Reinos míticos, caballeros, princesas, dragones y poderosos hechiceros. Es un conjunto de palabras que me hacen erizar la piel, ya que me encantan ese tipo de universos de fantasía medieval y las historias que se pueden armar a su alrededor. Por lo tanto, no es de extrañar que Path of the Midnight Sun estuviera en mi radar. En especial porque, inicialmente, me recordó muchísimo a Fire Emblem; franquicia que sigo desde The Binding Blade, entrega que vio la luz en la Game Boy Advance. Pero volviendo al videojuego del cual quiero hablarles a continuación, tras probar su demo, esperé con muchas ansias su lanzamiento. Especialmente porque me maravilló con su arte y actuación de voz.
Path of the Midnight Sun es un JRPG en el cual nos veremos envueltos en una trama de proporciones épicas. Para que se entienda, la magnitud de esta aventura desarrollada y publicada por Studio Daimon, en una travesía que nos llevará por varios de los reinos del continente de Arvium, protegiendo a una princesa que lleva sellado dentro de sí al antiguo Rey Demonio. Además, es un juego donde cada acción tiene su consecuencia y donde las relaciones entre los personajes toman gran protagonismo. Eso sí, no por ello hay que confiar ciegamente en los demás. Hay que tener especial cuidado con las traiciones o cambios de bandos.
La historia gira alrededor de varios personajes. Todo comienza con uno de los protagonistas, Ornières, despertando de lo que parece ser un desmayo, en medio de un bosque nevado. Este logra recuperar la conciencia poco a poco, gracias a las suaves y cálidas palabras de su acompañante Shiori, una sacerdotisa ciega que puede ver mucho más de lo que aparenta. Sin embargo, parece ser que Ornières ha perdido la memoria, y no recuerda nada de sí mismo. Esto incluye, por supuesto, a la chica que se encuentra ayudándolo, que -dicho sea de paso- resulta ser una amiga de su infancia.
Para desgracia de los personajes, no disponen de mucho tiempo para analizar la situación, debido a que son atacados por criaturas salvajes. Técnicamente son animales corrompidos por el poder del Rey Demonio, que aún sigue manifestándose veintiún años después de su derrota. Esta primera batalla sirve para aprender sobre el sistema de combate. El gameplay me gustó bastante, pero profundizaré en ello más adelante. Total, que luego del combate llegamos hasta un pequeño poblado con la esperanza de conseguir refugio e intentar recobrar la memoria de Ornières, que empieza a tener episodios donde experimenta horribles visiones.
El pueblo funciona como el típico lugar de descanso donde los protagonistas pueden conversar y analizar un poco todo lo sucedido. Desde aquí la trama comienza a avanzar, poco a poco, entre recorridos por el poblado y misiones secundarias. Si bien todo parece marchar tranquilo para el protagonista, los problemas vuelven a encontrarlos. Solo que esta vez, en lugar de animales corruptos, son los miembros de un culto que quiere liberar al Rey Demonio de su prisión. Con la situación poniéndose más seria, Ornières y Shiori toman rumbos diferentes. Ahí la historia pega un golpe de timón y pasa al punto de vista de otro personaje: Faratras, la princesa de Hoikade que no es, ni más ni menos, que el sello viviente del ya mencionado Rey Demonio.
En medio de diálogos y tareas reales, la trama comenzará a moverse, haciendo que los cabos sueltos comiencen a atarse. Todo esto da como resultado una historia llena de inquietudes y momentos excitantes, donde conoceremos a pintorescos personajes que lucharán por un bien común: salvaguardar a Faratras e intentar detener la reencarnación del rey demonio. Sin adentrarme en más detalles, puedo decir que es muy entretenida y me encantó -especialmente- por los mencionados giros de tuerca de la trama y las interacciones entre los distintos personajes. Esto último siendo algo bastante importante en el transcurso del juego.
En lo que respecta al arte, debo decir que me resultó bellísimo. Como dije al inicio, es lo que más me cautivó de la propuesta desde el día en que probé la demo. Studio Daimon apela a un estilo de dibujo muy elaborado y detallista, que va desde los retratos de los personajes (incluyendo los secundarios), hasta los paisajes y fondos de cada escenario. Las ciudades, bosques y planicies, tienen sus propios toques distintivos que los diferencian unos de otros, y están sumamente trabajados. Las animaciones de combate, en especial las de los ataques, son geniales. Esto incluye a las de los enemigos y jefes.
También me pareció un gran detalle los movimientos y ademanes de los personajes cuando conversan, debido a que cuentan con expresiones faciales y poses que les confieren mucha personalidad. Quisiera hacer énfasis en que el diseño de los distintos protagonistas se sienten únicos. Me encantaron desde el primero al último. Pero no solo eso, porque hasta los enemigos genéricos se sienten elaborados con mucha creatividad y esfuerzo. Sin lugar a dudas, un apartado que me fascinó.
Por otra parte, la música es totalmente orquestada. Al menos así se describe este apartado en la tienda de Steam. Sinceramente, es algo que me resultó muy curioso y sorprendente; en especial cuando se tiene en cuenta que la banda sonora dura más de cincuenta horas. Hay una gran variedad de canciones, que van desde las típicas fanfarrias de victoria, a otras mucho más largas y complejas. Me gusta como las melodías acompañan muy bien lo que vemos en pantalla. Por ejemplo, algunas tienen toques de suspenso para enfatizar los momentos tensos, mientras que las joviales conversaciones del grupo son acompañadas por tonadas más alegres. Ah, y no puedo dejar de resaltar el hecho de que los personajes -en su mayoría- cuentan con líneas de voz, y me resultaron fenomenales. Es un detalle que me encanta en los juegos y que, en este caso, quedé sumamente satisfecho con cada interpretación.
En cuanto a jugabilidad, Path of the Midnight Sun es un JRPG, pero que toca otros palos, como por ejemplo las visual novels. Como he marcado con anterioridad, hay mucha interacción entre los personajes, conversaciones donde hay que tomar decisiones que pueden afectar el futuro de estos y mucho texto en general. Además de eso, hay diversos sistemas que funcionan bien en conjunto, como el modo exploración para interactuar con el mundo y sus habitantes. En cuanto a las batallas, son por turnos. Las mismas se desarrollan en mapas donde nos podemos desplazar por casilleros que se encuentran vinculados entre sí, pudiendo comenzar con las peleas cuando ataquemos una casilla ocupada por un enemigo, o defendiéndose cuando estos tomen la iniciativa. También podemos replegarnos para tomar descansos y replantear estrategias.
Me gusta como está todo planteado, porque hay mucha dinámica. Además, el componente táctico también depende de ciertos parámetros, como la velocidad, que determinará la iniciativa y el orden en que cada héroe o villano ejecutará sus acciones. Podemos llevar hasta seis personajes a la batalla, junto a otros cuatro que actuarán como «soporte» que pueden ayudarnos. Hay una gran variedad de ataques y hechizos, lo cual confiere variedad y hace que todo sea más divertido. Y eso sin contar el hecho de que a medida que subimos de nivel, aprendemos aún más habilidades, tanto ofensivas como defensivas. Una delicatesen.
En conclusión, Path of the Midnight Sun es un juego bellísimo. Si bien lo primero que me cautivó fue su aspecto audiovisual, la historia y sus personajes terminaron por redondear la experiencia. Es un juego que ofrece momentos emotivos, tensión y varios giros de trama sorpresivos y creativos que me generaron todo tipo de emociones, desde enojo a felicidad. Y lo mejor de todo, es que no encuentro nada que reclamar a Studio Daimon, debido a que considero que han hecho todo muy bien. Un título muy recomendable para todo aquel que busque una elaborada experiencia JRPG ¡Y, ojo! Quizás es muy temprano para decirlo, pero creo que será una inclusión sólida a mi lista de videojuegos favoritos del 2023. Al menos así lo siento ahora mismo.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
Artículos más recientes