Recuerdo cuando de pequeño los juegos de lo que hoy se considera «retro» me parecían tan maravillosos y especiales. Eran títulos que me supieron brindar horas y horas de diversión en aquellos días lluviosos o vacacionales de mi niñez. El caso es que ahora de grande, no puedo evitar apreciarlos aún más, ya que los siento como «cartas de amor» a esa época que marcó la infancia de tantos videojugadores. Y también porque demuestra que el pixel-art es, simplemente eterno. Prodigal, es un juego con una mezcla de géneros que me llamó mucho la atención justamente por lo mencionado. Es una propuesta que, al contar con tan despampanante estilo de retro, nada más verla decidí darle una oportunidad. Y que decir: Sin lugar a dudas, ¡no me arrepiento en lo absoluto!
Desarrollado y publicado por Colorgrave, Prodigal es una aventura y acción rpg, con toques de simulador de citas, y énfasis en exploración de mazmorras. El juego inicia con una corta cinemática donde nuestro protagonista recibe una carta escrita por su abuelo, el «Pa Darrow». En esta se nos cuenta que han fallecido sus padres, por lo que debería volver de sus viajes para atender el funeral y presentar así sus respetos a los difuntos. Debido a esta situación, el héroe de la historia (a quien podemos nombrar, por cierto) se decide a regresar sus raíces: un pequeño y acogedor pueblo costero conocido como «Vann’s Point». Allí se reencontrará con viejos amigos y familiares, algunos más contentos que otros con su visita; y, por supuesto, nuevas caras por conocer.
Luego del reencuentro con el abuelo, comenzaremos a avanzar la trama con algunas misiones. También conoceremos a algunos de los residentes del pueblo, diferentes establecimientos como el bar o la tienda, y las cercanías de la localidad. Especialmente las mazmorras, lugares que frecuentamos bastante a menudo. Poco a poco iremos conociendo partes del pasado del protagonista y su familia, como su razón para irse y el por qué algunos no aprecian su regreso. Y, por supuesto, también descubriremos secretos sobre el pueblo y sus habitantes.
Conforme transcurre el juego, la historia se va desenvolviendo con algunos giros interesantes. La trama cuenta con momentos geniales y algo emotivos, lo cual me mantuvo bastante entretenido hasta el final. Me gustó bastante el apartado narrativo, en especial los diálogos con personajes y nuestra relación con ellos. Y este es un un aspecto que me parece bastante importante, en especial, cuando hay romance de por medio.
En términos algo más técnicos, el juego hace uso de una cámara vista desde arriba. Creo que esto es muy típico de este género y algo de lo cual no me llego a cansar. El estilo pixel art esgocigo es muy retro y bonito. Me recuerda a los RPG clásicos como Zelda de la Gameboy Color pero más vistoso. Y todo adornado con una paleta de colores vibrante que ayuda a generar de forma singular esa atmósfera de videojuego de los ’90.
Los diseños de los personajes y enemigos me resultaron perfectos. En especial el de los aldeanos y los jefes, y la verdad es un punto que me parece que vale la pena destacar. Después de todo, es difícil diseñar sprites que están restringidos por cuestiones como el tamaño y la paleta de colores. Pero aún así se distinguen muy bien los unos de los otros y hasta tienen sus propios toques característicos. Sin embargo, quiero añadir que mi parte favorita del apartado artístico son sin duda los retratos; me gustaron mucho y me parecieron muy detallados.
El apartado de sonido considero que es perfecto para el juego y su género. Las pistas que acompañan la aventura son muy «chiptune», algo que potencia el ambiente retro del título. Hay varias tonadas para cada sitio y mazmorra. También para las diferentes escenas a lo largo del juego, ya sea para la historia como para las secuencias de los aldeanos con el protagonista. No tengo mucho más que añadir, salvo que hay una canción muy genial al final del juego, con letra y cantante. Sin lugar a dudas un lindo detalle en la culminación de Prodigal. Como la frutilla del postre.
Respecto a la jugabilidad, Prodigal es simple pero muy placentero. Podemos explorar mazmorras, las cuales tienen sus propios puzzles y características. También combatir contra los monstruos y criaturas que las habitan, realizar misiones secundarias para conseguir mejoras, equipamiento y subir el nivel de afección de las chicas de Vann’s Point. Este último punto es algo en lo que quiero enfatizar, ya que el título cuenta con una mecánica de citas. Si bien es bastante sencilla, resulta muy entretenida y variada. Esto más que nada porque hay varias candidatas con las que involucrarse en caso de querer entrar y explorar sus mini rutas de romance.
El combate es mecánicamente sencillo, pero a la vez desafiante. Las peleas contra los jefes tienen sus propias peculiaridades, lo cual añade un agradable toque de variedad al final de cada calabozo. Me pareció que hay un buen balance entre enemigos, puzzles, misiones y combates. La verdad es que disfruté bastante explorando cada nueva mazmorra y descubriendo los secretos que esta esconde. Y lo mejor, es que además hay varias tareas y minijuegos opcionales que me mantuvieron bastante ocupado a lo largo de esta sólida aventura.
En conclusión, Prodigal es un juego muy hermoso y su inspiración retro me cautivó desde que vi su trailer. Hay variedad de personajes que conocer y muchas cosas por hacer. Además, el añadido de la mecánica de citas hace que el conjunto se sienta bastante completo en general. Siento que es un juego mucho más profundo y elaborado de lo que creí en un inicio, con bastante más contenido del que parece. A todo esto se suma una historia bonita y algo emotiva, y una ambientación fantástica. Siento que me quedaron cosas por hacer -además del post-juego- y pienso seguir jugando hasta descubrirlo todo. La verdad que me gustó mucho y no dudo en recomendarlo a quienes busquen una encantadora experiencia a lo vieja escuela con mecánicas simples pero satisfactorias, jefes desafiantes y personajes muy bonitos y pintorescos a los que conquistar.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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