Me gustan los videojuegos con estética de anime y hubo un tiempo en el que estuve muy enganchado con las novelas visuales. Sin embargo, no he tenido la oportunidad de jugar a tantas como me hubiera gustado. Especialmente aquellas cuyas historias son de índole «detectivescas». Esta fue una de las razones de por qué Mato Anomalies captó mi atención. Eso y su apartado gráfico que es más que de mi agrado, claro está. El título desarrollado por Arrowiz y publicado por Prime Matter, es un JRPG que se describe como una enigmática aventura en una ciudad neo-futurista, donde extraños sucesos arrastran al detective Doe a un conflicto paranormal.
Mato Anomalies comienza cuando el mencionado detective privado, Doe, es visitado en su oficina por un grupo de personajes de dudosa procedencia. Estos no tardan en mostrar sus verdaderas intenciones al taparle la cabeza con una bolsa y, prácticamente, secuestrarlo. Al parecer, los servicios del protagonista son requeridos por una curiosa traficante de información conocida como Belladona. Básicamente lo fuerzan a investigar acerca de las «DÁDIVAS», unos artículos muy codiciados en el bajo mundo y de los cuales casi no hay información. Al menos de momento.
Sin mucho que poder hacer al respecto, nuestro héroe se pondrá en marcha hacia el puerto de la ciudad de Telosma, y comenzará con su investigación. En el transcurso de la trama y por motivos que no detallaré porque «spoilers», Doe se verá inesperadamente transportado a una especie de dimensión alterna. Allí se topará con unas horrendas criaturas salidas de una mismísima pesadilla. Es así como el juego introduce a otro de los protagonistas: Gram, un misterioso espadachín que no solo le salvará el pellejo, sino que también explicará un poco de lo que está aconteciendo.
Entre tutoriales de combate por turnos, al clásico estilo JRPG, se nos cuenta que las criaturas son conocidas como «Mareas de Ruina». Siendo más específico, se trata de monstruos que se alimentan de las emociones humanas, y que habitan esta especie de mundos paralelos denominados como «guaridas». Sobre la marcha, Doe se percata de que existe una conexión entre las guaridas y los traficantes de DÁDIVAS. Y poco a poco se verá envuelto en esta situación mucho más grande y compleja de lo que aparentaba. Es una investigación muy peligrosa, que involucra a muchas esferas de esta sociedad y hasta a un misterioso enemigo tira de los hilos desde las sombras. Es una trama bastante entretenida, con momentos de suspenso y otros cómicos. En general avanza bastante bien, aunque algunos tramos me parecieron acelerados. Aún así, se deja disfrutar.
La jugabilidad se divide en varias partes. Por un lado, es como si de una novela visual se tratase. Ahí podemos entablar la mayoría de los diálogos, tanto de historia como de misiones secundarias. Por otra parte, está el modo «exploración», donde tomamos control de nuestro personaje para transitar por la ciudad y sus varias localidades, desde las futuristas calles hasta las oscuras alcantarillas. En nuestro camino encontraremos algunos NPC’s ofreciendo sus servicios como vendedores, o buscando ayuda con misiones secundarias, además de gatos o perros a los que acariciar para pasar el rato. Los controles son bastante simples y funcionales, pero el problema es que la cámara se mueve siempre y cuando se mantenga pulsado el botón secundario del ratón. Esto hace que se sienta algo rígida, pero leí en los foros que los desarrolladores tenían el tema en mente, así que quizás cambie a futuro.
Siguiendo con el apartado jugable, a lo mencionado también se suma la exploración de mazmorras y el combate. Contrario a investigar la ciudad, las mazmorras ofrecen otras opciones de interacción, como por ejemplo cofres del tesoro o mecanismos para abrirnos el paso, además de pequeños libros con información relevante a la locación en que nos encontremos. En su mayoría, están compuestas por pasillos y, a veces, varios pisos. Allí tendremos que abatir enemigos hasta llegar al jefe y poder dar por terminada la misión. Es una parte del juego muy entretenida, que me recordó bastante a Persona 4 por su diseño. Cabe destacar que además de los calabozos principales y secundarios, Mato Anomalies cuenta con refugios aleatorios que visitar para poder divertirnos a nuestras anchas, aún terminado el juego.
El combate es el clásico de un JRPG por turnos, sin muchos rompederos de cabeza. Algo que me resultó curioso es que todos los personajes comparten una única barra de vida, y la verdad me gustó su implementación. Otro aspecto interesante es que todos cuentan con dos posibles «caminos» o ramas para sus técnicas. Es decir, los héroes puede utilizar dos armas y, dependiendo de cual tengan equipada, cambiarán sus habilidades. Esto da pie a la estrategia, debido a que cada habilidad afecta a diferentes fortalezas y explota las debilidades enemigas. Cada personaje también tiene técnicas propias, independientes del arma, las cuales se pueden mejorar a través de un árbol de habilidades.
Por último, hay un minijuego de cartas donde podemos intentar «convencer» a las personas a cooperar. Para acceder a ello, se hace uso de un guante que permite infiltrarnos a la mente del objetivo. A medida que reclutemos nuevos personajes, se van desbloqueando nuevos mazos para esta actividad, lo cual brinda algo de variedad que siempre se agradece. Esta actividad no es «obligatoria» y de hecho, si pierdes tres veces un encuentro puedes saltearlo sin repercusiones. Antes de proseguir, quiero hacer una mención especial al menú del diario: una especie de enciclopedia que abarca desde perfiles de personaje hasta guías, tutoriales, e información sobre facciones, entre varias cosas más. Muy detallado e interesante de leer.
El apartado artístico es muy curioso y bonito de apreciar, ya que mezcla diferentes estilos para diferentes situaciones. Por ejemplo, se usan dibujos en 2D para los retratos y conversaciones, modelos 3D para la exploración, el combate y las viñetas al estilo cómic, y algunas escenas que se asemejan a pinturas que crean ambientes hermosos y detallados. Los entornos de las mazmorras son estupendos, las animaciones geniales y los diseños de personajes muy interesantes. Me gustó mucho como juega con la paleta de colores, en especial como cambian ligeramente los matices dependiendo de la mazmorra. Y se que esto es súper específico, pero me encantaron las tonalidades rojas de los ataques; que lindos colores eligieron. Por este lado Mato Anomalies me dejó muy satisfecho.
En cuanto a la banda sonora, me resultó estupenda. Hay todo tipo de melodías, que apelan a distintos géneros musicales. Cada una hace uso de una gran gama de instrumentos que abarcan desde armónicas hasta las clásicas guitarras. No hubo momento en el que la música no fuera una gran acompañante para la historia. Y sumando a ello, está el agradable repertorio vocal escogido, haciendo que todo el conjunto se preste para el disfrute. Lo que sí, algunas cinemáticas ocurren o terminan de forma muy abrupta. Y no sé si será porque estaba con el audio en Japonés, pero de vez en cuando las voces no se sincronizaban con el movimiento de los labios. Tampoco es que esto me resulte irritante ni nada por el estilo. Es un detalle que noté y que quise mencionar.
En conclusión, Mato Anomalies es una más que interesante propuesta dentro de los JRPG, que últimamente está bastante poblado. Es un juego que me entretuvo muchísimo tanto con su historia, como con sus personajes. Disfruté de su arte arte, la música y del diseño de los refugios. Si es cierto que hay algunos detalles, como el tema de la cámara y el hecho de que algunas situaciones en la trama se resuelven apresuradamente. Pero aún con todo esto, no deja de ser una aventura muy enigmática, con algún que otro giro de trama y un poco de golpes a la cuarta pared. Un título ideal tanto para los veteranos que busquen algo diferente, como para quienes quieran dar sus primeros pasos en el género.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
Artículos más recientes