MOONSTONE ISLAND – Análisis

MOONSTONE ISLAND – Análisis

Alquimia, cosechas, y vínculos sociales

Moonstone Island es un adorable juego que combina simulación de granjas con la recolección de criaturas, cartas y combates por turnos, siendo el resultado una mezcla variada y colorida


Desde la simulación de granja y social, hasta exploración de calabozos, captura de monstruos y peleas con cartas, Moonstone Island es un título que reúne varios géneros y los acopla en una experiencia fantástica. El desarrollo de Studio Supersoft, publicado por Raw Fury, gira en torno a la inclusión y diversidad, con un elenco de personajes que hacen que uno quiera llegar a conocerlos. Y pese a tener un gran plato lleno de mecánicas, el estudio logra demostrar que no mordieron más de lo que podían masticar, dando como resultado una verdadera joya de juego.

Moonstone Island sigue la historia de un personaje, cuyo género entiendo que no está definido, que está preparándose para comenzar un viaje lejos de su hogar. El motivo de esto es completar su entrenamiento de alquimista, el cual ha de realizarse en una isla ubicada en el cielo. Entonces, teniendo como única posesión un medallón que le permitirá albergar Espíritus, y luego de una conmovedora despedida, nuestro protagonista se pondrá en marcha en su escoba voladora. Sin embargo, su periplo no dura mucho, puesto que por azares del destino termina cayendo en un lugar desconocido.

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Afortunadamente, la isla donde cae nuestro personaje está habitada. Hablando con los pueblerinos conoceremos más acerca del mundo que nos rodea. Por ejemplo, descubriremos que el conjunto de islas flotantes del cielo fueron el resultado de un cataclismo. Poco a poco conoceremos más detalles acerca de este fantástico universo, que nos permitirán revelar el oscuro secreto que esconde. Pero para lograrlo, antes tendremos que buscar un lugar donde vivir, conseguir materiales, semillas, Espíritus y varias cosas más.

Lo primero será asentarnos, pudiendo elegir entre construir una pequeña cabaña en las afueras del pueblo o alquilar un cuarto. Claro está que opté por esta segunda alternativa porque en este tipo de juegos ¿Quién no querría armarse un confortable ranchito en el que pasar las noches?. Un detalle a mencionar es que si bien podemos instalarnos en la isla inicial, el juego insinúa y deja entrever que podremos darnos el gusto de vivir en cualquiera de las tantas islas que conforman el mundo. En mi experiencia, preferí estar cerca de la civilización, más que nada por las criaturas que moran en lo desconocido.

Moonstone Island character

Una vez establecidos, podremos comenzar a cultivar nuestras propias frutas y hortalizas, conseguir plantas raras en formas de manos y ojos, o deambular por la flora silvestre para conseguir diferentes semillas con las que enriquecer las plantaciones. Esto se expande todavía más con la llegada de una nueva estación, algo que me emocionó bastante ya que es una oportunidad inmejorable para explorar y conseguir nuevas semillas. Ahora, para poder iniciar nuestro imperio de cultivos, tendremos que hacer uso de diversas herramientas. Y sí, como podrán imaginar, arar el terreno o regar, consumirá parte de la energía del personaje.

Las herramientas y diferentes utensilios podremos mejorarlos llevándoselos a la herrera del pueblo, aunque para que realice su trabajo, necesitaremos bronce, oro y hierro. Lo típico, pero que aquí tiene un giro entretenido. Para conseguir estos minerales, tendremos que explorar cada isla detenidamente puesto que en todas hay una mina escondida, cuya entrada se esconde detrás de pequeñas rocas que tendremos que romper con un pico.

De hecho, en Moonstone Island, cada isla se siente como una aventura diferente. Cada una tiene sus propios biomas, plantas y Espíritus (más adelante abordaré este tópico). Podremos encontrar desde planicies o playas llenas de vegetación, hasta zonas volcánicas u otras corrompidas por la oscuridad. Algunas áreas son más hostiles que otras, tanto por el nivel de los enemigos que allí moran, como por los mismos riesgos del entorno. Por ejemplo, las áreas de calor nos irán quitando energía constantemente. Por suerte esto se puede mitigar parcialmente, o hasta por completo, con objetos que podemos fabricar para hacer más amena la exploración.

Además, algunas islas serán el hogar de peligrosas mazmorras llenas de trampas, rompecabezas, enemigos, tesoros y jefes, donde se ocultan fragmentos de las memorias de un misterioso mago. Por último, entre todos los islotes desperdigados por el mundo, se encuentran unos misteriosos templos que albergan artefactos en su interior. Encontrarlos es importante porque forman parte de una trama paralela a la historia principal, con un desenlace muy genial y una desafiante batalla final.

Respecto a los Espíritus, son criaturas que podremos atrapar y amaestrar para que nos ayuden en nuestra travesía. Los hay de diferentes tipos o elementos, como fuego u oscuridad, teniendo cada uno sus propias fortalezas y debilidades. Para capturarlos no hace falta aventarles una bola o un objeto similar. Por el contrario, tendremos que darles de comer y de ese modo ganarnos su confianza. Una vez pasen a formar parte de nuestro equipo podrán subir de nivel y conseguir nuevas habilidades, las cuales están representadas en forma de cartas. Cada Espíritu tiene su propio mazo, el cual deberemos procurar no hacer muy grande para evitar robar «manos muertas». 

En caso de que esto suceda, será prácticamente imprescindible recorrer las islas en busca de altares. Estas místicas estructuras nos concederán una de tres bonificaciones: quitar, añadir, o mejorar una carta del mazo de un Espíritu. Considero que conocer la ubicación de estos sitios es crucial, porque facilitan la personalización de cada mazo, y además, se reinician en cada estación por lo que podremos reutilizarlos. Que a propósito de las estaciones, me encantó cómo el juego utiliza los colores de cada una, en especial durante el otoño, cuya palea de colores pastel se me hizo súper bonita.

De hecho, el apartado visual en general es exquisito, tanto de los entornos como los sprites de personajes y Espíritus. Los retratos son encantadores, los adoro, y nunca me cansaré de repetir cuanto me gusta este aspecto en los videojuegos. De la mano del arte va el audio, que complementa bien, pero me dejó con ganas de más. Además, algo que noté es que muchas veces la música terminaba y todo quedaba en silencio, pudiendo escucharse solamente los sonidos ambientales. Entiendo que para algunos quizás sea relajante, pero no es mi caso por lo que me vi obligado a buscar una playlist fuera del juego para rellenar esos huecos.

Además de plantar, cosechar y explorar el mundo, otro de los aspectos claves de Moonstone Island es el combate. Studio Supersoft ha optado por ofrecernos un clásico sistema por turnos, donde podremos controlar hasta un máximo de tres Espíritus. Todas las criaturas poseen diferentes tipos de ataques y habilidades que se representan a través de las cartas. También tienen cuatro parámetros: vitalidad, velocidad, fuerza y armadura, siendo este último es bastante importante, ya que niega la mayoría de ataques. Durante las batallas, podremos utilizar alimentos para potenciarlos, y también perjudicar a los enemigos con plantas o pociones.

Como mencioné al comienzo, nuestro personaje es un alquimista y podremos aprovechar sus conocimientos para crear diferentes tipos de pociones. Aquí es donde el círculo se cierra, puesto que los cultivos que podemos en las cuatro estaciones son la savia vital que dan forma a los diferentes brebajes. La alquimia nos permite mezclar cultivos teniendo como resultado potentes pócimas que otorga una amplia gama de modificadores a los espíritus. Los hay tanto buenos como malos, pero más importante aún, pueden inclinar la balanza a nuestro favor durante cualquier combate.

Finalmente, resta mencionar el apartado social que ofrece Moonstone Island. Durante la aventura podremos entablar amistad con un un diverso elenco de personajes, conversar con ellos, ayudarles con tareas o hacerles regalos. Además, todos los personajes se pueden invitar a salir, sin excepción. Estimo que estar varado en una isla, viendo las mismas caras día a día, puede pegar más fuerte de lo que uno cree, razón por la cual imagino que todos están dispuestos a relacionarse. Y si a eso le sumamos que el personaje principal es adorable, no los culpo.

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La verdad que me encantó este apartado, ya que la variedad e inclusión de personajes me resultó algo nuevo y muy diferente a lo que estoy acostumbrado. Soy muy fanático del aspecto social en los videojuegos y siento que desde Studio Supersoft lo han planteado de maravilla. Conversar y aprender sobre los personajes, encariñarse o tomarles manía, son sentimientos que el juego trasmite muy bien mediante sus mecánicas. Tal es así que en más de una ocasión me vi conmovido por una sola burbuja de texto acompañada de un retrato. Que más decir.

Moonstone Island me impresionó y fascinó con su mezcla de mecánicas y la forma en que se implementan. Hay un gran puñado de actividades con las que entretenerse en el día a día del personaje además de explorar, luchar, socializar o cultivar la tierra, como irse de pesca, decorar la casa y buscar cofres ocultos. Es un juego inclusivo y sumamente wholesome, lleno de bonitos detalles y una curva de progresión que se siente muy acorde. Sin duda uno de los juegos de simulación de granja que más me ha gustado, desde los primeros Harvest Moon y Rune Factory, hasta el que creo yo revitalizó el género contemporáneamente, Stardew Valley. Podría decir que le faltan algunas cositas, pero la verdad son manías mías y no viene al caso hacer comparativas. Disfruté mucho de la propuesta y, definitivamente, le veo mucho potencial a futuro. Indudablemente, un excelente debut para Studio Supersoft.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre David Cedres

Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.


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