INDIKA – Primer Contacto

INDIKA – Primer Contacto

El diablo y sus tentaciones

Indika se presenta como una aventura muy particular que, mediante una narrativa profunda y madura, promete llevarnos a un viaje de autodescubrimiento en compañía de el Diablo


Impresiones basadas en la versión Demo de Indika

Una monja y un fugitivo viajan en una bicicleta motorizada, podría ser el comienzo para un buen chiste. Sin embargo, lejos está de ello, puesto que se trata del comienzo de Indika o, mejor dicho, de su demostración. Durante la celebración del Steam Next Fest tuvimos la oportunidad de probar el juego de Odd Meter, el cual se perfila como uno de los más peculiares del año, invitándonos a vivir un viaje de autodescubrimiento. Uno que nos llevará a vivir un interesante viaje a través de una Rusia rural alternativa del siglo XIX, impregnado de humor negro, comentarios religiosos y visiones del infierno.

Indika es un videojuego en tercera persona donde la narrativa y la resolución de puzles ostentan el mayor protagonismo. Es una propuesta bastante particular, donde asumimos el papel de una joven monja -cuyo nombre es similar al título del juego- que cuestiona todo lo que cree acerca de la religión, debatiéndose entre dilemas morales que atormentan sus pensamientos. La moral, el sentido del deber, o incluso el amor prohibido son algunos de los temas que el título pretende abordar. Lo interesante es cómo lo hace, puesto que pese al tono satírico que plantean los diálogos, la narrativa en general se mantiene en una línea bastante madura.

La demostración comienza con Ilya, un oficial militar que por motivos desconocidos tomó como rehén a Indika, y ahora los dos viajan juntos. Resulta difícil determinar a dónde se dirigen o por qué se encuentran inmiscuidos en dicha situación puesto que no se tiene un contexto claro. Sea como sea, lo cierto es que ha de haber resultado complicado para Odd Meter plantear una demostración sin revelar más detalles dela cuenta, intentando guardar lo mejor para la versión final. Aún así, está claro que el destino final de la pareja es llegar a un campamento porque Dios así lo quiere. O al menos eso es lo que dice Ilya.

Indika Preview

El planteo en general resulta muy interesante y con el potencial suficiente para desarrollar personajes fuertes. De hecho, esto es algo que en los 30 minutos que dura la demostración puede percibirse muy fácilmente. Por un lado, tenemos a un oficial militar de carácter rebelde, que afirma haber hablado con Dios. Por el otro, una monja cuyo mundo comienza a desmoronarse cuando -literalmente- el diablo comienza a ‘meter la cola’. Y es que de forma muy casual, el juego nos deja entrever que Lucifer manipula el mundo que nos rodea.

A través de este detalle, el juego no sólo introduce una secuencia narrativa bastante ingeniosa, sino también una mecánica de resolución de puzles. La versión preliminar brinda tan sólo una pequeña probada de esto, pero no por ello deja de ser interesante y prometedor. Eventualmente, Indika tendrá que ‘luchar’ con voces en su cabeza que pretenden empujarla a la tentación y a dejarse llevar por un espiral de emociones. Esto pondrá el mundo patas arriba, haciendo que un camino recto se convierta literalmente en una pista de obstáculos. Rezar ayudará a que todo vuelva a su estado normal, aunque para superar dichos segmentos, también tendremos que escuchar al Diablo.

Otro detalle interesante de la producción se encuentra en aquellas cosas que parecen estar fuera de lugar. A pesar del tono serio que plantea el juego, en determinados momentos es posible escuchar una música alegre de corte chiptune que nos hace preguntar ‘¿Que está pasando acá?’. Por otra parte, también hay un sistema que nos permite subir de nivel y mejorar las habilidades de Indika. Es posible que dichos elementos, extraños y ajenos a la propuesta, crean una yuxtaposición intrigante que invita a pensar que quizá todo ello un intento por parte del Diablo de interferir con la vida de la joven monja.

Honestamente, es difícil determinar cuales son los motivos por los que Odd Meter decidió incluir dichos detalles y mecánicas, ya que no hay ninguna explicación. Indika puede realizar actos de devoción religiosa, como encender una vela en un altar o repasar la historia de algunos santos, obteniendo puntos de experiencia en el proceso. Resulta curioso que las ‘habilidades’ de la protagonista incluyen cosas como el dolor, la vergüenza o la devoción. Es de esperar que en la versión final hallemos respuesta a todas estas incógnitas, puesto que en la demostración carecen de sentido.

En cuanto a la resolución de puzles, Indika recuerda -en cierto modo- a Brothers: A Tale of Two Sons, puesto que la pareja tendrá que colaborar a fin de superar cada desafío. Si bien algunos rompecabezas parecen estar mejor pensados que otros, en general son ingeniosas. En cierto modo, esto se debe a que contamos con pocas indicaciones acerca de lo que tenemos que hacer. Por lo tanto, posiblemente pasemos algunos minutos probando diferentes alternativas o buscando elementos con los que interactuar para hallar una solución. Todo hasta que la cabeza nos hace ‘click’, las cosas cobran sentido y todo se arregla rápidamente.

Sobre el segmento final de la demo, se presenta una escena de persecución, la cual deja que desear. Básicamente consiste en escapar de una especie de lobo gigante que persigue a Indika por una especie de pasillo lleno de cajas y otros objetos que debemos evitar. El tema es que pareciera existir sólo un camino correcto a seguir y no es particularmente fácil de encontrar. Eso es un problema si tenemos en cuenta que un segundo o dos de indecisión se traducen en una muerte segura que nos obligará a repetir la secuencia, una y otra vez. Al menos, la secuencia termina con una conmovedora reflexión acerca de la crueldad y de la forma tan natural en que esta puede manifestarse.

La demostración de Indika augura buenos elogios para Odd Meter. El juego no sólo es interesante en cuanto al planteo narrativo, sino que además ostenta un apartado gráfico muy llamativo. Definitivamente, un título muy particular que promete plantear un interesante debate acerca de la moral y las creencias. Todo mientras recorremos un arduo camino lleno de peligros junto a un compañero de aventuras bastante inusual: El Diablo. Si todo sale bien, posiblemente estemos ante uno de los grandes tapados del año.


FICHA TÉCNICA:

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Sobre Franco Borgogna

Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.


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