Vamos a empezar aclarando algo: Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name no es un spin off. Tampoco el juego ideal para comenzar con la saga Yakuza. Si es cierto que es una entrega demasiado corta y llevadera si la comparamos con alguno de sus predecesores, aunque honestamente, no es un motivo de peso para meternos en este mundo. No estaría ayudando a nadie dándoles un consejo tan malo e invitándolos a sumergirse en esta fantástica historia si les dijera que ‘lo mejor es arrancar desde este punto’. Al fin y al cabo, este Like a Dragon es Yakuza 6 y medio. Es 100% canónico y esta repleto de detalles, guiños, referencias y, por supuesto, presupone que se tiene conocimiento de los juegos anteriores. Dicho de otro modo, requiere que sepamos muchas cosas para que podamos disfrutarlo como corresponde.
Como dijo Jack, vayamos por partes. En un principio, Like a Dragon Gaiden fue pensado como un DLC pero dicha idea fue descargada. Como suele suceder, comenzó a crecer en contenido y terminó siendo un como juego completo. Tal como se puede ver en los trailers, el título trae de regreso al legendario Kazuma Kiryu, a quién ya habíamos despedido con un final muy emotivo y agridulce, pero cerrando un ciclo. De hecho, el propio Nagoshi le puso un cierre explicando en varias entrevistas que era el momento de pasar la antorcha a Ichiban Kasuga.
El juego va en paralelo a Like a Dragon y deja el terreno preparado para Infinite Wealth. Esta repleto de spoilers de los Yakuza anteriores puesto que se explican, muy brevemente, varios detalles y eventos. Por lo tanto no es un spin off ya que, si por casualidad alguien accede a la saga por esta puerta, igual no entenderá de lo que se habla. A modo de consejo, si llegaron a este punto del análisis y se preguntan ¿Por donde puedo comenzar? Lo mejor es iniciar por Yakuza 0, Yakuza Kiwami o, como última opción, desde el propio Like a Dragon. Pero sigamos que aún hay más motivos que añadir al respecto de este planteo.
La razón por la que el título aparece y se ubica cronológicamente luego de Yakuza 6, viene de la mano de cambios dentro del propio estudio. Nagoshi, el director original de la saga, dejó su puesto para apostar por otras cosas. En varias entrevistas manifestó algo similar a lo que dice Miyazaki con Ghibli: estaba cansado, pero siempre volvía. Con la partida del creativo, se tomó la decisión de trabajar en Like a Dragon Ishin, Like a Dragon Gaiden, y Like a Dragon: Infinite Wealth, que sale a finales de enero de 2024.
La idea era que con el cambio en su jugabilidad se dejaría cerrado de una vez y para siempre el legado de Kiryu y los demás yakuzas legendarios. Es decir, sólo podrían volver como, como algo secundario, ya sea en forma de invocación, o un cameo relativamente discreto. Además, se había negado rotundamente la posibilidad de tener dos protagonistas, porque uno iba a tapar demasiado al otro. Al fin y al cabo, por un lado tenemos a un emblema de la saga y por el otro a alguien que queremos que sea un emblema. Y si lo pensamos, tiene sentido porque presentarlo y poner a uno de la mano del otro, no suena como la mejor idea.
Pero al igual que todo, los tiempos cambian y, 2 años después en un giro de 180° en todo sentido, Kiryu está de regreso, preparado para sufrir un poco más. Esto fue motivo de que los fanáticos de la saga se dividieran entre los que deseaban tener al popular «Dragón de Dojima» como protagonista perpetuo, y los que preferían que continuara disfrutando de su descanso. O que volviera, pero en calidad de alguien que ya hizo su parte. Quizá como consejero u ocupando algún papel relevante como el de tantos personajes emblemáticos que sabemos quienes son, pero que nunca pudimos controlar. Esos que están ahí y que de alguna forma llegamos a amar por su legado.
Like a Dragon Gaiden es una entrega que se deja disfrutar, pero sin el trasfondo necesario muchas cosas no se llegan a entender. ¿Quiénes son la familia Watase? ¿De dónde viene Joryu? ¿Por qué el protagonista borró su nombre? ¿Cuál es la importancia de la mafia coreana? o ¿Por qué Ryuji o Kazama son tan importantes? Son tan solo algunos sendos ejemplos de ello, aunque se podrían citar muchos más. También tendremos decenas de guiños y muchas -muchísimas- referencias más que sólo aquellos que hayan pasado cientos de horas en las entregas previas o en Judgment podrán apreciar. Pero vayamos al juego en sí ¿Qué ofrece y que hay de nuevo aquí?
En términos de contenido, podría decirse que es similar a Yakuza Kiwami 1. Tenemos sólo 2 estilos de pelea (como en el primer Judgment) y los minijuegos de siempre, a excepción del cabaret y baseball. También está el coliseo, el casino, las citas con las damas de compañía, el karaoke y, curiosamente, el regreso del Pocket Circuit con varios oponentes. Y a todo esto, se suma un modo foto. Las historias secundarias son escasas y se sienten como encargos que nos dan puntos, los cuales se pueden intercambiar por objetos o para subir el nivel. Por que aquí no se gana experiencia, sino que las mejoras de habilidades se hacen con dinero y puntos Akame.
Respecto al combate tenemos el estilo base Yakuza tipo «Camorrero» que -aunque lento- nos permite lanzar brutales puñetazos, y el «Agente», muy entretenido pero algo roto puesto que nos permite valernos de 4 artilugios muy poderosos. Estos ‘juguetes’ aportan una dinámica diferente a las peleas. Por ejemplo, podemos disparar un cable con el que arrojar a los enemigos para todos lados, ‘invocar’ pequeños drones de ataque, o dejar cigarros explosivos por el suelo. Otra novedad en este sentido, y que también puede considerarse un arma, son los zapatos con jetpack.
Son agregados que vuelven a las peleas bastante entretenidas, lo cual está muy bien. Sin embargo, quien haya jugado Yakuza anteriores, quizá pueda llegar a sentir que 2 estilos sepan a poco. Apreciaciones al margen, con ambos estilos se puede activar el modo furia que hace destrozos en las barras de vida de los enemigos. Y, por supuesto, también se pueden aprovechar los objetos de los entornos, siendo como siempre el arma más poderosa, la inigualable e infalible bicicleta.
Respecto al mundo y misiones secundarias, empezamos en Ijincho aunque rápidamente nos moveremos a Sotenbori, locación que visitamos en Yakuza 0. La historia se termina prácticamente se termina desarrollando allí y en el coliseo. Eso sí, la exploración es muy acotada, aún teniendo en cuenta que es una entrega más corta. Tenemos algunas actividades secundarias además de los encargos, como los famosos «Casilleros de Sotenbori», los cuales están cerrados con llaves ocultas esparcidas por toda la ciudad. Pero poco más.
En este sentido, pareciera que el juego se empeña en llevarnos al Coliseo. Allí es donde está la modalidad de batalla campal donde podremos luchar junto a varios aliados de otras entregas en combates en solitario o grupales y obtener el verdadero dinero. Esto es algo que, de algún modo, atenta contra la propia naturaleza de la saga, ya que en otros títulos de la saga, podíamos conseguir dinero venciendo enemigos o el casino, entre otras muchas formas. Ahora casi que dependemos de la arena para desbloquear el árbol de habilidades. De todos modos, no es algo indispensable puesto que no es un videojuego especialmente difícil. El detalle es que si jugamos en la máxima dificultad, caeremos de uno o dos espadazos o tras recibir el ataque de alguno de los jefes.
Pasando a lo técnico, la banda sonora es la esperable de cualquier Yakuza. Es buena y aunque no tiene temas épicos como en las entregas previas, acompaña muy bien durante todo el juego. El karaoke tiene una selección bastante interesante de canciones, incluyendo un tema de Like a Dragon Ishin, por ejemplo, además de varios clásicos. En términos de rendimiento, en una PC promedio, con una 2060, corre a 60 cuadros fluidos. Tiene pantallas de carga al cambiar de zona o previo a cinemáticas, pero con tiempos de carga rápidos.
Antes de terminar, añadir que Like a Dragon Gaiden ofrece una duración de unas 15 horas. Pero sólo si nos enfocamos en la historia principal, no prestamos atención a las conversaciones y pasamos todo por alto. Que dicho sea de paso, los diálogos están en español, aunque de España, más no de Latinoamérica. Ahora, la experiencia puede extenderse fácilmente hasta las 30 horas porque, aunque puede que no haya mucho que explorar, las misiones secundarias están ahí, aguardando por los más complecionistas. Incluso hasta tenemos el contenido post-historia tan típico de la saga. Eso sí, no podremos controlar a otro personaje además de Kiryu, excepto en el coliseo. Y como regalo podremos disfrutar de un muy generoso anticipo de Infinite Wealth, ideal para disfrutar una vez terminemos con la aventura principal.
Like a Dragon Gaiden es una entrega sumamente divertida, aunque esto viene de la mano de un ineludible factor nostalgia y de saber apreciar las referencias a personajes o situaciones de los juegos anteriores. Definitivamente no es un spin off ni el mejor título de la saga para comenzar. Ni siquiera si sólo jugaron con anterioridad a Like a Dragon. No obstante, para aquellos que quieran profundizar en esta maravillosa historia y estar debidamente preparados para Infinite Wealth, es una parada obligatoria. Tal vez no sea la entrada más memorable para la franquicia, pero si una que vale la pena y que hace mucho, con muy poco.
Sobre Eduardo Maiztegui
Habitante de Kamurocho al servicio del oficial Bradford. Me muevo por casillas, me equipo materias según mi clase y en mi tiempo libre busco reliquias. Hice 5 runs en Persona 5 y siempre terminé con Futaba.
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