Si bien me considero alguien que sigue de cerca el desarrollo independiente, no estoy exento a que varios juegos queden por debajo de mi radar. El caso es que hay tantos títulos que salen y se anuncian diariamente, que me resulta virtualmente imposible estar al tanto de todos ellos. Una de estas propuestas de las cuales no había escuchado hablar antes es Saga of Sins, el trabajo de Bonus Level Entertainment. Este videojuego, estuvo presente en la Gamescom y fue uno que, aún viéndolo de lejos, pensé “quiero probarlo”. Su colorido apartado gráfico, el estilo visual y su dinámica jugable de corte arcade, hicieron que sea muy difícil ignorarlo. Y puedo asegurar que si no lo hubiera disfrutado, este artículo definitivamente no existiría.
Saga of Sins es una aventura de acción que de algún modo recuerda a Ghost’n Goblins. Es un juego a la vieja usanza, pero que añade algunos toques de modernidad. Algo que me encantó es que el juego estaba presentado en un gabinete tipo arcade, lo cual acentuaba más sus intenciones. Creo que fue un toque de muy buen gusto. Tal es así, que por un momento me sentí transportado a mis días de juventud. El fugaz recuerdo de aquellos locales llenos de juegos, donde tantas horas pasaba despuntando el vicio, dibujó en mi rostro una tonta sonrisa. La misma que tengo ahora, mientras escribo estas líneas.
Pero volviendo al título que nos compete, presenta una historia mística, inspirada en la obra del pintor holandés Hieronymus Bosch. Parece ser una suerte de tendencia que están siguiendo varios juegos la de apostar por este estilo de “pinturas en movimiento”. Pero, hey, no me quejo, sino todo lo contrario. Me gusta mucho, puesto que a través de este estilo visual logran construir una atmósfera. Las imágenes son fantásticas, muy coloridas, y tranquilamente podrían decorar los vitrales de una iglesia. Además, es genial que aún siendo tan vivaz, todo se perciba tremendamente perturbador.
La versión demo que jugué sirvió para hacerme una idea bastante clara de que es lo que Saga of Sins tiene para ofrecer. El título nos pone en el papel de un clérigo llamado Cecil, que tiene el poder de entrar en la mente de las personas. El objetivo será liberar al pueblo de Sinwell de la corrupción causada por los siete pecados capitales. Al comienzo estamos en una iglesia que vendría a ser una especie de hub. Allí, los feligreses -que representan los diferentes niveles- aguardan en fila a ser salvados. En mi caso, probé el que estaba basado en la gula. Lo primero, mencionar que los escenarios son muy detallados. Creo que pasé al menos 5 minutos contemplando los fondos animados, viendo como unos cerdos se hartaban de comida y bebida. Era casi hipnótico y encantadoramente lúgubre.
Ahora, nuestro protagonista también guarda algún tipo de misterio, aunque desde Bonus Level no quisieron darme muchos detalles al respecto. El caso es que al ingresar en la cabeza de los pecadores, Cecil no lo hace con su aspecto humano. Por el contrario, lo hace en forma de diferentes criaturas demoníacas. Si bien en la versión final serán cuatro, en la demo solo había dos disponibles. Una de ellas era una especie de hombre lobo y, la otra, una gárgola que escupía fuego por la boca. Cada uno de estos seres tienen habilidades que pueden mejorarse con el oro que arrojan los enemigos al caer derrotados. Un detalle a mencionar es que el árbol de habilidades es -literalmente- un árbol (Valga la redundancia). Si bien no ví ninguna manzana, entiendo que es una referencia bíblica. Y las mejoras que ahí se obtienen, el fruto del pecado.
Dentro de cada nivel se puede alternar entre los diferentes demonios de Cecil. Esto es bastante útil ya que hay secretos que solo se pueden descubrir con las características de estos. Por ejemplo, el hombre lobo puede hacer un aullido con el que puede destrozar algunas paredes. También resulta fundamental cambiar de una a otra, puesto que hay enemigos que son menos resistentes a ciertos tipos de daño. Además hay un poder en común que es muy satisfactorio de usar: El Power Dash. Se trata de una poderosa embestida que puede destruir a varias criaturas de un tirón. Lo curioso es que para usarla tendremos que cargar una suerte de medidor representado por una aureola angelical. Esta aparecerá sobre la cabeza de nuestro protagonista, indicando que ha llegado el momento de la purificación.
Además de combate, también hay bastante plataformeo. El personaje cuenta con un doble salto y la posibilidad de usar el Power Dash en el aire para alcanzar zonas en apariencia inaccesibles. El nivel que jugué no presentaba secuencias demandantes en este aspecto. Sin embargo, los responsables del título me explicaron que esto era tan solo una especie de tutorial para familiarizarse con las mecánicas. Y teniendo en cuenta lo que se puede ver en el trailer de anuncio, puedo intuir que habrá segmentos bastante más exigentes.
A todo esto, también se suman los combates contra los jefes. La batalla que pude disfrutar fue entretenida. Me gustó mucho el diseño de este monstruo. Era como una especie de cerdo sobredimensionado, con cuernos en su rostro y una decena de hachas que asomaban de su lomo. La pelea no fue excesivamente complicada, aunque sí tuve que aplicar todo lo aprendido hasta entonces. De esto, lo que más me intriga es saber cómo serán las otras representaciones de los pecados, porque esta se veía genial. Ah, finalmente mencionar que también hay una suerte de niveles especiales donde tendremos que resolver sencillos puzzles que recompensarán con monedas para comprar mejoras.
Saga of Sins me parece un videojuego muy interesante y llamativo. Su propuesta jugable, con una fuerte impronta arcade, sumado a una historia que se me hizo curiosa, me dejaron con ganas de más. Además, en lo visual es muy atractivo, con ese estilo que logra hacer que los vitrales cobren vida. A todo esto, añadir que desde Bonus Level me anticiparon que la trama tendrá sus giros y hasta habrá varios finales. Habrá que esperar a ver el resultado final pero en lo que a mi respecta y en virtud de la buena impresión que me he llevado, creo que tiene todos los elementos para ofrecer un combo ganador. Por ahora no hay una fecha de lanzamiento estipulada. Solo se sabe que llegará en 2023, cuando Sinwell esté lista para abrir sus puertas.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
Artículos más recientes