Para los veteranos de la táctica y la estrategia, ‘Jagged Alliance’ no es un nombre que pase desapercibido. Sin embargo, puede que a las generaciones más actuales les resulte completamente ajeno. No me extraña, porque han pasado 24 años desde que sonara con fuerza, gracias a la segunda entrega de la saga. Si bien la serie se ha expandido con dos entregas más recientes, desde mi punto de vista les faltaba ‘alma’. No estaban a la altura. La verdad es que había perdido un poco las esperanzas con la franquicia. Pero en cuanto vi el adelanto de Jagged Alliance 3, algo en mi corazón me hizo saber que Haemimont Games tenía entre manos algo especial. Y no me equivoqué: es un título minuciosamente diseñado que hace justicia a las iteraciones más famosas de la IP. Dicho de otro modo, una maravilla.
Jagged Alliance 3 se define a sí mismo como un juego que tiene por intención parodiar a las películas de acción de los años ‘80. Esto es algo que hacía la segunda parte, pero que aquí se siente mucho más remarcado, recordando a filmes como The Expendables. La historia transcurre en Grand Chien, un país ficticio de África muy rico en recursos naturales pero azotado por conflictos internos. El caso es que un grupo paramilitar conocido como ‘La Legión’ secuestró al presidente para hacerse con el control del territorio. Ahí es donde entra en acción nuestro grupo de mercenarios, deliberadamente inspirados en personajes a los que icónicas figuras de Hollywood, como Arnold o Silvester, supieron dar vida.
Estimo que los fanáticos más acérrimos de la serie estarán encantados de encontrar caras familiares entre el repertorio de mercenarios. Personajes como Vicky Waters, Fidel Dahan y el legendario Bobby «Steroid» Gontarski están de regreso. De hecho, este último es uno de mis favoritos de toda la vida y me alegró mucho verlo. Por supuesto, también hay muchos nombres nuevos, pero todos igual de carismáticos. Como es costumbre, cada uno tiene su especialización, pudiendo ser mecánico, médico, experto en explosivos o francotirador, entre otras tantas. Además, los mercenarios tienen una habilidad característica única, estadísticas que pueden ser mejoradas y habilidades secundarias que se irán desbloqueando a medida que suban de nivel.
Porque he aquí el detalle, Jagged Alliance 3 es un juego con combates tácticos, pero también un RPG de corte clásico por partes iguales. Los mercenarios están muy bien construidos, tienen sus antecedentes particulares y -para bien o para mal- hasta pueden conocerse entre sí. Este es un detalle no tanto menor, ya que algunos de ellos preferirán trabajar con determinados colegas, mientras que otros posiblemente rechacen formar parte de nuestro grupo por tener contratado a un rival. En este sentido, la caracterización de los personajes es excelente. Y eso sin mencionar que todos tienen sus muletillas e incluso una opinión al respecto de las decisiones que tomemos en la aventura o hasta un modo diferente de interactuar con los NPC que iremos conociendo en la partida.
La caracterización llega a un punto tal que los mercenarios tienen líneas de diálogo únicas y dependiendo de quienes sean sus compañeros pueden hasta llegar a narrar eventos que vivieron juntos con lujo de detalles. Por otra parte, también pueden darse que un soldado elogie a otro por una eliminación o simplemente limitarse a hacer un comentario despectivo cuando fallan un disparo. Son pequeños detalles que contribuyen a ahondar en la narrativa y a que uno se encariñe mucho con cada personaje.
En cuanto a la jugabilidad, Jagged Alliance 3 se divide en dos partes. Por un lado está la Vista Satelital de Grand Chien, que permite ver el mapa del mundo y las cuadrículas en las que está dividido. Aquí podemos movernos con total libertad y visitar cada uno de los cuadrantes. Eso sí, por lo general suelen estar libres de amenazas, pero también de recursos valiosos como armas o munición. Lo importante de este apartado, es que se pueden llevar a cabo las ‘Operaciones’ que básicamente consiste en reparar el equipo, curar heridas o simplemente permitir a los mercenarios tomar un merecido descanso.
La otra vertiente del apartado jugable es justamente cuando se accede a uno de los cuadrantes del mapa. Las zonas por lo general no son demasiado grandes, pero hay mucho por ver o hacer, especialmente en las ciudades. Acá es donde se toma el control de los mercenarios, quienes pueden moverse en tiempo real para interactuar con objetos o hablar con algún que otro NPC. La movilidad también puede aprovecharse para posicionar a los mercenarios y sacar ventaja al momento de iniciar una batalla. Esto es mucho muy importante, ya que siempre se está en una clara desventaja numérica. Por lo tanto, tomar posición en terreno elevado o en zonas con buena cobertura es fundamental para aumentar las probabilidades de éxito.
Además, mientras el enemigo no se dé cuenta de nuestra presencia, podemos anotar algunas muertes silenciosas a lo Desperado. Ahora, una vez que La Legión es consciente del peligro, finalmente comenzará la balacera. Los mercenarios tienen una determinada cantidad de puntos de acción que pueden usar para correr, agacharse, tirarse cuerpo a tierra o disparar. El sistema de apuntado recuerda ligeramente a Fallout, puesto que se puede apuntar al torso, brazos, piernas, cabeza o ingle, pudiendo causar más o menos daño. Por ejemplo, si se pega un tiro en el brazo de un enemigo, éste sufrirá una penalización en su precisión, mientras que un balazo en la pierna reducirá la movilidad.
En líneas generales, el combate funciona bien y remite a XCOM o juegos similares. Los mercenarios pueden usar determinadas habilidades típicas de este tipo de juegos tácticos como fuego de cobertura o disparos de reacción. Cada una de las armas tiene su alcance, tipo de munición y mejoras que pueden aumentar su efectividad. Además, se sienten bastante diferentes unas de otras, no solo por sus características sino también por cómo suenan. Por otra parte, los escenarios están bien diseñados y tienen varios segmentos que pueden destruirse, lo cual hace que los tiroteos sean aún más espectaculares. El gran problema en este apartado, es que la IA enemiga es algo pobre. Por ejemplo, en más de una ocasión solo he tenido que quedarme parapetado en un lugar y esperar a que los soldados de La Legión estuvieran a mi alcance para ser volteados, uno a uno, cual patitos de feria.
Jagged Alliance 3 también tiene una especie de micromanagement de recursos, siendo el dinero y las balas los más importantes. Acá olvídense del típico héroe desinteresado que arriesga su vida por una buena causa. Por el contrario, ninguno de los mercenarios va a disparar una bala sin una compensación adecuada. Cada uno tiene un contrato cuya duración se extiende a un máximo de 14 días y una vez expira habrá que renovarlos. Por lo tanto, es fundamental contar con el dinero necesario puesto que, de lo contrario, se irán sin miramientos. Entonces, el manejo de la economía se vuelve indispensable volviendo las minas de diamantes dispersas por el mapa en un recurso extremadamente valioso.
Conquistar estas zonas no es muy complicado, pero mantenerlas bajo control sí que puede llegar a serlo. La Legión también necesita de dinero por lo que no se quedará de brazos cruzados y comenzará a enviar tropas para reconquistar el territorio. Por supuesto, esto dará inicio a sangrientas batallas para asegurar las posiciones más estratégicas. Y todo esto mientras se intenta cumplir con el objetivo principal o ganarse el favor de los lugareños mediante misiones secundarias. Afortunadamente es posible entrenar milicias locales para que defiendan las diferentes zonas en nuestra ausencia. Si bien no son muy fiables, es una mecánica que otorga un ligero respiro, dejando un amplio margen para la exploración y descubrir los muchos secretos que esconde el juego.
En Jagged Alliance 3 hay mucho por hacer y por ver. Empezando por la misión principal, que está llena de giros (bastante predecibles) y misiones que se ramifican a través de decisiones morales, a objetivos secundarios que referencian a filmes como Mad Max. Todo está ahí para ser descubierto, para que los más curiosos pasen horas y horas visitando cada cuadrante en busca de detalles. En lo personal, disfruté muchísimo recorriendo Grand Chien, hablando con sus habitantes y recorriendo gran parte de sus 150 mapas únicos que componen la nación, los cuales presentan mucha personalidad visual.
Finalmente mencionar que técnicamente es un videojuego muy prolijo, con un rendimiento más que notable. Ciertamente no es la llegada de Jesucristo a la tierra, pero hace un uso muy efectivo de su apartado gráfico para representar cada uno de los lugares visitados. Además, a la variedad de escenarios como los pueblos inmersos en la selva, zonas semidesérticas, ciudades destruidas o puestos de avanzada en áreas pantanosas, se suman efectos climáticos y un ciclo día noche. Y ojo que no son cuestiones meramente visuales, puesto que afectan a la puntería de los mercenarios o su visibilidad. En cuanto a lo sonoro, la banda de sonido acompaña bien, pero es muy discreta. Lo que más me gusta de este aspecto son las actuaciones de voz y los sonidos de las armas.
Quizá lo único reprochable, además de la IA, sea que la interfaz de usuario resulta algo confusa. Diría que es prolija, sí, pero algunos menús y botones no están claros, haciendo que tome algo de tiempo familiarizarse con ellos. Con el paso de las horas, obviamente, esto es algo que queda al margen. No obstante, la sensación de que pudo haber sido un poco más prolija e intuitiva siempre está presente. En fin, detalles que no arruinan la experiencia, pero que están ahí y se hacen notar.
Sin lugar a dudas, Jagged Alliance 3 es un juego maravilloso y uno notoriamente mejor que las entregas más recientes, convirtiéndose en la secuela que Jagged Alliance 2 se merecía. El trabajo de Haemimont Games es divertido y derrocha cariño, al punto de que se ha convertido en otro de mis favoritos de este 2023. Es un título atrapante, con una campaña que puede durar decenas de horas y aspectos RPG realmente profundos que enriquecen notoriamente la experiencia. Tiene sus detalles, especialmente la IA, que en reiteradas ocasiones lejos de comportarse con lógica parece empeñada en enviar a los enemigos a una muerte segura. Pero al margen de ello, no deja de ser una propuesta excelente que tiene mucho que ofrecer.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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