenas de referencias que hacen alusión a la cultura de internet, y la ciencia ficción. También a la política, mediante ADA, la IA que nos guía, que constantemente se burla a las mega corporaciones. De hecho, llegan a reírse de sí mismos, referenciando a antiguos problemas del juego. Por ejemplo, cuando recuerdan como el youtuber ‘Let ‘s Game It Out!’ hizo varios videos rompiendo el título por completo con diferentes mecánicas que, por aquel entonces, estaban sin pulir.
Satisfactory ya era toda una experiencia desde sus comienzos en acceso anticipado, y lo sigue siendo hoy día. En lo personal, había jugado algunas horas, pero siempre reservando tiempo para cuando llegase la versión 1.0. Al momento de redactar estas líneas tengo más de 160 horas jugadas y aun sigo disfrutando del título. Volver de mi trabajo, donde todo el día trabajo con hojas de cálculo, y llegar a mi casa para hacer lo mismo en el juego resulta de lo más satisfactorio. Coffee Stain dio vida a algo único, donde construir una fábrica enorme para producir solo un ítem que enviar por el ascensor espacial es toda una vivencia. Sin lugar a dudas, un GOTY de la vida que -estoy seguro- cualquiera que decida darle una oportunidad podrá disfrutarlo de verdad.
Sobre Gastón Perez Plada
Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.
Artículos más recientes
