Cinco años pasaron ya desde el confinamiento provocado por el COVID, del temor a salir a la calle, de limitarnos a mirar el exterior desde una ventana y de permanecer encerrados en nuestros hogares presos del temor. Entonces, lo único que podíamos hacer era esperar a que el gobierno de turno nos asegurara que la amenaza había pasado y que podíamos, de nuevo, salir y experimentar el mundo. Cuando comencé a jugar Look Outside, dicha situación se manifestó de forma súbita en mi cabeza. Y es que no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que Francis Coulombe tomó dicho evento canónico como fuente de inspiración para su trabajo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en la vida real, en este survival horror RPG la premisa gira en torno a no mirar afuera bajo ningún concepto.
Look Outside me tomó por sorpresa. No sabía qué esperar de este shadow drop de Devolver Digital y me encontré con uno de los mejores videojuegos independientes de 2025. Un RPG bastante clásico y en apariencia pequeño, pero que esconde muchísimos secretos, lo que hace que una partida sea completamente diferente a la anterior. Creo, sin temor a equivocarme, que estamos frente a un título tan especial como lo es Undertale o incluso Earthbound, con una marcada estética que rememora a la época de la SNES, aunque con una paleta de colores más oscura. Eso sí, el tono aquí es mucho más aterrador con criaturas tan espantosas que podrían llegar a conmover al propio David Cronenberg.
Hablar de la historia sin caer en spoilers es algo complicado, dado que la gracia del título se encuentra en descubrir que es lo que sucede en esta suerte de pesadilla lovecraftiana. Cómo jugadores asumimos el papel de un hombre solitario que un día despierta y descubre que está atrapado en el edificio en que vive dado que algo terrible sucede afuera. El deseo de asomarse por la ventana es irrefrenable, y lo único que nos detiene es la fuerza de voluntad y el instinto de supervivencia. Los rumores que circulan en internet hablan de que en 15 días algo sucederá, aunque nadie sabe con exactitud de qué se trata. Tenemos suficiente comida en la heladera, una computadora, y un montón de videojuegos, pero ¿Vamos a limitarnos a quedarnos encerrados o a intentar descubrir qué está pasando?
En Look Outside somos nosotros, los jugadores, quienes controlamos la agenda. Si lo deseamos, podemos pasar horas navegando por internet, visitando las redes sociales, leyendo noticias o jugando videojuegos. Sin embargo, también podemos abandonar la seguridad que ofrece nuestro apartamento para ver qué pasa con nuestros vecinos. Y como podrán imaginar el juego nos insta y desea que hagamos esto último. Por lo tanto, salir a explorar el edificio es un viaje de ida ya que los misterios y las cosas extrañas no se hacen esperar. Cuanto más tiempo pasamos deambulando por ahí, un medidor nos advierte del nivel de peligro al que nos estamos enfrentando, lo que invita a evaluar la posibilidad de regresar a casa cuanto antes.
Al regresar a nuestro apartamento vamos a recibir puntos de experiencia por el simple hecho de arriesgarnos a salir. La emoción de abandonar las cuatro paredes que nos rodean se ve recompensada, mientras que la curiosidad alimenta el morbo convirtiéndose en una poderosa herramienta para tratar de entender qué es lo que sucede. Cada puerta abierta es como un pasaje sin escalas a una nueva aventura. Nunca sabemos con seguridad que nos aguarda del otro lado ya que todo aquí es desmedidamente extraño. De hecho, llegado un punto de la aventura comencé a preguntarme muchas cosas. Especialmente me cuestioné si lo que estaba viendo era real, o si por el contrario se trataba de la distorsionada percepción de la realidad, producto de la deteriorada psique del protagonista.
El caso es que Look Outside hace del terror algo excepcional. No se trata sólo de tener monstruos horribles y mucha sangre, sino que el miedo se construye a partir de la ignorancia. No sabemos qué ocurre y no tenemos la capacidad de hacer nada al respecto. Todo queda relegado a nuestra mente, lo cual siempre es peor de lo que podemos proyectar. El juego busca mantenernos al margen haciendo que nos cuestionemos a cada paso que damos, si lo que hicimos estuvo correcto o no. De este modo, Francis Coulombe juega con nuestra cabeza en lugar de ponernos a prueba con desafíos de habilidad, algo muy poco común en la industria actual.
Claro está que la jugabilidad también es importante. Por un lado, tenemos combates al mejor estilo JRPG, donde vemos a nuestros enemigos desde una perspectiva en primera persona, pudiendo elegir acciones a través de un menú. Podemos atacar cuerpo a cuerpo o con armas a distancia, usar objetos o habilidades especiales. La efectividad de los ataques depende del equipo y de los atributos del protagonista que mejoran cuando sube de nivel. En este sentido, todo resulta bastante familiar, ya que se basa en mecánicas que hemos visto en otros juegos. Por otro lado, el segundo aspecto sobre el que se sostiene el gameplay reside en la resolución de puzzles.
Los rompecabezas, si bien no son complejos, requieren de prestar atención. Ya sea durante las conversaciones con los excéntricos e inquietantes NPC, o mediante notas que podemos encontrar por ahí, vamos a obtener pistas. En lo personal, recomiendo tomar nota de todo lo que podamos considerar interesante, que por lo general se nos muestra en pantalla como un texto resaltado en amarillo u otro color llamativo. Nunca se sabe si nos va servir de ayuda ahora o más adelante, por lo que mejor ‘prevenir que curar’. Además, tener apuntes nos va a ahorrar mucho backtracking. Si bien esto no significa un peligro puesto que los enemigos muertos no respawnean, regresar a un lugar determinado puede resultar complicado ya que no contamos con un mapa o indicadores. Todo queda relegado a nuestra memoria.
Pero además de lo mencionado, otro aspecto importante radica en las decisiones constantes a las que nos vemos sometidos. Aunque no lo parezca, Look Outside nos pone entre la espada y la pared con mucha frecuencia, y algo tan simple como abrir la puerta a un repartidor de comida puede tener consecuencias a futuro. Todas estas elecciones consiguen alterar drásticamente nuestra experiencia de juego, abriendo nuevos caminos y cerrando otros sin previo aviso. Lo importante, es que todo este conocimiento nos lo podemos llevar y tenerlo en cuenta para futuras partidas. Porque hete aquí el detalle y es que el juego cuenta con múltiples finales y llegar al mejor dependerá de muchos factores que, por lo general, involucran una decisión.
Durante la primera partida pasé más de la mitad de la aventura sólo con mi personaje principal. Estaba seguro de que podía tener a otros personajes en el grupo, pero no sabía cómo o dónde encontrarlos. Debido a que las cosas se me pusieron cuesta arriba, decidí reiniciar el juego, pero con la idea de probar cosas diferentes. Para mi sorpresa, todo salió mejor de lo que esperaba y en la mitad de tiempo ya contaba con un aliado en el equipo. Lo más interesante es que, además de tener un abanico de opciones más amplio durante el combate, también se expandió la narrativa. Ahora tenía a alguien con quien jugar videojuegos, compartir una cena o hablar, cada vez que regresaba al apartamento. Un detalle que encontré maravilloso.
Cabe destacar que Look Outside no es un juego particularmente complicado, aunque existen muchas situaciones de desequilibrio durante el combate. Si no contamos con aliados en nuestro grupo, muy probablemente vamos a ver la pantalla de ‘Game Over’ con frecuencia. Por fortuna existen dos opciones de dificultad, aunque jugar en ‘fácil’ lo único que cambia es que podemos guardar la partida en cualquier momento y no sólo en el apartamento, como sucede en el modo ‘normal’. Por lo tanto, independientemente de la modalidad escogida, vamos a tener que dedicar tiempo a luchar y a conseguir equipo para volvernos más fuertes. Y es que, al final del día, estamos frente a un RPG que abraza su esencia.
Como resultado, el desafío en general es justo, pero cuando hablamos de un juego donde la gracia pasa por explorar y esto deriva en un encuentro con un enemigo al que no podemos derrotar porque simplemente no somos lo suficientemente fuertes, se siente contradictorio. Claro, siempre podemos escapar y de hecho, el juego nos anima a ello cuando entiende que tenemos ante nuestros ojos a una criatura poderosa. De todos modos, huir no siempre es fácil y si justo nos encontramos con poca vida, la muerte es prácticamente inevitable. Y no es que por ello la experiencia se torne frustrante ni mucho menos, pero tener que repetir todo un segmento a causa de ello, no es algo que encontré particularmente divertido.
Para terminar, sólo queda hablar del maravilloso pixel art que dota de vida a todo lo que vemos en pantalla. Los enemigos presentan un diseño grotesco y desagradable, al punto que resultan difíciles de describir. Casi como si de horrores cósmicos emergidos de la cabeza del propio Lovecraft se tratasen. Todo en este universo luce particularmente lúgubre y aterrador. Lo mejor es que el diseño de audio es igual de efectivo, reforzando la ambientación y haciendo que se nos pongan los pelos de punta en determinados momentos. La banda sonora también es muy disfrutable, con melodías que acompañan durante la exploración o mediante su completa desaparición cuando mejor le conviene a la atmósfera. Impecable labor por parte de Francis Coulombe.
Look Outside es una experiencia única. Un título que llegó de la nada y que con una premisa simple construye una sólida y aterradora aventura. Es un RPG que aprovecha muy bien sus recursos para invitarnos a descubrir el misterio que se esconde fuera, con decisiones que pueden cambiar el devenir de los acontecimientos y personajes tan inquietantes como entrañables. Todo esto empaquetado con una estética grotesca que por momentos es gráfica, mientras que en otras instancias deja las cosas a nuestra imaginación. Es probable que el título de Francis Coulombe no aparezca en la conversación junto a los grandes exponentes del género, pero lo merece. Especialmente porque es una recomendación fácil para cualquiera, especialmente para los aficionados al terror, que busquen algo nuevo.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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