Si algo no ha faltado durante los últimos meses, han sido trailers, revelaciones y actualizaciones de cientos de videojuegos que llegarán durante lo que resta del 2023 y el primer semestre de 2024. La gran ventaja respecto a tiempos pretéritos, es que eventos como la Steam Next Fest ofrecen la posibilidad de poder probar prácticamente todo y tener una idea más clara de que se puede esperar de ese anuncio que tanta ilusión hizo. En mi caso particular, estaba deseoso de poder darle un vistazo a Hammerwatch 2, la secuela del retro hack and slash de 2013. Esta segunda parte es como un Diablo 4 de bolsillo, que si bien no puede no presumir de las mismas ambiciones, ofrece bastante contenido. Pero lo más destacable, es que se perfila como una experiencia muy divertida, en especial para aquellos que están buscando una propuesta ligera para disfrutar con amigos.
Antes de seguir adelante, un poquito de historia. Hammerwatch 2 es el tercer título de la serie Hammerwatch. Si bien guarda varias similitudes con el primer juego de la saga, entiendo que luego del bien recibido Heroes of Hammerwatch lanzado en 2018, Crackshell decidiera hacer algunos ajustes a la fórmula. A lo que voy es que la primera parte se acercaba más a lo que hoy conocemos como un hack and slash, mientras que el sucesor abogaba más por mecánicas roguelite. Está claro que para esta nueva entrega se han tomado elementos de ambas entregas, aunque inclinando la balanza hacia la vertiente RPG de mundo abierto.
Como mencioné al inicio, tuve la oportunidad de probar Hammerwatch 2 durante la Steam Next Fest y su propuesta me sorprendió gratamente. La demostración (que al momento de redactar estas líneas todavía está disponible) tan solo enseña una pequeña porción de todo lo que ofrecerá la versión final. Aún así, puede tomar alrededor de dos horas (o más) superar sus mazmorras y decenas de misiones. Por otra parte, sólo permite jugar con el mago y el pícaro, dos de las cinco clases que habrá disponibles. Si bien sus ataques y habilidades siguen por la línea de sus predecesores, hay un notorio cambio en el sistema de progresión. Pero ya llegaré a eso.
El juego comienza contando la historia de cómo Blight el Abominable y su ejército de dragones derrotaron al rey Roland, sembrando la destrucción en el reino de Herian. Sin embargo, la resistencia es inevitable, por lo que de nosotros depende remediar esta situación. Afortunadamente podemos reunir a un grupo de amigos y aprovechar las funciones multijugador para afrontar los peligros juntos. Es una pena que nadie en mi lista de contactos de Steam haya decidido probar el juego como para ver que tan bien funciona esto. Aún así, estimo que ha de ser extremadamente divertido. En fin, una vez elegida la clase, se puede personalizar al héroe con varios detalles como el color de su ropa, peinado, su voz y el aspecto de su retrato. Parece mentira que, pese a adoptar un apartado artístico pixel art, cada detalle sea perfectamente distinguible. Una maravilla.
La aventura comienza con nuestro personaje escapando de una suerte de prisión subterránea. No se de donde me quiere sonar eso. Total, que estos primeros compases funcionan como una especie de tutorial que te dejan listo y preparado para adentrarte en los hermosos paisajes de Hammer Island. Lo primero que llamó mi atención es que el mundo se siente animado y vivo. Además, el juego presenta un ciclo día/noche que no solo afecta la iluminación y la paleta de colores, sino también a la rutina de todos los habitantes del pequeño poblado que se encuentra en el extremo oeste de la isla. También hay muchos detalles, como vegetación que se mueve con el viento o pequeños cangrejos que deambulan por las playas.
He disfrutado mucho explorando la región. Si bien no es muy amplia, está llena de cosas para ver, como las ruinas del castillo Hammerwatch y varias mazmorras Por supuesto, también está el poblado, lleno de habitantes que van de aquí para allá siguiendo sus rutinas. Hablar con ellos es importante, ya que ofrecerán las misiones con las que rápidamente llenaremos las páginas del diario. Generalmente, suelen consistir en ir a X lugar y matar a tantos enemigos o conseguir determinados objetos. Pero también hay otras que involucran puzzles o seguir la pista de un tesoro teniendo como guía un mapa dibujado a mano por un niño. Esto imbuye al juego de tono alegre del juego, pero sin dejar de sentirse como una gran y épica epopeya.
De hecho, Hammerwatch 2 se siente muy satisfactorio en todos sus aspectos que me resulta difícil pensar en qué cosas podrían mejorar de cara a su lanzamiento. El control es muy intuitivo, lo que hace que el combate se sienta natural y fácil de entender desde el mero inicio. Esto también aplica al sistema de progresión del héroe, que sube de nivel al conseguir la experiencia suficiente lo cual permite mejorar sus habilidades y atributos. De este apartado me gusta mucho la evolución. Al comienzo el personaje es tan solo un adepto que puede usar un conjunto de habilidades básicas. No obstante, conforme progrese la partida se volverán expertos o incluso maestros en su oficio. Gracias a esto, cada habilidad se puede mejorar con pasivas adicionales, dando lugar a diferentes builds que se adapten a nuestro estilo de juego.
Por supuesto, también hay loot de diferentes colores que aumentan las estadísticas y proporcionan sustanciosas ventajas. Generalmente, este se puede obtener como recompensa por cumplir con alguna misión, pero también de cofres u otros objetos. Tal es así que hay muchos objetos que se pueden destrozar, los cuales pueden esconder ítems muy interesantes. Bueno, en realidad se puede destruir prácticamente todo, incluidas las sillas y mesas de las tabernas. Es un detalle lindo e innecesariamente adictivo.
Contar con buen equipo es indispensable para sobrevivir. Hammerwatch 2 no es especialmente fácil y cualquier grupo de enemigos puede aniquilar a nuestro héroe en un abrir y cerrar de ojos. Cuando esto sucede, se pierde un porcentaje del oro que llevamos encima. Y duele, porque este recurso es crucial para comprar determinados objetos o hacer uso del sistema de crafteo. Por lo tanto, hay que tener cuidado (y aprovechar al máximo las habilidades) puesto que las mazmorras suelen estar atestadas de todo tipo de criaturas. A propósito de ello, la demo deja visitar varios calabozos, aunque mi preferido fue la cueva de los piratas. Se trata de un enorme complejo con varios pisos y pasadizos ocultos y barcos hundidos que es el epicentro no de una, sino de varias misiones. Ah, y de un desafiante combate contra uno de los tantos jefes que vamos a encontrar por este mundo.
Si algo tuviera que criticar a Hammerwatch 2 son los medidores de salud, maná, y experiencia. Estos se encuentran ubicados a los extremos derecho e izquierdo de la pantalla y honestamente se ven un poco feos. Quizá sea algo en lo que Crackshell esté trabajando ahora mismo, aunque dudo que vaya a cambiar. En lo personal, me gustaría que esto se integrase de una manera más limpia y menos discordante a la interfaz de usuario. No se, tal vez algo menos invasivo como pequeñas barras que presentaba Heroes of Hammerwatch, o incluso algo similar a lo del Hammerwatch original sería mucho mejor. Para mí, eh. Para mí. Por lo demás, es un videojuego precioso, que aprovecha al máximo el pixel art para dar vida a un mundo que -a priori- se ve y se siente muy detallado, completo y lleno de cosas por descubrir.
Hammerwatch 2 se perfila como un RPG de acción muy absorbente y ambicioso. Si bien su aspecto puede parecer ‘de la vieja escuela’ se juega como los grandes y atrae como pocos. A grosso modo, diría que es como un Diablo VI lite, pero sin microtransacciones, que se puede disfrutar sin tener encima la presión de las temporadas. Pero tal cómo comenté en Twitter, quizá es una apreciación muy basta y algo injusta, porque el trabajo de Crackshell apunta a ser eso y mucho más. Y me atrevo a decir esto, aún cuando apenas he visto la punta del iceberg de la propuesta. Aún así, creo que con muy poco, es un título que ya ha mostrado mucho de su potencial. Quiero volver a este mundo, solo que esta vez espero poder hacerlo en compañía.
Sobre Franco Borgogna
Periodista apasionado por los videojuegos que sueña en mundos pixel-art sin caídas de frames. Streamer a tiempo parcial, fundador de la comunidad “La Orden del Pixel”, amante de la series, las películas y los comics.
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