NIKODERIKO: The Magical World – Análisis

NIKODERIKO: The Magical World – Análisis

Muchísimo más que un homenaje a los clásicos

Con Nikoderiko: The Magical World, VEA Games llama la atención con un plataformero que denota claros guiños a los mejores exponentes del género, pero que destaca por sus propias virtudes


Durante las primeras dos décadas de la historia del gaming los juegos de plataformas siempre fueron la punta de lanza del progreso. Podemos rastrear su influencia hasta épocas de Atari, sin embargo nadie puede negar que la primera ‘revolución’ sucedió cuando los videojuegos pasaron de jugarse en pantallas estáticas a niveles en los que podíamos avanzar lateralmente. Así como Super Mario Bros. estableció el norte del desarrollo plataformero y otros estudios como Hudson Soft, Konami, Rare o Capcom tomaron la posta, Naughty Dog hizo lo propio con Crash Bandicoot demostrando que existía una forma limpia de incursionar en el género utilizando la jugabilidad 2.5 y 3D. Ahora, VEA Games viene a llenar el vacío que dejaron estos grandes títulos con Nikoderiko: The Magical World, un título que se vende como un homenaje a los grandes clásicos, pero que termina enamorando por su sólida y divertida propuesta.

El tributo es un arma de doble filo y Nikoderiko camina en el borde, aunque consiguiendo salir airoso. De buenas a primeras las referencias a Crash Bandicoot son más que evidentes, desde la mezcla de colores en el diseño de los personajes hasta los movimientos especiales. Sin embargo, a medida que avanzamos, es fácil ver que las inspiraciones no terminan ahí, ni en los guiños a la saga Donkey Kong Country. Por el contrario, toma mecánicas de franquicias olvidadas y las hace propias al punto que, en cuestión de horas, estaremos inmersos en su deliciosa jugabilidad. La contra es que, aún cuando estemos enamorados de la originalidad del título de VEA Games, el diseño de Niko y Luna constantemente recuerdan a los personajes de Naughty Dog al extremo de preguntarnos: ¿Realmente hace falta “homenajear” tanto a Crash?.

Por suerte, el deja vu termina rápido y nos queda el buen sabor de boca del diseño de niveles. Salvo el primero, que sirve de tutorial, cada nivel de Nikoderiko tiene un criterio marcado que lo atraviesa y define la propuesta. Se trata de un plataformero que mezcla a la perfección el 2.5 y el 3D, con movimientos simples y controles intuitivos. Acá no hay combinaciones de botones estrafalarias. Básicamente tenemos un botón de salto sensible a la presión y otro para barrerse o caer de un sentón cuando estamos en el aire. Con estas simples herramientas y un puñado de plataformas bien puestas, el juego de VEA Games brinda más de una docena de horas de diversión donde, salvo que esquivemos todos los caminos opcionales y niveles de bonus, somos desafiados en todo momento.

Nikoderiko: The Magical World Análisis

La dificultad va de la mano de nuestra precisión, reflejos y, principalmente, de nuestra ambición. Este tipo de juegos están pensados para premiar a los osados. A aquellos que ven un diamante en el aire y no avanzan hasta descubrir que hay que hacer para agarrarlo. En ese sentido, el trabajo de los desarrolladores es simplemente fantástico. Cada nivel tiene dos llaves, un diamante, cuatro letras y un puñado de monedas escondidas. Algunas están a simple vista, y otras bien escondidas detrás de paredes invisibles, mini desafíos o en lugares del escenario que parecen imposibles de alcanzar. Si a esto sumamos los niveles de bonus, que nos instan a juntar estrellas o derrotar a todos los enemigos en escenarios endiabladamente complicados, la rejugabilidad está garantizada.

Nikoderiko centra su propuesta en un diseño inteligente y desafiante, pero además ostenta un vistoso y colorido apartado técnico que nada tiene que envidiar a los grandes exponentes del género. Los protagonistas (dos mangostas que parecen sacadas de una película de Dreamworks) son fácilmente identificables en el escenario. Y esto es algo vital, porque toda la aventura se puede jugar en cooperativo local. Por su parte, los enemigos están a la altura de las circunstancias, con cangrejos, fauna marina y todo tipo de cobras antropomórficas con ganas de quitarnos nuestros corazones. No obstante, lo mejor todo son las batallas contra los jefes.

Lejos de caer en la tentación de hacer combates atractivos pero simples, VEA Games puso toda su creatividad para regalarnos batallas realmente memorables y divertidas. No sólo por lo espectacular de su desarrollo, sino por el cuidado a los detalles a la hora de diseñar los patrones y variedad de ataques, con enemigos gigantescos que constan de diferentes fases cada vez más complicadas. La magia también sucede en medio de los niveles y nunca tendremos un minuto para aburrirnos. Al comienzo nos limitamos a tener los pies sobre la tierra, pero en cuestión de horas estaremos nadando entre arrecifes y anguilas eléctricas, escapando de un enorme dragón corriendo hacia la cámara o volando sobre una criatura en un segmento donde el juego se convierte en una suerte de Flappy Bird.

Los guiños a las grandes franquicias no se quedan en las más obvias. Durante la aventura podemos hacer uso de monturas que recuerdan al grandioso Adventure Island 3 de Hudson Soft. No sólo por el tipo de criaturas que tenemos a disposición, sino porque podemos acumularlas y usarlas cuando consideremos conveniente. De a poco, entre homenajes y originalidad, Nikoderiko consigue hacer propias las mecánicas que toma prestadas, logrando destacar por sus propios medios. Por eso da un poco de pena que los desarrolladores enfatizaran con tanta vehemencia la estética y el diseño de personajes de Crash Bandicoot. De hecho, si hubieran ido por un camino radicalmente opuesto, les habría ido aún mejor.

Pese a lo mencionado, no se puede negar que VEA Games dio vida a un plataformero que requiere precisión y reflejos. Un título sólido que ofrece un apartado técnico hermoso, controles ajustados, secretos por doquier y un nivel de desafío que, si bien puede complicarnos un poco la vida, nos mantiene con ganas de seguir intentando. Los jefes son una delicia, tanto en lo estético como en el diseño de la batalla. Y lo mejor es que los completistas que deseen finalizar los niveles al 100 por ciento, se encontrarán con más de 20 horas de juego para disfrutar sin parar.

Nikoderiko: The Magical World Análisis

Nikoderiko: The Magical World es mucho más que una celebración a los grandes clásicos de los noventas. Me atrevo a decir que es mucho mejor que el promedio moderno del género y uno de los títulos más divertidos del año. El único punto flojo es que la banda sonora no tiene mucho que ver con lo que pasa en pantalla. Es demasiado pacífica, aún en situaciones en las que estamos muriendo todo el tiempo. Esto mejora en los jefes, pero una música más enérgica le habría sentado genial. De todas formas, estamos ante un gran juego. Quienes disfruten de los desafíos, y no tengan miedo a repetir los niveles una y otra vez hasta hacerlos perfectos, y extrañan la edad dorada de Rayman, Crash y Donkey Kong, encontrarán en la aventura de Niko y Luna una propuesta genial.


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Sobre Sebastián Cigarreta

Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.


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