PEPPER GRINDER – Análisis

PEPPER GRINDER – Análisis

Tu taladro es el que perforará los cielos

Con Pepper Grinder, Ahr Ech propone una jugabilidad creativa, donde haciendo uso de un taladro tendremos que abrirnos paso en una frenética aventura de plataformas


Varios son los videojuegos que, dentro de su temática y de forma más o menos prominente, giran en torno a la excavación. Es probable que los primero títulos que se nos vengan a la memoria sean SteamWorld Dig, algo más de antaño como Dig Dug, o hasta el mismo Minecraft. Sin embargo, no recuerdo haber jugado a nada donde la mecánica de excavar esté tan bien integrada como en Pepper Grinder. Y es que en el trabajo de Ahr Ech no sólo conforma el eje principal de la propuesta, sino que hace girar el resto del juego en torno a ella, ya sea para movernos, luchar o resolver puzles.

La historia de Pepper Grinder es simple y concisa, sin misiones rebuscadas o diálogos que nos distraigan de la acción. Simplemente seguimos a Pimienta, una jovencita que armada con un taladro buscará recuperar el tesoro que le fuera arrebatado. Todo comienza cuando nuestra protagonista queda varada con su barco a orillas de una isla y un grupo de extrañas criaturas se hace con su botín, dándose a la fuga. Será entonces que persiguiendo a estos rufianes caiga por un barranco, pero no hay mal que por bien no venga. Así es cómo consigue apoderarse de una moledora (De ahí ‘Pepper Grinder’, muy ingenioso, ¿eh, eh?), que se convertirá en una inseparable compañera de aventuras

Sin ánimos a repetirme, la narrativa va al grano y deja de lado las florituras y complejidades, en pos de dar protagonismo a la jugabilidad. Es un juego que prescinde de complejidades para meternos de lleno en la acción, sin mucho preámbulo. Y realmente le sienta muy bien, por que Pepper Grinder es un plataformero muy entretenido, pero también ingenioso. Contamos con la moledora como una única herramienta, pero esta cumple varias funciones dependiendo de la situación. Principalmente, podemos usarla para perforar la superficie y excavar a través del terreno a toda velocidad, para emerger cual delfín del subterráneo. No suena tan extraño cuando los desarrolladores tomaron como referencia e inspiración a Echo the Dolphin, ¿verdad?

Pepper Grinder Análisis

La moledora es nuestro principal medio de transporte, y la forma en que permite movernos se siente muy fluida y divertida. Pero también existen objetos desperdigados por el entorno que aportan algo de variedad al movimientos. Por ejemplo, aros donde podemos utilizar un gancho y una cuerda para sujetarnos y columpiarnos, o cañones que pueden disparar a Pimienta por los aires. Lo interesante es que, lejos de ser un añadido al azar, la propia progresión de la aventura nos obligará a familiarizarnos con ello, debido a la forma en que se integran con la jugabilidad.

Tendremos que hacer uso de todo lo que tengamos a disposición, ya que la dificultad de los niveles sube de manera gradual, añadiendo nuevos enemigos y desafíos con la finalidad de mantener fresca la jugabilidad. Desde zarzas que nos harán daño si las cruzamos, pasando por criaturas que sólo pueden recibir daño en lugares concretos, hasta compuertas que sólo se abrirán luego de resolver un pequeño rompecabezas. Y por supuesto también están las infaltables zonas de lava, algo muy típico dentro del género de plataformas. Además, los escenarios tienen diferentes biomas y características, aunque comparten un punto en común: Secretos escondidos, a modo de dinero y monedas especiales.

Pepper Grinder Review

En Pepper Grinder el dinero se consigue destruyendo objetos o derrotando enemigos, y podemos usarlo para comprar mejoras de vida, no permanentes pero bien recibidas. También podemos intercambiarlo pr pegatinas que no tienen impacto alguno en la jugabilidad, pero sirven para crear escenas del juego a nuestro gusto en las páginas de álbum que recuerdan mucho a los días de niñez. A todo esto, existen unas monedas especiales que sirven para comprar las páginas del álbum, además de elementos cosméticos para personalizar a Pimienta. Un lindo añadido que promueve la exploración a fin de hallar todos los secretos que el juego esconde. Pero hasta ahí nomás.

Otro bonito detalle es que la moledora puede acoplarse a varios artilugios, como ametralladoras o robots gigantes, sorprendiendo y cambiando un poco el ritmo de la jugabilidad. También tenemos combates contra jefes que, exceptuando el enfrentamiento final (bastante tedioso y frustrante) resultan bastante entretenidos. Y para aquellos que disfrutan de superar los niveles en el menor tiempo posible, el juego mide el tiempo que puede tomarnos completar cada nivel. Dicho de otro modo, es como una modalidad ‘speedrun‘, integrada a la aventura que permite a los jugadores desafiarse a sí mismos o a otros usuarios, e imprimir sus nombres en lo más alto de la tabla de posiciones.

Técnicamente hablando, Peper Grinder también cumple. Estéticamente es es muy bonito, presentando un pixel art vistoso que hace uso de una variada paleta de colores para dar vida a cada escenario. El diseño tanto de niveles como de personajes es muy lindo, y me gusta la forma en que todo se compenetra con la temática. La música es otro añadido fantástico, con melodías diversas que van desde lo relajado a lo frenético. Se nota mucho el cambio de tono entre zona a zona, gracias a un robusto apartado audiovisual.

El único momento donde sentí frustración fue durante el enfrentamiento con jefe final. Es una batalla que ralentiza un poco el ritmo del juego, puesto que se debe tomar con más calma, pensando mejor los movimientos y acciones. Esto no debería ser algo malo, si no fuera por el hecho de que el resto del juego se juega de forma frenética. En defensa del jefe, he de reconocer que no soy particularmente beno con el plataformeo, y aún más bajo presión. Aún así, el cambio de marcha es muy notable. Pero al margen de lo mencionado, el trabajo de Ahr Ech se siente muy divertido, ingenioso, y se ve super bonito.

En conclusión, Pepper Grinder es un juego que nos lleva directo al grano, con una jugabilidad divertida que se suma a una movilidad frenética, potenciada por la mecánica de excavación. Casi podría decir que es una especie de Gunbrella, donde el uso del paraguas tomaba el papel protagónico de la propuesta. Los niveles se sienten muy bien y los añadidos que complementan, manteniendo fresca la propuesta con variantes, como la adición de la ametralladora o los diferentes puzles. Todo ello en su conjunto consigue que el juego diste del aburrimiento ya que no llega a sentirse repetitivo en ningún momento. 


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Sobre David Cedres

Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.


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