Horizon Zero Dawn fue un lanzamiento importante para PlayStation. No sólo porque se trataba de una franquicia nueva y ambiciosa, sino porque marcó el primer paso de Guerrilla fuera de la saga Killzone. En su momento sorprendió por la belleza de su mundo abierto y su sistema de combate divertido, vertiginoso y muy pulido contra gigantescas bestias mecánicas. El viaje narrativo de Aloy y el misterio detrás de su nacimiento, al igual que el origen de las máquinas, supieron mantenernos en vilo mientras cumplendo con objetivos secundarios y dando caza a los enemigos más espectaculares de aquella época del gaming. El título sigue viéndose hermoso y, gracias a la retrocompatibilidad de PlayStation 5, aún mantiene vigente la experiencia original. Entonces, Horizon Zero Dawn Remastered ¿Era realmente necesario?. La respuesta corta es ‘no’, pero luego de haber pasado unas veinte horas con ella también puedo decir ‘bienvenida sea’.
Cuando Guerrilla estaba dando las últimas pinceladas a Horizon Forbidden West, PlayStation encargó a Nixxes Software la remasterización del primer título de la saga y de su DLC. El estudio de Países Bajos, con una basta experiencia trabajando con Crystal Dinamics en todos sus grandes clásicos, tenía en claro el objetivo general. Es decir, actualizar la experiencia original para, dentro de lo posible, equipararla con la de la esperada secuela.
Para llevar a cabo dicha labor, Nixxes tuvo acceso a los documentos de diseño originales, pero además a todas las herramientas de desarrollo del nuevo juego. Como resultado, tenemos un título que en términos jugables, se mantiene exactamente igual. Es decir, un juego de acción de mundo abierto con un combate sólido y un componente de exploración divertido e interesante. Las mayor diferencia se encuentra dentro del apartado audiovisual con un apartado técnico que, al menos para los más detallistas, se siente como toda una verdadera fiesta.
Si lo comparamos con el título original, Horizon Zero Dawn Remastered se ve y se juega más o menos igual que siempre. Sin embargo, ese es el primer engaño que nos juega la mente, porque al hacer una comparación en tiempo real es fácil notar una infinidad de detalles que demuestran el nivel de compromiso de Nixxes. En primer lugar, todos los escenarios naturales fueron actualizados teniendo en cuenta los diseños originales, generando una vegetación más tupida y variada, con texturas nuevas para las rocas y accidentes geológicos. El agua también recibió un tratamiento cuidadoso, con reflejos en tiempo real y una superficie interactiva mucho más realista. Todo este trabajo se hizo utilizando los mismos recursos que Forbidden West.
Aloy y el resto de NPC también recibieron una importante actualización. Las texturas de la piel es notablemente más realista. Algo similar sucede con las vestimentas y las animaciones faciales. Nixxes utilizó nuevas capturas de movimiento, logrando que los personajes se muevan más orgánicamente durante los diálogos, ampliando el ángulo de cámara en estas situaciones para reflejar mejor cada escena. El resultado es más que notorio y ayuda a la inmersión, dejando en el olvido aquellas animaciones robóticas tan criticadas en 2017. La iluminación en general también se vio beneficiada en esta versión, modificando ciertas tonalidades en tiempo real representando mejor el momento del día en el que sucede la acción. Las antorchas y la luz natural ahora impactan mejor en los rostros y los objetos. Detalles que suman a la experiencia estética en general y son más que bienvenidos.
Además de todas estas mejoras estéticas, Horizon Zero Dawn Remastered incluye una amplia variedad de opciones de accesibilidad y personalización que antes no estaban presentes. Desde algo tan básico como configurar la iluminación o la mezcla de sonido, hasta elegir el uso de ciertas funciones para hacernos la vida más simple. Son características a las que hoy estamos acostumbrados y, si bien no hay mejoras en la interfaz o la gestión de inventario, sin duda suman a favor de la experiencia en general. Como ya es costumbre, cuenta con 3 modos gráficos: uno en el que se prioriza el framerate, otro en el que se hace hincapié en la resolución y un híbrido únicamente disponible para dispositivos que cumplan ciertos requisitos en su tasa de refresco nativa.
Lo curioso es que, en ciertos dispositivos, este último modo libera la tasa de FPS y en algunos casos puede superar al modo de rendimiento. Pero no debería llamarnos la atención, en especial porque esta versión ya viene preparada para PlayStation 5 Pro y configuraciones de PC de alto rendimiento. Por último, esta versión reconoce la partida guardada de PlayStation 4. Por lo tanto, quienes prefieran comenzar en NG+ o ir directamente al DLC ‘The Frozen Wilds‘, pueden hacerlo. Todo lo demás, para bien o mal, se encuentra intacto. Con una mano en el corazón, no había demasiado para cambiar y me alegra que Nixxes haya preservado la esencia de la obra original.
Horizon Zero Dawn Remastered es una remasterización de manual. El título aprovecha el poderío técnico de PlayStation 5 demostrando cuán bien puede verse un juego de 2017, uno que por sus propios medios supo conquistar a millones de jugadores y hoy en día es parte de la identidad de la marca PlayStation. Los que ya tengan el original, y quieran verlo en todo su esplendor, podrán actualizarlo por un módico precio. Por su parte, la versión remasterizada incluye la expansión, que ofrece más de 40 horas de acción y aventuras. De todos modos, considero que no hacía falta una actualización. El juego se mantiene igual de vistoso y divertido que antaño. Sin embargo, luego de haber experimentado esta versión no puedo dejar de recomendarlo. Eso sí, es sólo para los más exigentes y quizás los fans más apasionados de la saga.
Sobre Sebastián Cigarreta
Periodista especializado en gaming, amante de los juegos incomprendidos y eterno enamorado de los clásicos noventosos. Tengo debilidad por todos los MegaMan, siempre Vega main y soy eterno caballero de Boletaria.
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