De vez en cuando está bueno salir de nuestra zona de confort. Darnos esa oportunidad de explorar géneros diferentes a los que estamos acostumbrado, abriendo la puerta a juegos que, ya sea por su aspecto o mecánicas, en un inicio no parecían demasiado atractivas. Siendo honesto, Pizza Possum es una de esas propuestas que no me llamaba en absoluto pero que, por circunstancias que no vienen al caso, tuve la chance de experimentar. Y me alegro de haberlo hecho. El trabajo de Cosy Computer es un título de estilo arcade que nos pone en el papel de una escurridiza zarigüeya con un propósito muy claro: comer hasta saciarse. Es un videojuego colorido y caricaturesco, con controles simples y mucha accesibilidad, que apunta a lo más básico y esencial: divertir. Algo que, a mi parecer, logra con creces.
Pizza Possum es un título que deja de lado la complejidad o las historias rebuscadas y se centra en meternos de lleno en la acción, con tan solo una breve introducción. Básicamente, somos una zarigüeya algo ladronzuela y sumamente hambrienta, que busca satisfacer su apetito a como de lugar y ¿Qué mejor objetivo que una pizza recién horneada?. No se como lo vean ustedes, pero es algo que definitivamente me identifica y que atacaría sin dudar. Algo similar a lo que hace nuestra protagonista, que no dejará plato ni cesta sin tocar en su camino.
Llenar el estómago no parce algo sumamente complicado, puesto que solo tendremos que comer todo lo que encontremos a nuestro alrededor, mientras exploramos zonas cerradas. A medida que nos alimentamos, iremos generando puntos que comenzarán a llenar una barra y, una vez completa, obtendremos una llave para seguir avanzando. En determinadas ocasiones podremos elegir entre diferentes caminos, pero son casos muy específicos. Un detalle que debo añadir es que hay que tener cuidado con esto de alimentarse de forma desmedida debido a que engordaremos y perderemos velocidad. Si, casi como en la vida real, ¿no?.
Si todo pasara por comer sin ningún tipo de consecuencias, el juego se sentiría bastante sencillo y no tan interesante. Y es que en nuestro sendero se interpondrán complicados obstáculos: perros guardianes que estarán al acecho, vigilando puntos concretos, quienes no dudarán en perseguirnos si nos pescan haciendo algo indebido. Hay diferentes tipos de vigilantes, algunos con habilidades especiales como llamar refuerzos, y si llegan a capturarnos nos enviarán de nuevo al inicio o a un punto de control, en caso de haber pasado por uno.
Hay varias formas para evitar que nos capturen, siendo la primera y más sencilla, esquivando. Los controles son sumamente simples, por lo que con un poco de destreza lograremos evadir a nuestros perseguidores. Aunque quizás sea más fácil decirlo que hacerlo. De cualquier modo, si nos vemos en alguna situación más problemática, siempre podemos escondernos en los arbustos y esperar a que pase el peligro. Siempre y cuando no nos vean hacerlo, claro.
En ocasiones será muy difícil valerse solamente de correr y esconderse. Sin embargo, es para momentos como estos que contamos con objetos que se van desbloqueando a medida aumenta nuestra puntuación. Estas mejoras nos serán de gran ayuda para evitar ser atrapados y se consiguen de manera progresiva. Podemos consumir bebidas energéticas para correr más rápido, colocar vallas de tránsito para que los guardias no pueden cruzar (son muy honestos y educados), o hasta un disfraz de guardián canino para comer frente a ellos sin que se den cuenta.
Estos objetos se encuentran en cajas especiales y, si bien hay varios, solo se nos permite cargar nada más que uno a la vez. Bueno, exceptuando aquellos que brindan bonificaciones pasivas, como por ejemplo unos antifaces que hacen que sea más difícil detectarnos. Afortunadamente, cuando reemplazamos alguno de estos ítems, el otra queda en el piso y se puede recoger en cualquier momento. Si sirve de consejo, algo que hice con frecuencia fue beber la bebida energética e inmediatamente reemplazarla con otra cosa. De ese modo, me beneficiaba del impulso de velocidad y de llevar otro objeto que poder utilizar en cualquier momento. ¡Big brain time! A esto quiero añadir ciertos detalles sumamente bonitos. Por ejemplo el sonido que indica cuando un objeto está en enfriamiento, o las graciosas vocecitas de los guardianes cuando patrullan.
De este sistema, lo único que no me gustó demasiado es que, al conseguir el puntaje necesario para desbloquear una mejora, el contador vuelve a cero. Es decir, acumular muchos puntos termina jugando en contra, porque los que sobran se desperdician. Y no hay manera (o al menos no la vi) de saber si tenemos la cantidad suficiente para conseguir un objeto sin que nos atrapen. Además de eso, también me sucedió que a veces los guardianes se volvían invisibles, lo cual -podrán imaginar- crea situaciones muy incómodas.
Por otra parte, conforme avanzamos, la seguridad es sumamente activa, las áreas más difíciles y todo se torna bastante complicado estando cerca de la meta. Una vez lidiemos con la seguridad y logremos zamparnos la pizza recién horneada, recibiremos una corona. Dicho evento abrirá otra misión de conseguirla tres veces. Aquí, en mi opinión, la dificultad escala significativamente, no sólo por la cantidad de tenaces guardias que aparecen en el mapa, sino porque ser atrapado significa perder cada una de las coronas que llevemos encima. La verdad es que encontré esta situación especialmente desafiante.
Al margen de lo mencionado, tuve momentos que se me hicieron muy frenéticos e hilarantes. Una de mis favoritas fue la de ser perseguido por media jauría de perros guardianes mientras hacía todo lo posible por mantener a salvo a la rechoncha zarigüeya con vida. Ese tipo de situaciones componen el punto más alto de la propuesta y lo que más me entretuvo de Pizza Possum, haciendo que en medio de la emoción del momento soltara frases como “¡corre chiquitín, correeeee!. Y todo se torna aún más divertido en multijugador, que es una de las otras características principales del juego.
La diferencia más grande con el multijugador, el cual pude probar tomando a mi sobrino de rehén, es que cuando atrapan a uno de los dos jugadores, el otro puede acercarse para ayudarlo (sin tener que presionar nada, sólo basta con arrimarse lo suficiente al captor). También en que al ser únicamente local, la pantalla se divide en dos cuando nos separamos de nuestro compañero. Y a propósito de ello, les recomiendo que si juegan en compañía, intenten permanecer lo más junto posible al otro jugador, porque la cámara dividida añade una capa de dificultad extra. Esto se debe a la simple razón de que reduce nuestro rango de visión, y muchas veces los guardias nos verán antes de que siquiera salgan en pantalla. Un poco complejo, pero es lo que hay.
Pizza Possum es un juego que pone la jugabilidad y la diversión al frente y al centro, en pos de ofrecer una experiencia placentera y entretenida. Su vistoso arte caricaturesco, sumado a una banda sonora que combina bien con la temática, conforman el hermoso listón que termina de envolver la propuesta. Es perfecto para un rato de diversión, pero también para quién busque un desafío mejorando e intentando vencer las puntuaciones más altas. Y, definitivamente, es ideal para echarse unas risas en el modo multijugador. Como mencioné al inicio, es un título que de seguro habría pasado de largo, pero al que me alegro haberle dado una oportunidad. Estoy realmente contento de haber abandonado mi zona de confort para aventurarme a algo nuevo y, sobre todo, divertido.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
Artículos más recientes