En los últimos años, juegos como In Stars and Time ganaron una notable presencia, y no me refiero a la temática del bucle temporal, sino al estilo artístico que irradian. Algo similar a lo que se puede ver en Undertale, OneShot u Omori. Son títulos que giran en torno a una narrativa emocional y buscan evocar diversas sensaciones en los jugadores. Y esto es algo que el trabajo de insertdisc5 en particular, hace muy bien. Un videojuego conmovedor, donde haremos frente a terribles enemigos en un combate por turnos que sigue las reglas de «piedra, papel o tijeras», cuya trama se desarrolla a lo largo de un mismo día, el cual repetiremos una y otra vez, luchando para que nuestro protagonista no pierda la esperanza.
Por lo general las historias en la mayoría de los videojuegos nos ubican al inicio de una travesía. Justo en ese momento en que el héroe comienza a dar sus primeros pasos. Sin embargo, In Stars and Time arranca en el último tramo del trayecto; en el momento previo a adentrarnos en el castillo del rey demonio. Como jugadores tomamos el rol de Siffrin, un viajero desmemoriado que junto a un grupo de invaluables aliados deberán hacer frente a un villano que con un poderoso hechizo dejó a los habitantes del reino de Vaugarde congelados en el tiempo.
El detalle es que nuestro protagonista está atrapado en un bucle temporal y, cada muerte o impedimento para avanzar, lo devolverá al inicio de la aventura. La trama se desenvuelve en torno a lo que Siffrin siente y vive a lo largo de los bucles, con una narrativa capaz de sumergirnos en un torbellino de emociones del que puede resultar muy difícil escapar. Cabe mencionar que la historia aborda temas delicados aunque cotidianos, como la muerte, la violencia o la depresión, pero son un medio por el cual emprenderemos un viaje emocional e intenso que nos hace preguntar en más de una ocasión: ¿Cómo llegamos a esto?
El elenco de personajes, aunque pequeño, está excepcionalmente definido. Cada uno de los compañeros de Siffrin carga con gran parte de la historia sobre sus hombros. No pude evitar encariñarme con ellos al instante gracias a sus marcadas personalidades, a sus motivaciones y la forma de ser que tienen lo largo de la aventura. El juego es sumamente inclusivo y uno de sus temas más recurrentes es el del cambio. De cómo alguien puede dejar atrás su «ser» actual y volverse algo nuevo o diferente.
Como resultado de ello, la narrativa y repertorio de personalidades lograron cautivarme por completo. El título jugó con mis sentimientos como si fueran de trapo. Incluso hubo momentos en que me enfadé mucho con los desarrolladores, para luego pasar a amarlos, y posteriormente enojarme con ellos otra vez. Un bucle de emociones, similar al que viven los personajes en la aventura. Es una historia que me hizo sentir felicidad, pero también desesperación en pocas escenas, como si estuviera en una montaña rusa llena de altibajos emocionales que me pegaron súper fuerte. Simplemente brillante.
En cuanto a la jugabilidad, In Stars and Time nos permite explorar, conversar y combatir. Nada fuera de lo normal. Las peleas se desarrollan mediante un sistema por turnos que se rige por las reglas del clásico piedra, papel o tijera. Algo muy similar a lo que hace Fire Emblem con su «triángulo» de armas, sólo que aquí es literal. Es decir, cada personaje tiene su propio elemento, siendo el de Siffrin las tijeras, pero se pueden aprender habilidades de otras ramas a medida que los personajes suben de nivel.
Pese a que el sistema puede parecer sencillo, tiene una pequeña capa de complejidad y estrategia. Por ejemplo, utilizar ataques del mismo elemento generan cargas de combo. Entonces, al llegar a cinco, el grupo atacará en conjunto y además se curarán un poco. La progresión de niveles y el combate en sí son interesantes pero simples, aunque no son realmente el foco del juego. Los enemigos tampoco suponen grandes problemas, salvo por algunos que esconden sus «manos» para impedir que veamos que tipos de ataque emplearán.
Por otro lado, tenemos el tema del bucle temporal. Cada vez que volvemos al pasado todos los personajes, con excepción de Siffrin, pierden sus niveles y habilidades. Esto se solventa con un sistema de memorias con que podemos equipar a los miembros del grupo para que aprendan ciertos movimientos. No obstante, es el protagonista el único que conserva sus parámetros. Es un giro interesante y consecuente con la narrativa. Además, se puede volver a obtener todo lo perdido repitiendo algunos combates para «farmear» experiencia.
Lo más interesante de un nuevo comienzo es que podremos tomar diferentes decisiones. A veces habrá que volver a un piso anterior por una llave, o aprender algo de un libro que dejamos atrás. Habrá situaciones donde progresar será imposible y estaremos obligados reiniciar el bucle. Afortunadamente, el juego nos avisa cuando esto pasa. También hay algo que pone una capa extra a todo el sistema y es que se puede saltar el tiempo hacia adelante, pudiendo omitir partes que hayamos terminado. Eso sí, a coste de perder alguna que otra recompensa, lo cual plantea un pequeño dilema.
En general, está todo muy bien pensado, y si bien a veces tener que volver o adelantar una y otra vez puede tornarse cansino y repetitivo, siempre se puede hablar con cierto NPC para que nos suelte una pista en caso de no saber qué hacer en algún momento en concreto. Por lo demás, todo encaja cuando entendemos que esos mismos sentimientos son los que experimenta el protagonista: No poder alcanzar su objetivo y tener que volver a empezar, perdiendo la esperanza y la cordura con cada bucle. Me pude poner en sus zapatos, y vaya que fue duro.
En lo que respecta al apartado visual, cuenta con un bonito arte caricaturesco para las escenas y retratos, acompañado por pixel art para los entornos y sprites. Un detalle interesante es que la paleta está compuesta por tonalidades de grises, blanco y negro. Es un criterio de diseño que tiene su razón de ser, aunque no ahondaré al respecto a fin de evitar spoilers. La música también tiene su particularidad y cambia dependiendo del lugar en que nos encontremos. Mención especial a la tonada de combate contra los jefes que es sumamente pegadiza al punto que, sin exagerar, sigue sonando en mi cabeza.
In Stars and Time me mantuvo absorto a lo largo de una historia llena de momentos muy bonitos y alegres, matizada con situaciones realmente desgarradoras que me hicieron nudos en el estómago. En lo personal, tengo especial debilidad ante las narrativas emocionales y este juego no se contiene al momento de lanzar sus mejores golpes. Los personajes son adorables, al igual que sus interacciones y lo que piensan los unos de los otros. Su inquebrantable camaradería me hizo sentir hasta envidioso de Siffrin. insertdisc5 ha logrado con muy poco dar vida a una experiencia realmente conmovedora. A un viaje que se repite tanto que, cuando llego a su final, no pude evitar sentirme un poco melancólico.
Sobre David Cedres
Fanático del anime, la ciencia ficción y por supuesto los videojuegos, de preferencia indies.
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