HORROR TALES: The Beggar – Análisis

HORROR TALES: The Beggar – Análisis

Ideal para beber de un solo trago

Con Horror Tales: The Beggar, Carlos Coronado nos ofrece una sorprendente aventura de terror, que brilla por un notable apartado visual y un conjunto de mecánicas muy originales


En 2021, Carlos Coronado daba inicio a una ‘saga’ que, desde entonces, consiguió ganar numerosos seguidores y adeptos. Horror Tales: The Wine es el nombre con el que el desarrollador español comenzó a dar forma a un proyecto con mucho potencial. Ahora, tres años después del lanzamiento de dicha entrega, el creativo vuelve a la carga con Horror Tales: The Beggar, un título de terror con toques de ciencia ficción que desafía las leyes de la física. Un juego que si bien no es perfecto y evidencia las limitaciones que implican desarrollar un juego en solitario, transmite su visión creativa de forma muy particular y única, dando como resultado un videojuego que sorprende.

Horror Tales: The Beggar comienza de la mejor manera, haciendo despliegue de un apartado gráfico excelente, con un diseño de escenarios y paisajes muy satisfactorio. La historia es bastante llana, lo justo para justificar el mundo que se nos presenta. Asumimos el papel de el Mendigo, un sobreviviente que cuya única compañía es un robot que nos guiará durante la travesía. A medida que avanzamos encontramos información acerca de nuestro protagonista, del mundo que nos rodea, y de uno de los elementos clave de la propuesta: El vino tóxico de  Banydebosc. De todos modos, al tratarse de una saga episódica, es de esperar que la narrativa se profundice en Iron Reich (título previamente conocido como Horror Tales: The Astronaut), algo que sin lugar a dudas nos permitirá tener una nueva perspectiva de este universo.

El vino tóxico Banydebosc es una bebida alucinógena y, en cierto modo, la fuente de las habilidades especiales del mendigo. Los experimentos a los que fuera sometido, sumado a algunas mutaciones, permite hacer uso de poderes como la telequinesis, aunque lo que más se destaca es la manipulación del tiempo. Gracias a la sintonía que mantenemos con el campo magnético terrestre, podemos modificar diferentes parámetros. Por ejemplo, podemos pasar del día a la noche, o controlar si llueve o está despejado, lo cual aporta a la aventura una dinámica sumamente interesante puesto que el entorno cambiará en función de los cambios realizados. 

Horror Tales: The Beggar Análisis

Aprender a usar estos poderes, servirá para hacer frente a una criatura humanoide conocida como Morvin, que persigue al Mendigo incansablemente. A fin de detener a este formidable y misterioso enemigo -supuesto producto de nuestra imaginación- tendremos que apelar al uso de nuestras habilidades, puesto que será el único medio con el que contamos para detenerlo temporalmente. Sin embargo, el ‘combate’ -por llamarlo de algún modo- es tan sólo una parte de la propuesta. La mayor parte del tiempo vamos a estar navegando por este mundo, el cual transmite una sensación de amplitud y aire libre. Esto es algo muy loable, puesto que teniendo en cuenta de que se trata de una propuesta lineal, se siente como si pudiéramos explorarlo todo. Y si bien esto no es así, no deja de sentirse como un punto favorable que denota el fantástico trabajo realizado en lo visual.

Descifrar la lógica de cada escenario y encontrar la solución a los puzles planteados, resulta muy entretenido. El mundo funciona y es coherente, e incluye varios detalles artísticos como grafitis y otros elementos de interés. Un claro ejemplo de ello, es una secuencia que retrata los últimos momentos de vida de quien ahora es un cadáver. Escenas que son originales y representan la historia, hacen que otras cosas, como ver el mismo sillón o bibliotecas en diferentes lugares, no sea algo significativo. Es evidente el gran trabajo que hicieron en organizar todos los elementos para el disfrute visual del entorno.

El avanzar descifrando la mejor manera de utilizar los objetos de los escenarios, es algo que esta propuesta supo aprovechar agregando una dinámica surrealista con la que el entorno cambia de acuerdo a ciertas interacciones. Algo que sin lugar a dudas conquistó mi asombro llegando a sorprenderme gratamente. Dicho recurso remite a obras como Layers of Fear, donde por ejemplo, una habitación cambia cuando miramos hacia el lado contrario. Aquí también encontraremos pasillos infinitos que mutan al regresar sobre nuestros pasos o darnos vuelta y encontrar que el se modificó el aspecto de un escenario al darnos vuelta. Estos detalles sorprenden y añaden un toque muy intrigante a la propuesta.

Más que juego de terror, Horror Tales: The Beggar se siente como una propuesta orientada a la exploración de los escenarios y la resolución de puzles, usando la lógica de este mundo y los beneficios del vino de Banydebosc para avanzar. Todo esto aderezado con secuencias de persecución que nunca llegan a abrumar, puesto que el Morvin no estará tras nuestros pasos el 100% del tiempo. Por el contrario, dichas apariciones están bien medidas, generando un factor incertidumbre puesto que nunca estamos seguros de cuándo aparecerá. A su vez, la presencia de animales como otro factor de amenaza, aporta una pizca de variedad que también suma al conjunto. Lo mejor es que el juego no suma complicaciones o dificultad artificial por ello. De hecho, muy lejos está de generar algún tipo de frustración. 

Horror Tales: The Beggar Review

Horror Tales: The Beggar es una grata sorpresa. Carlos Coronado logró dar vida a un juego entretenido, con limitaciones y sin errores, que mantiene su coherencia durante toda la propuesta. Una propuesta con una duración justa, que se disfruta mucho mejor en un sólo trago. La historia se mantiene en la línea de lo simple, aunque no por ello deja de ser interesante. No obstante, es el excelente apartado visual el que se lleva las palmas, junto a una dinámica de mecánicas muy interesantes y originales. Somos omnipotentes pero el poder requiere ingenio para avanzar y enfrentar a nuestros enemigos. De otra forma, nos quedaremos en el camino, embriagados con el vino tóxico de Banydebosc.


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Sobre Exequiel Morgendorffer

Lic. en Artes Escénicas. Stremer y profesor, me gusta la filosofía, lo audiovisual y los placeres de la vida. De La Rioja, Argentina.


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