Los que vivimos jugando nuevos títulos, semana tras semana, vamos perdiendo de a poco la capacidad de asombrarnos. Es fácil caer en la costumbre de etiquetar los lanzamientos por género e imponer expectativas sobre un juego que, muchas veces, sólo viene a proponer unas horas de diversión. En una primera impresión, Nocturnal parece tener todos los ingredientes de un metroidvania al uso con combate soulero. Sin embargo, con el pasar de las horas, es fácil darse cuenta que las apariencias engañan. Pero mucho ojo, que lejos está de ser algo malo. Por el contrario, termina siendo un factor clave que hace del trabajo de Sunnyside Games una aventura a tener en cuenta.
El juego de Sunnyside Games nos pone en la piel de Ardeshir, un soldado del ejército protector de la llama, que luego de recibir una carta de su hermana decide regresar a Nahran, su pueblo natal. Pero los problemas comienzan cuando, al llegar, se encuentra con un escenario desolador. Lo que antes eran calles bulliciosas y llenas de vida, ahora se encuentran envueltas en una extraña niebla. Además, la gran mayoría de sus habitantes han sido asesinados y sus compañeros de armas han abandonado sus puestos. Este es el puntapié inicial de una aventura que nos llevará a descubrir los secretos del clan del fuego, el curioso mito creacionista de este universo y el destino de quienes ceden ante los encantos de la niebla.
Nocturnal es una mezcla maravillosa de elementos de diversos géneros que, gracias al talento de los desarrolladores, funcionan en armonía para crear algo distinto. De buenas a primeras, es un juego de acción de scroll lateral, con secciones de plataformas y combate que se van alternando. Sin embargo el diablo está en los detalles, como su cuidado apartado artístico, las animaciones fluidas y los detallados escenarios que crean el ambiente. Pero lo que más destaca es que toda la experiencia está atravesada por el manejo del fuego contra la oscuridad, como arma y fuente de luz.
El fuego es tan protagonista como Ardeshir, porque en Nocturnal todo gira en torno al contraste entre la luz y la oscuridad. Los escenarios están repletos de antorchas, la mayoría apagadas, que deberemos encender para iluminar nuevos sectores. Además, esto se puede aprovechar para envolver nuestra espada en llamas y causar más daño o herir a aquellos enemigos que sólo podrán ser dañados con fuego. Eso sí, la afilada hoja del protagonista solo permanecerá encendida durante unos segundos. Por lo tanto, es vital encontrar una forma de que no se apague, porque también sirve para resolver puzzles y abrir cuartos secretos.
El combate es simple y efectivo. Tenemos una serie de ataques con espada, una barrida que sirve para esquivar y una daga arrojadiza para atacar o encender antorchas lejanas. A medida que progresa la aventura, podemos conseguir cenizas que sirven para mejorar las habilidades del protagonista. Por ejemplo, se puede extender la duración de la llama, la barra de vida o aumentar el daño de fuego. También podemos comprar un ataque especial y la habilidad de curación, aunque para activar cualquiera de ellas deberemos sacrificar nuestra llama. Aprovechar esta mecánica es vital, aunque se debe tener cuidado porque la oscuridad absoluta te mata en cuestión de segundos. Pero curarnos o usar un ataque devastador también puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La progresión es lineal y, si bien hay un margen de exploración cuando los escenarios se abren, nunca vamos a poder regresar a buscar algún objeto perdido o revisar si nos faltó algo. Lejos de ser una contra, la linealidad marca el ritmo de juego y lleva a enfocarnos en el próximo desafío. Nocturnal no es un juego abierto que busca atraparnos durante docenas de horas. Tampoco pretende ofrecer desafíos opcionales. Por el contrario, se trata de una experiencia breve, curada y repleta de momentos memorables que respeta cada segundo de nuestro tiempo. Cada jefe tiene un sentido narrativo, cada escenario una función específica y una vez cumplida no hay motivos para mirar hacia atrás.
Los mejores momentos del título de Sunnyside Games suceden cuando nos desafía a superar secciones de plataformas contrarreloj. Como si se tratara de un mini Prince of Persia moderno, Nocturnal nos hace correr, saltar, trepar y encender antorchas mientras nos persigue algún peligro mortal. A veces será una niebla impenetrable, otras un enemigo poderosísimo y muy de vez en cuando un cuarto en absoluta oscuridad que nos matará en cuestión de segundos si no encontramos una fuente de luz. Los jefes también son un punto álgido, son difíciles pero tienen un patrón de ataque relativamente predecible que debemos aprender.
A medida que avanzamos, Ardeshir encontrará textos ocultos y cartas que revelarán de a poco los misterios de la narrativa. Son tan sólo una docena, pero encontrarlos representa un lindo desafío. Los pocos personajes que nos cruzaremos sumarán un aliciente a la historia que, dependiendo de nuestras habilidades como jugador, no tomará más de 4 o 5 horas completar. Para cuando nos alcance el final, tendremos más o menos cerrada la aventura, pero nos dejará con ganas de más. Habremos renegado contra jefes, secciones difíciles y disfrutado de una experiencia curada y redondita.
Nocturnal no es un juego perfecto, pero sí se siente completamente cuidado. Los combates están balanceados, los saltos bien diseñados y cada cuarto, objeto o segmento tiene su razón de ser. Podría decir que es un título «anti procedural», hecho con lujo de detalles, donde no se desperdicia un minuto de más. Tiene un par de inconsistencias que hacen ruido, como los puntos de guardado automáticos que sólo se puedan usar una vez, o comandos que no se registran en el fragor de la batalla. Pero nada que afecte gravemente a la experiencia en general. Tal vez por eso es que deja con ganas de seguir jugando y de conocer más de acerca de este trágico pero hermoso mundo que nos permite visitar. Una propuesta que les recomiendo absolutamente si están dispuestos a perseverar contra algunos picos de dificultad.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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