Hace más de 30 años, en 1993, Konami publicaba un plataformero de acción tan bizarro como atractivo. Rocket Knight Adventures nos ponía en la piel de Sparkster, una zarigüeya antropomórfica que, equipada con una armadura, una espada y un jetpack, debía enfrentar a un ejército de cerdos para salvar a su reino. El juego fue recibido con elogios, tanto por la prensa, como por los usuarios de Sega sedientos de un plataformero de ese calibre. A partir de entonces, el protagonista se convirtió en un personaje de culto y sinónimo de calidad. Tuvo una ambiciosa secuela para Génesis, una entrega para SNES y durante años, fue reconocido como la mascota de la desarrolladora. Hoy regresa en Rocket Knight Adventures: Re-sparked!, un compilado que incluye los 3 títulos de 16 bits emulados a la perfección, convirtiéndose en la prueba fehaciente de que la propuesta envejeció tan bien como un buen vino.
Sparkster era un personaje adorable, tanto en la portada como en los sprites del juego. Eso de por sí ya era una buena puerta de entrada, pero lo más interesante era cómo transmitía la narrativa. En los noventas, la mayoría de la historia la aprendíamos por los textos del manual y algún puñado de cinemáticas in-game, pero Rocket Knight Adventures lo hacía a través de la acción en sí. No sólo por la fantástica banda sonora que sentaba el clima de cada escena, sino por una serie de detalles que reflejaban a la perfección lo que estaba sucediendo. Algunos enemigos huían despavoridos al vernos llegar, otros reaccionaban a la destrucción del escenario e incluso a los segmentos incendiados. Los fondos animados también contaban una historia y esto estaba presente desde el primer nivel del juego, augurando la experiencia de calidad que nos aguardaba en el resto de la aventura.
El éxito del primer juego, y consecuentemente la saga en sí, no debería sorprender a nadie ya que fue desarrollado por un equipo de lujo. El diseño, a cargo de Nobuya Nakazato, responsable de 3 de los mejores Contra de la historia: The Alien Wars (SNES), Hard Corps (Genesis) y Shattered Soldier (PS2). Lo sorpresivo fue que, al menos hasta el reboot de 2010, no se supo nada más de este fantástico personaje ni se llegó a coquetear con una secuela. Este último genial pero, por algún motivo que escapa a mi comprensión, no tuvo el mejor recibimiento por parte de la prensa ni la comunidad. Hoy, casi 14 años después del lanzamiento del reboot, Konami publica Rocket Knight Adventures: Re-sparked!. Un suerte de ‘remasterización’ que hace un gran trabajo no sólo de preservación, sino para traer del olvido a tres grandes juegos.
El primero, y mi favorito, es el clásico que dió origen a la saga. Rocket Knight Adventures sigue siendo maravilloso, se ve espectacular y se juega a la velocidad de la luz. Nuestra zarigüeya favorita hace gala de su jetpack para volar por toda la pantalla mientras reparte espadazos a diestra y siniestra. Los diseños de los niveles acompañan la acción y los jefes sorprenden tanto como lo hacían hace 30 años. El segundo es Sparkster: Rocket Knight Adventures 2, también exclusivo de Genesis. Esta vez Sparkster tuvo un rediseño para hacerlo menos infantil y un poco más cool. Recordemos que estamos en plena explosión de Sonic y lo “lindo” estaba pasando rápidamente de moda. Tiene menos niveles, pero son muchísimo más grandes y tienen un diseño verdaderamente ambicioso. Habrá vehículos, jefes gigantes y hasta mejoras ocultas en los niveles que garantizan un desafío extra sobre el final del juego.
El tercer título, Sparkster, es la única entrega publicada en SNES y, en mi opinión, el eslabón más frágil de la cadena, aunque un gran plataformero de acción por cuenta propia. Técnicamente, se tratas de la secuela directa del primer título, pero con una jugabilidad que no es tan rápida ni exacta. Los niveles propician la velocidad, pero el diseño palidece en comparación, también sufría de severos bajones de frames, pero esto fue solucionado es esta compilación. Es destacable que algunos niveles y jefes son exclusivos para las dificultades más altas, invitándonos a terminar el juego en Hard para ver el “verdadero final”. Estos recursos se incluían, por aquel entonces, para sumar rejugabilidad y justificar la compra por encima del alquiler. Lo mejor son sus vehículos, como la avestruz robótica, las navecitas y el mecha boxeador. Un delirio espectacular que hacía explotar a la consola de Nintendo.
Lo más importante de esta compilación es el gran trabajo del Carbon Engine que garantiza una emulación fiel, a la vez que ofrece necesarias opciones de calidad de vida. Desde un filtro para verlo como Dios manda, pasando por diferentes modos de escalado, fondos de pantalla, guardado de partida y un rebobinado instantáneo. Lo bueno es que son tan solo unos segundos, lo suficiente como para salvar un error de último momento, pero no tanto que arruine del todo el desafío. Esto último es un punto clave, las tres entregas incluídas se destacan por su experiencia desafiante, con parte del contenido bloqueado en los niveles de dificultad más altas, por lo que un buen balance era clave para el disfrute del paquete en general.
Puede sonar redundante, pero el trabajo de emulación en títulos de 16 bits es casi arqueológico. Y no me refiero a que hayan pasado 30 años desde su lanzamiento original. Estoy hablando de que el hardware de aquel entonces era muy diferente al actual. Por lo tanto, conseguir replicar las experiencias de juego a la perfección no es tan simple como bootear un emulador y cargarle una ROM. Limited Run Games hizo una labor cuidadosa, conservando incluso los bajones de frames en el título de Super Nintendo pero añadiendo una opción para optimizar el rendimiento y jugarlo como el equipo de desarrollo original lo imaginó. Acá la palabra clave es “opción”, porque quienes prefieran jugar la experiencia original podrán hacerlo y de hecho viene configurado así por defecto.
Por si fuera poco, Rocket Knight Adventures: Re-sparked! añade una completa sección de extras. Incluye un museo de la franquicia con documentos de diseño, arte conceptual y hasta un modo Jukebox para disfrutar de la banda sonora. Además, desarrollaron un modo Boss Rush que nos permite saltarnos el nivel para ir directamente a pelear contra los bosses. Este último es ideal para practicar esas batallas complicadas. Especialmente si deseamos completar los juegos en la dificultad más alta y obtener los logros más complicados. La cereza del postre es una nueva animación original que se reproduce al inicio, a modo de presentación. Es un detalle maravilloso que se siente como un abrazo para quienes crecimos con Sparkster y queríamos verlo regresar.
Rocket Knight Adventures: Re-sparked! hace un gran trabajo de preservación y es la excusa perfecta para volver a jugar estos tres plataformeros de acción que, a pesar de tener 3 décadas sobre sus hombros, siguen dando cátedra entre todos los exponentes del género. La emulación es fantástica y, si bien la sección de extras podría ser mejor, el paquete en general es muy bueno. Admito que esperaba una versión desbloqueable del reboot de 2010, pero quizás haya que esperar un tiempo más para que Konami se anime a remasterizar. Si alguna vez jugaron la trilogía original, o si desean hacerlo luego de leer esta review, este compilado es sin dudas la mejor forma de disfrutarla y conocer al emblemático Sparkster.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
Artículos más recientes