JUMPLIGHT ODYSSEY – Primeras Impresiones

JUMPLIGHT ODYSSEY – Primeras Impresiones

Un viaje al espacio setentero

Bajo una propuesta que mezcla el género roguelite con la simulación, Jumplight Odyssey nos trae la nostalgia de las aventuras intergalácticas de los años ’70, pero ¿Alcanza con ello?


Impresiones basadas en la versión de Acceso Anticipado de Jumplight Odyssey

Está comprobado que mucho se aprende a base de golpes (pero no literalmente hablando), y que caer no es un fracaso si conseguimos levantarnos. Ponernos nuevamente en pie nos permite volver a intentar cosas, pero evitando no repetir errores y teniendo como ventaja la experiencia adquirida. Si bien esta reflexión habla de la vida, también aplica a los videojuegos, especialmente al género roguelite y a propuestas como Jumplight Odyssey. El trabajo del equipo australiano de League of Geeks nos invita a gestionar una nave espacial, su tripulación y conseguir recursos, mientras escapamos de la flota Zutopan en nuestro viaje hacia la estrella perpetua. Pero no será fácil, porque para entender como funcionan sus mecánicas, nos tendremos que dar la cabeza contra la pared más de una vez.

Lo más bonito que tiene Jumplight Odyssey es su intro. Un corto animado estilo anime que recuerda mucho Capitán Harlock o Star Blazers, donde nos muestran la historia del juego. Los Zutopan destruyen el planeta donde vive nuestra raza y solo nosotros logramos escapar con vida de la batalla. A partir de ese momento, estaremos a cargo de la SDF Catalina, una nave donde la supervivencia de la tripulación dependerá enteramente de nuestras decisiones y capacidad de gestión.

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El juego plantea dos objetivos bien marcados: huir de la flota enemiga y llegar a un lugar conocido como la Estrella Perpetua. Para esto podremos ver en el mapa estelar, un contador que nos dice cuanto falta para que los Zutopan nos alcancen. Para escapar, deberemos saltar de un sistema solar a otro, mientras recolectamos recursos que serán necesarios para mejorar la nave, repararla y cubrir las necesidades básicas de la tripulación. Todo mientras esperamos a que el sistema de saltos cargue lo suficiente para movernos a la siguiente zona.

Jumplight Odyssey Zutopan fleet

La nave tiene varios puntos a los que debemos prestar mucha atención. El primero, es la energía para activar el sistema que permite hacer los saltos entre sistemas. Básicamente podemos acumular una cantidad determinada, limitada por un máximo que determina hasta dónde podemos saltar. Esa información aparece en el mapa estelar. Para llegar más lejos, será necesario construir máquinas que aumenten la capacidad máxima, especialmente para no quedarnos sin poder avanzar a mitad de la partida.

En segundo lugar, está la tripulación. Debemos alimentarla y cuidar de que su moral está alta. Cada vez que una misión falle, muera alguien o no tengan alimento, se sentirán desmotivados y comenzarán a trabajar peor, siendo menos productivos. De todos modos, es posible mejorar dicha situación cumpliendo con algunos objetivos en concreto y mejorando las comodidades de la nave.

Por último -pero no menos importante- están los recursos. Cada vez que iniciamos una partida, tendremos diferentes lugares que explorar, por lo que nunca estamos seguros de que vamos a encontrar. Si bien hay que estar atentos al avance de los Zutopan, enviar a los tripulantes a realizar labores de extracción es imprescindible para obtener todo aquello que nos permita seguir adelante con el viaje. En cada sistema solar hay diferentes tipos de recursos que servirán para construir nuevas estructuras dentro de la SDF Catalina, e incluso poder mantenerla a flote.

Respecto a los recursos, uno de los más importantes es la biomasa. Es posible cultivarla, para alimentar la tripulación, hacer medicina y generar electricidad, aunque su obtención es realmente muy escasa. Por lo tanto, es fundamental construir cuanto antes el equipo necesario para aumentar su rendimiento y de ese modo emplear una menor cantidad para aumentar la obtención de alimentos. En este sentido, también ayuda tener varios reactores nucleares para potenciar la cantidad de energía recibida.

Por otra parte, el metal y el plástico son casi igual de importantes porque son los que emplearemos para construir prácticamente todo el equipamiento de la nave. Se puede conseguir relativamente fácil, puesto que podemos fabricar maquinas para procesar chatarra, obteniendo a cambio ambos recursos. Sin embargo, el material más escaso es el Compuesto, que sirve para las construcciones avanzadas. Por ejemplo aquellas que aumentan la capacidad de almacenaje para los saltos espaciales. Si bien se puede fabricar, cuesta mucho poder llegar a ese punto, por una notable falta de equilibrio que conduce a ese aprendizaje a base de golpes.

Jumplight Odyssey es un roguelite, por lo que cada vez que nuestra nave es destruida, empezaremos la partida de cero. Eso sí, contaremos con la experiencia previa de las anteriores partidas; con todo aquello que aprendimos a los golpes. Y esto es genial, sí, salvo por el hecho de que una run demanda muchas horas y el progreso es demasiado lento. Además, que la SDF Catalina explote no es el único motivo por el que la aventura puede terminar de forma prematura. En mi experiencia, tuve un inicio fue muy conflictivo, ya que luego de 40 minutos de juego, me vi obligado a volver a comenzar porque me estancaba con algo. En ocasiones no tenía suficiente biomasa, y en otras no conseguía Compuesto suficiente y terminaba sin poder avanzar al siguiente sistema solar.

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Más difícil es poder resolver los problemas de la tripulación. Está puede estresarse, perder moral, lastimarse o sentirse sola. Para esto tendremos que velar por que tengan las necesidades básicas cubiertas. El problema es que el juego no indica específicamente quien es aquel que se siente mal, obligándote a revisar uno por uno en una lista de 60 o más tripulantes. No solo encontrarlo es difícil, también lo es saber como ayudarlos. Me pasó que tenía a un tripulante aislado, o sea que necesitaba interactuar con más gente. Luego de buscar quien era, descubrí que se trataba de un robot (podemos tener robots que ayudan en la nave, pero no pude descubrir como hacer que tenga una vida social más activa. Si es que realmente la puede tener.

Jumplight Odyssey SDF Catalina

Siento que siendo un roguelite, con lo bueno y malo que ello implica, Jumplight Odyssey es un juego difícil y lento, que hace que iniciarlo una y otra vez, no se sienta muy divertido. Si bien el aprendizaje adquirido en cada partida ayuda a llegar cada vez más lejos, los picos de dificultad derivados de la falta de equilibrio, y la duración de cada run no ayudan demasiado. El apartado gráfico es muy bonito y da gusto verlo, y la música con su impronta disco estilo Tokio, le da un toque único. De hecho, audiovisualmente es maravilloso, pero en lo jugable puede sacar canas verdes. No es un dato menor que todavía está en acceso anticipado, por lo que es de esperar que muchas cosas se corrijan. Lo que está claro que a League of Geeks le queda mucho por hacer, pero el SDF Catalina avanza en buena dirección.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Gastón Perez Plada

Soy un señor que juega juegos de rol, rpg, gestion y estrategia.


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