Sin duda alguna 2024 está trayendo consigo varias sorpresas listas para hacerse un lugar en nuestra biblioteca de juegos. Resulta curioso que, entre tantos géneros comúnmente explotados, sea el de construcción de ciudades el que presente alguna de las propuestas más llamativas. Y es justamente entre dichos títulos que se encuentra Laysara: Summit Kingdom, el primer proyecto del modesto equipo de Quite Ok Games. Se trata de un videojuego con un marcado estilo y arquitectura tibetana, que nos invita a vivir la experiencia de gestionar grandes cadenas de suministros, expandiendo un asentamiento sobre la escarpada superficie de una montaña.
Laysara: Summit Kingdom no gira en torno a la militarización o al conflicto bélico entre facciones. Por el contrario, su estructura está cimentada sobre elementos de supervivencia y el comercio de recursos, donde el objetivo consiste en satisfacer las necesidades de una sociedad dividida en tres castas de manera sustentable. Pero no debemos dejarnos engañar: la ambientación del juego y la macro localización determinada por el territorio donde damos inicio a nuestro poblado no es algo meramente estético. Toda mecánica gira en torno a ello, dando como resultado una experiencia coherente donde incluso elementos como el clima adquieren un rol determinante.
Como en todo título de gestión de recursos, contamos con indicadores que resumen el valor productivo de la ciudad. En la parte superior de la pantalla podemos ver la cantidad de habitantes de las tierras bajas, artesanos, yaks (animales de carga), como así también los monjes y carros de transporte disponibles. En este tablero, también se encuentra el contador de la tesorería que, en pocas palabras, es un medidor del producto bruto interno de nuestra capital. El proceso de construcción es simple y accesible, aunque debemos contar con los recursos necesarios para levantar cualquier edificación, lo cual obliga a llevar a cabo un minucioso planeamiento a fin de no quedar en quiebra.
El acceso a edificios estará regido por la presencia de un mercado central y carreteras que, construidas correctamente, conectarán puntos de manufactura, refinería y producción de bienes de consumo masivo, con el hogar de los habitantes dando lugar a una sesuda red de distribución de mercancías. Por lo tanto, el mercado se convierte en la piedra fundacional de la ciudad que, junto con la mano de obra, darán inicio a este intercambio de insumos. El desafío consiste en aprovechar hasta el último centímetro de la montaña, logrando maximizar la productividad. De nada sirve colocar caminos ‘sin ton ni son’, sino que debemos planear todo con sumo cuidado.
Laysara: Summit Kingdom demanda de mucha atención a la hora expandir nuestro poblado. Por lo tanto, si no logramos retener la información que el juego nos brinda, lo normal es que pasado un rato perdamos el hilo lógico a seguir para garantizar que todos los edificios produzcan lo esperado. En este sentido, es un acierto que desde Quite Ok Games añadieran un tutorial muy claro y conciso, que no deja ningún cabo suelto. De todos modos, el juego también incluye una guía que podemos consultar en cualquier momento a fin de evacuar cualquier duda, por tonta que parezca.
Una vez establecidos, la restructuración de los distintos asentamientos es inminente. De hecho, no tardaremos en identificar la manera de optimizar el espacio y aprovechar al máximo la fabricación de mercancías. Lo único que se echa en falta es la presencia de un botón u opción para poder visualizar las conexiones entre estructuras. Por el momento, para ver las interconexiones entre edificios es necesario seleccionarlos uno por uno para de este modo identificar el camino que recorren los pobladores.
El campo de visión es bastante amplio. Podemos tener en primer plano las diferentes secciones de la montaña, mostrando lo suficiente como para evitar el tener que hacer mucho zoom en puntos exactos del escenario. Eso sí, la cámara se siente un tanto extraña e incómoda de controlar. Resulta brusca y no es fácil centrarla de manera adecuada en los puntos que deseamos ver con detenimiento. Por ejemplo, al intentar ver un cuadrante específico de la montaña, al rotar la cámara y hacer zoom, la vista involuntariamente se inclina hacia un lado, torciendo el ángulo de visión. Extraño y un tanto incomprensible, pero nada que un parche no pueda solucionar.
Si bien Laysara: Summit Kingdom tiene mucho trabajo por delante, en su estado actual ofrece una más que interesante aproximación a la jugabilidad, que denota el potencial de la propuesta. Es un juego que atrapa y nos puede mantener enganchados sin mucha dificultad durante horas, mientras buscamos la forma de optimizar cada ruta de producción. Todo, con la finalidad de construir un templo en la cima de la montaña. Algo que se dice fácil, pero que toma su tiempo, ya que no debemos perder de vista la gestión de recursos. Eso y buscar la forma de evitar que los desastres naturales arracen con nuestro progreso.
Laysara: Summit Kingdom es un videojuego muy entretenido que demuestra que dentro del género del city building no está todo dicho. Cada una de las mecánicas presentes tiene un peso significativo y resultan fundamentales para alcanzar el desarrollo económico y social de nuestra civilización. Este primer contacto resulta agradable, sin embargo, no expone las posibles problemáticas dentro del proceso de expansión del asentamiento más allá de las avalanchas. De todos modos, el juego se actualiza constantemente. Por lo tanto, es de esperar que durante los próximos meses Quite Ok Games publique actualizaciones cargadas de contenido y nuevos desafíos.
Sobre Darío Gadea
Sniper de pura cepa. Fanatico del horror, la fantasia y la ciencia ficción. Adicto a los Metroidvanias, los RPG, la musica pesada y el synthwave. Cuando no esta leyendo algo perturbador esta jugando a Age of Empires II
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